At the Top of my Lists [Yoonmin] ©

☆ 8 ☆

Luego de la entretenida pelea y persecución que llevaron a cabo Yoongi y Taehyung dentro del café, la jornada laboral comenzó. Más tarde ese mismo día, Yoongi vio a dos jóvenes, quienes charlaban en una de las mesas mientras aguardaban a ser atendidas, y se les acercó para pedir su orden.

—Buenos días, ¿qué van a pedir?

—Que nos digas, por favor, cómo está Jimin del apéndice —preguntó una chica, preocupada—. Leí algo en Internet acerca de lo que pasó luego del evento del sábado.

Yoongi suspiró por milésima vez en el día, y luego le mostró una muy pequeña sonrisa para no parecer grosero. Apenas llevaba unas horas en la cafetería, y ya se encontraba exhausto, no solo por la infinidad de clientes que entraban y salían, o las tantas muchachas que, como aquella, preguntaban por Jimin; sino también por haber huido de Taehyung durante casi diez minutos, en un intento del menor de empujarlo y golpear su cabeza por haber agredido al cantante.

La chica lo miraba, expectante, ansiosa por una respuesta.

—Está bien. Él a veces exagera, fue solo un dolor de estómago.

A ese punto, Yoongi se sentía como si fuera una grabadora en la cual solo habían grabado un mensaje, y que todos los que venían a él presionaban un botón y escuchaban la misma respuesta. Era ya la onceava vez que contestaba a las preguntas acerca de cómo se encontraba Jimin.

—¿En qué hospital está?

—En ninguno, está en su casa.

Los ojos de la muchacha se iluminaron, y sonrió en grande.

—¿Y en dónde está su casa? —se atrevió a preguntar, y mordió su labio inferior—. Es decir, si no tiene a nadie, podría cuidarlo muy bien. Si tiene a alguien, igual, no me interesa, yo sé cómo--

—Bien, bien, suficiente —dijo Taehyung, quien, molesto, se acercó a la mesa.

El muchacho colocó sus manos sobre los hombros de su amigo, y lo alejó de allí. Después, volvió con sus dos clientes, y las miró, cruzado de brazos.

—¿Van a ordenar? Si lo que quieren son datos sobre Jimin, tienen Internet para buscar lo que gusten.

—Lo dices porque eres prácticamente el presidente del club de fans. ¿Crees que no te conocemos? No todos tenemos acceso a toda la información. Yo apenas pude encontrar lo que ya sé.

—Soy amigo del vicepresidente del club, y sí, espero que me asciendan algún día —sus ojos brillaron por un momento, acomodó su pelo hacia atrás—, pero no importa. Sean respetuosas con él y con su entorno. Y, con entorno, me refiero a las personas que lo rodean. Y, con "las personas que lo rodean", me refiero a Yoongi.

—Ya sé, ya sé. —Bufó.

—Ahora, ordenen. No se irán con las manos vacías.

—¿Por qué?

—Porque sí.

La chica, algo enojada, pidió "cualquier cosa", lo que Taehyung interpretó como "el café más caro del lugar por haberte metido con mi bebé". Y, por bebé, no solo hacía alusión a Jimin, sino también a su amigo, a quien solía cuidar todo el tiempo como si fuera uno. Cuando tomó las órdenes, se acercó a él.