Eran las siete de la mañana, y Jungkook se encontraba solo en el café, mientras marcaba un ritmo con sus dedos sobre el mostrador. No quería ver a nadie. Estaba enfadado consigo mismo y con el mundo. El día anterior, las cosas no habían salido para nada bien para él, ya que Taehyung casi había abierto la boca para confesar sus sentimientos por Yoongi. Después, estaban las palabras de Jimin, quien decía que él no había logrado ningún avance. Por último, había soñado con la escena de la confesión, en donde Taehyung lograba decirle a Yoongi acerca de lo que sentía, y tenía éxito con su confesión, pues el mayor lo aceptaba. Por último, el sueño finalizaba con él llorando a mares, y los demás riéndose de él a carcajadas. Haber despertado enojado había sido la gota que había colmado el vaso. No era nada bueno tener mal humor acumulado, mucho menos al ser Jeon Jungkook, quien solía desquitarse de toda la bronca con la primera persona a quien tuviera enfrente.
Y fue justo entonces que la campanilla de la puerta sonó. Min Yoongi entró, pasó a su lado para llegar a la sala de descansos, y murmuró un "buenos días" en el camino. La sonrisa de Jungkook se ensanchó, y caminó hacia la misma habitación que él. Cuando llegó, apoyó el peso de su cuerpo en el marco de la puerta.
—Ey, merengue italiano, ven aquí.
Yoongi, quien apenas estaba dejando sus cosas sobre una silla, caminó sigilosamente hacia él.
—¿Sí?
—El suelo está horrible, límpialo ahora mismo.
—Está bien.
—Haz una limpieza general, mejor dicho, y más te vale que sea rápido. Abrimos en media hora, vendrán muchos clientes, y solo hay una persona que tiene la tarea de atenderlos a todos... ¿Quién será? ¡Ah, sí! ¡También eres tú!
—Pero no voy a poder.
—¿Y eso qué? Para eso te pago. Si no lo haces, no te pago, es simple. ¿Lo harás?
De pronto, Yoongi recordó una escena de la noche anterior, de cuando Jimin lo había llamado antes de que se fuera a dormir, y después de que el cantante haya llegado a su casa.
—Me hace feliz saber que te ha gustado el viaje.
—Sí, gr--
—Oye, no agradezcas, lo merecías... Hablando de merecer cosas... Yoongi, hay algo que tengo que preguntarte.
—¿Qué es?
—¿Por qué dejaste que Jungkook te tratara de esa forma? No dije nada, porque creí que te defenderías.
—Ya sabes.
—No, no lo sé, ni lo entiendo. Antes podía hacerlo, pero estás cambiando, Yoongi, y deberías hacerlo también en este caso.
—Sabes que no puedo.
—Haré que puedas. Dime, ¿qué sientes cuando Jungkook te pone apodos, te da órdenes y te trata como si fueras basura?
El mayor frunció sus cejas. Sabía que le molestaba, pero jamás se había detenido a pensar en lo que sentía, porque nunca pensaba hacer algo al respecto.
—¿Y bien?
—Me... enfada. Me hace sentir enojado, furioso, irascible.
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At the Top of my Lists [Yoonmin] ©
FanfictionPark Jimin es todo lo que Yoongi detesta. Yoongi es todo lo que Jimin cree que jamás buscaría en una persona. El día que llegaran a juntarse sería el fin del mundo... o el de sus propios mundos.