Amor con hielo | Marco Asensio

Carvajal, te queremos.

Hace tres días habló con él por primera y última vez desde que está en Estados Unidos con el equipo. Al no tener disponible un teléfono, Marco y ella sólo podrán hablar cuando Alice o alguna de las chicas esté con María, cuando regrese a España se comprará otro teléfono.

Mientras, María ya se encuentra muchísimo mejor y ha vuelto al trabajo. En su mesa abundan los papeles y pide un café al saber la intensiva mañana que le espera.

Zapatos, bolsos, accesorios de nueva temporada a los que hay que buscar espacio y promocionar de alguna manera. Los agrupa por estilos y por campañas ideales, escribe como llevaría ella los anuncios y los va pasando a dirección para que los pongan en marcha.

Mientras comprueba y comprueba en el ordenador, decide colarse en su antigua cuenta de twitter, la que se hizo cuando era una cría, la de aquella etapa nefasta. El user da pena ahora que lo piensa y los tweets aún más. Comprueba los followers existentes, de los 27 que la siguen, a Dani lo bloquea, y a los demás hace que dejen de seguirla bloqueándolos y desbloqueándolos.

Por un momento se lo piensa, ¿y si volviera a usar aquella red social? Sería una buena manera de saber de Marco ahora que no está aquí.

La configuración no se hace esperar, cambia el @mariarisitas23 por el @flawlessmaria que tiene en instagram, pone una foto de perfil y un encabezado actual; busca la manera de borrar todos los tweets de aquella cuenta y deja de seguir a todas las personas a las que seguía. Y vuelta a empezar, comienza a seguir a las cuentas de twitter del Real Madrid, Isco, Morata, Lucas, Nacho, Carvajal, a todo el equipo y por supuesto a Marco.

Cuando va a escribir su primer tweet después de tantos años recibe una llamada telefónica:

- ¿Mamá?

- ¿Hija estás en el trabajo? - la nota contenta

- Sí, pero no estoy haciendo nada importante, ¿qué pasa?

- Pues que estamos en el aeropuerto y en menos de dos horas llegamos a Madrid.

- ¿Cómo que venís?

- Pues que te echamos de menos, por lo que tu padre y yo nos hemos cogido dos días libres para ir a verte.

- Me acabáis de dar una enorme alegría. - María está emocionada

- Cuando el taxi nos deje en el hotel, ¿pasas a por nosotros?

- ¡Claro! En un rato nos vemos mami, tengo muchas ganas de abrazaros.

María no cabe en sí de la emoción, nunca había pasado más de una semana fuera de casa y ya lleva un mes viviendo en Madrid, les echa de menos, y aquello le acaba provocando que las lágrimas broten de sus ojos.

Tras secarse las lágrimas vuelve al trabajo, sin antes escribir algo en esa red social a la que ha decidido volver:

Después de terminar de trabajar, comprueba la dirección del hotel que le ha mandado su madre y reserva la comida allí. Tras aquello apaga el ordenador y pone rumbo a casa para cambiarse.

Natalia aún no ya llegado de clase, pero le manda una nota de audio en whatsapp diciéndole que se una a la comida cuando pueda, que a su madre le hará mucha ilusión verla.

Cuando termina de arreglarse, coge su bolso y se va al hotel donde deben estar ya sus padres.

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8 de la mañana en California. Marco no puede dormir más, después de salir del baño coge la tablet que le ha dejado Dani Carvajal, con la adevertencia de que no se la rompa, y entra en su cuenta de instagram. Mira todas y cada una de las historias que le van apareciendo, tampoco se fija mucho en ellas, quizás en las que más en las de sus compañeros. Todo sin olvidarse de que en unas horas jugarán el primer partido de pretemporada.

Nueva historia de @flawlessmaria en instagram de hace 3 horas.

Mensaje directo
@flawlessmaria

¿Por qué motivo te tapas la cara?

¡Estás vivo! PD: no hay motivo para mostrar mi cara, 😁 ¿A qué hora jugáis al final?

Sí, estoy vivo, dale las gracias a Dani, que me estaba subiendo por las paredes al no poder estar por aquí. Jugamos dentro de 4 horas, ¿lo verás?

Pues no sé, todo depende si juega el jugador con dorsal número 20 o no...

Con que esas tenemos, ¿eh? 😝

Dile a Carvajal de mi parte, que gracias y que le quiero.

¿Cómo que le quieres?

Dani le ha salvado la vida prestándole el aparato, así puede saber como están su padre y su hermano, qué pasa por el mundo, que dicen los periodistas hoy de ellos, y pese a que sus amigos seguro saben más que él, ahora puede saber cómo está ella.

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Mismo momento, 9 horas de diferencia.

- María, deja el móvil un momento.- le pide su madre

- Vaaale.- dice ella con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Y esa sonrisa? - pregunta Pablo

- Tu a callar.