At the Top of my Lists [Yoonmin] ©

☆ 12 ☆

Después de un par de horas en el estudio de grabación, Yoongi pensó que no había sido tan mala idea haberse quedado junto a Jimin. El mundo de la música le llamaba muchísimo la atención, y nunca había tenido la oportunidad de ver todo desde tan cerca.

Por suerte, Jimin se había comportado muy bien con Yoongi ese día. No solo lo había salvado de Jungkook, sino también, una vez en su compañía, le enseñó todo acerca de cómo se grababa una canción. El mayor se encontraba más que fascinado.

Cuando Jimin terminó su trabajo, él y Yoongi subieron a la camioneta. Una vez arriba, Tan comenzó a conducir.

—¿Qué te pareció? Genial, ¿verdad?

—Sí, y mucho —dijo con una pequeña sonrisa—. Gracias por haberme llevado allí.

—No lo tenía en mis planes, pero de nada.

—Por cierto... —carraspeó—, tu voz es preciosa.

—Lo sé, ¿no suena como la voz de un bello ángel?

Jimin sonrió ampliamente, y se miró en el espejo retrovisor desde el asiento de atrás para verse mientras peinaba unos locos mechones de pelo que caían sobre su frente.

—Jimin-ssi, ¿podría moverse, por favor? Necesito ver por el espejo para conducir —pidió Tan.

—Ah, déjame en paz, grandísimo t--

Jimin sintió un leve codazo a la altura de sus costillas. Intrigado por eso, miró a Yoongi, quien tenía el ceño fruncido.

—¿Qué?

—¿No teníamos un plan? Por favor, trátalo bien, ¿sí?

Jimin quiso decirle algo también a él, pero no pudo. Sabía que habían hecho un trato, y no quería fallarle. Bufó.

—Lo siento, Tan. Ya me muevo.

Y lo hizo. Tan lo miró a través del espejo y negó con la cabeza, más que confundido por las recientes actitudes de la estrella.

—Oye, Yoongi, ¿quieres venir a casa?

Antes de disculparse y decir que no, el pelinegro recordó las palabras que Jimin le había dicho más temprano. A pesar de que lo detestaba, era el único amigo que tenía.

No estaba muy seguro de ello, pero Yoongi asintió con la cabeza. De lo que sí estaba seguro era de que no quería herir los sentimientos de la estrella.

—¡Genial!

Luego de ver la sonrisa de Jimin, que era diferente a aquella cuando se alababa a sí mismo, algo se sintió bien dentro de Yoongi.

📝

Los jóvenes tardaron un rato en llegar a la casa de la estrella. Cuando lo hicieron, caminaron hacia la cocina, en donde el menor comenzó a revolver dentro del refrigerador en busca de ingredientes para poder preparar el almuerzo.

—Prepárate, Yoongi, porque estás a punto de probar uno de los más deliciosos platillos que han sido preparados en la historia de la humanidad.