Jimin estiró sus brazos mientras bostezaba. Acababa de despertar de un bello sueño. En él, era un invitado exclusivo de una asombrosa fiesta privada, y se encontraba rodeado de otras estrellas y bellas chicas que se acercaban a él para llamar su atención. No obstante, tras haber repasado cada pequeño detalle, arrugó su nariz, porque algo le decía que aquel sueño había sido real. Abrió sus ojos.
Efectivamente, junto a Jimin había una bella mujer rubia, quien se encontraba dormida. Gracias al alcohol que había consumido la noche anterior, lo único que el chico podía recordar era que ella tenía una voz muy dulce, y que hablaba en francés. Él no sabía más de dos o tres palabras en ese idioma, pero eso, para él —especialmente para lograr lo que quería con alguna chica tan bella como ella— no era necesario. Tras haber pensado en eso, soltó una silenciosa risa, pues se sentía afortunado por ello.
A pesar de encontrarse un poco mareado, Jimin se paró, se colocó una bata y caminó hacia la cocina. Mientras se servía un poco de agua en un vaso, el repentino sonar de una canción que se oía desde otra habitación taladró su cabeza; esto provocó que soltara un gruñido. Luego de haber dejado el vaso sobre una encimera frente a él, caminó hacia la sala y tomó su celular en sus manos. Lo apretó con fuerza con ganas de romperlo, ya que su estridente sonido le había provocado una terrible jaqueca. Después, cuando se calmó su dolor de cabeza, miró la pantalla para ver quién osaba molestarlo tan temprano... a las once y media de la mañana.
Leyó el nombre del contacto: "Gran imbécil".
Después de bufar y revolver sus cabellos con molestia, atendió.
—Más te vale que sea importante, Tan.
—Debe venir a la compañía, señor Park. Ahora.
—¿Ahora? ¿Por qué no molestas a alguien más?
—Es urgente. Venga, por favor.
📝
—¿¡ACASO ERES ESTÚPIDO, PARK!? —gritó y golpeó fuertemente con sus puños la mesa frente a él.
Do Minhyuk, el director de la discográfica a la cual Jimin pertenecía, lucía furioso. Sin embargo, el otro joven lo miraba como si él no fuera su superior, y como si sus regaños fueran algo de todos los días. De hecho, hasta parecía disfrutarlo. Minhyuk masajeó sus sienes en un intento de mantener la compostura.
—Ya estoy harto de reiterarte una y otra vez cómo debes comportarte.
—No soy un maldito niño como para que tengas que regañarme así.
—Exacto, no eres un maldito niño, y sabes qué es lo que tienes que hacer, pero haces todo lo contrario. Explícame qué fue lo de anoche.
—La verdad--
—Oh, seguro no recuerdas. ¡Estabas ebrio, y te detuvo la policía por haber conducido salvajemente por las calles de Seúl!
—Nop, no recordaba eso.
—Seguro que no —rio con sarcasmo—. Llevabas a una chica contigo. Ambos estaban en el mismo estado.
—Y seguro pagaste la fianza para que me dejaran ir. Eres mi héroe, calvito. —Sonrió de costado, con un deje de burla.
—¡Tenme más respeto! ¡Otra de tus insolencias, y estarás fuera de nuestra agencia! —Pasó su mano por su muy escasa cabellera, la cual se estaba cayendo debido a la edad... o debido al estrés de tener que estar a cargo de Jimin.
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At the Top of my Lists [Yoonmin] ©
FanfictionPark Jimin es todo lo que Yoongi detesta. Yoongi es todo lo que Jimin cree que jamás buscaría en una persona. El día que llegaran a juntarse sería el fin del mundo... o el de sus propios mundos.