Amor con hielo | Marco Asensio

No me sueltes.

Realmente existen abrazos reconfortantes, de esos que no quieres que acaben nunca.

Que se pare el mundo si hace falta, no se ha sentido tan segura como en los brazos de Marco. Además, sabe que si acaba ese abrazo deberán hablar largo y tendido sobre lo acontecido en las últimas semanas, y aunque María ha decidido contarle la historia completa, su mayor secreto, al chico que tiene delante y del que está locamente enamorada, no está preparada para escuchar que quizás sea verdad que ha vuelto con Marina.

Verle al abrir la puerta del aseo le ha quitado un peso enorme de encima, podrá estar todo lo triste o enfadado con Marco, pero le echa de menos más que a nada en este mundo y quizás sea hora de aclararlo todo.

- Bonita, tenemos que hablar.- dice Marco en el oído de la chica haciendo que esta se estremezca

- ¿Y crees que este es un buen escenario para hablar? - ríe María nerviosa observando que aún siguen en en el baño

- ¿Prefieres que el grupo de cotorras esté a nuestro alrededor escuchando?

- No.

Marco la sienta en la encimera del baño para tenerla a su altura, la mira a los ojos y le seca de nuevo las lágrimas, al posar su mano en la mejilla de la chica a el también le encantaría que se parase el mundo mientras ella siguiese allí.

- Creo que he sido muy idiota al no empezar esta conversación mucho antes, y María, no te puedes hacer una idea de lo que te echo de menos. De como me he sentido estos días cuando me ignorabas porque estás enfadada conmigo. La historia de que he vuelto con Marina es totalmente mentira, te prometo que no pasó nada.

- Marco, no tienes porque darme explicaciones, si has vuelto con ella adelante. Sed felices.- dice María con la voz realmente rota, bajándose de la encimera del baño, dándole un beso en la mejilla al chico y predisponiéndose para salir de allí

- Te acabo de decir que no pasó nada.- la atrae hacia el cogiéndole la mano - Fue todo parte de un trato que había hecho con esa revista para ganar dinero. Lo único que le ha interesado siempre de mí fue la fama y el dinero. Se cree que pese a dejarla yo lo estoy pasando mal, cuando estoy mejor que nunca.- le coge la otra mano con dulzura y a ella le tiemblan las piernas al escucharle hablar - Y cuando volvimos a Madrid que me dijeran que ya no querías saber nada de mí y que podrías estar saliendo con Lucas Hernández, mi corazón se iba quebrando poco a poco. Ojalá todo eso no hubiera pasado.

- Marco, necesito contarte una c...- el chico la interrumpe de nuevo

- María, quiero ser yo el que te vea cada mañana al despertar, ver esos hoyuelos que aparecen en tus mejillas cada vez que te ríes, el que haga lo que sea por no verte mal,... Porque siento algo muy fuerte por tí María y quiero estar contigo.

Aquello deja a la chica sin respiración, sólo sabe agachar la cabeza e intentar tapar que le arde la cara de lo colorada que se ha puesto, y es que aunque Marco la agarre de la barbilla para que sus ojos vuelvan a conectar, sabe que debe contárselo antes de que sea muy tarde.

- Marco, siento cortar el rollo de este momento del que ni yo quiero salir, pero también te tengo que contar algo, es tan duro que creo que deberíamos sentarnos.

- ¿Qué pasa? - pregunta Marco sentándose en un taburete que encuentra y le pide que se siente sobre sus piernas

- ¿Te acuerdas de la noche en que casi nos besamos?

- Me hiciste la cobra.- ríe Marco

- Bonito, yo quería besarte.- confiesa María

En ese mismo instante, María empieza a contarle la historia que le ha ocultado, la que la ha mantenido siempre alejada de el. Como Dani consiguió anular todas sus esperanzas con el amor, que su exnovio es el causante de todos y cada uno de los moratones que inundan su cuerpo. El cómo tenía miedo de enamorarse de nuevo y que le pudiera ocurrir lo mismo. Porque todos los chicos son iguales, o eso pensaba. También le cuenta que aquellas palizas son las causantes de que ella llegara a Madrid, que le de miedo volver a casa por si se vuelve a cruzar con el y se repiten, no quiere volver a quedar inconsciente y no poder contarlo en casa para no preocupar a su familia.

- No te besé porque pensé que jugabas conmigo.- dice María levantándose

- ¿Cómo voy a jugar contigo si verte cada día me da la vida? Si quiero protegerte y cuidarte.- Marco también se levanta y vuelve a cogerle las manos

- ¿De verdad ibas a besarme aquella noche? - pregunta María con una sonrisa de oreja a oreja y mirándole directamente a los ojos

- ¿De verdad sientes lo mismo por mí?

- Ajá.

Sus caras cada vez están más cerca. Los ojos de el observan con detenimiento los ojos y los labios de ella, mientras que los ojos de ella observan con detenimiento los ojos y los labios de el.

- Hola.- le dice un Marco sonriente

- Hola.- contesta una María nerviosa

El beso esperado por ambos está próximo a producirse, no se sueltan de las manos, pero alguien irrumpe en el baño.

- ¡Tortolitos! La cena está lista.- Morata tarda poco en darse cuenta de su error y sale de allí lo más rápido posible provocando un silencio incómodo que hace que María se tirase al suelo con un ataque de risa

- ¿Cenamos? - dice Marco para romperlo

- Claro.- se levanta y sale por delante del chico hacia el jardín

Marco se sienta junto a Álvaro e Isco y los demás chicos, María al lado de Alice.

- Tío, siento haberos cortado el rollo.- se disculpa Morata en susurros

- No te preocupes amigo, ya llegará el momento perfecto.- dice Marco sin dejar de mirar a la chica a la que ha confesado sus sentimientos hace unos minutos y resulta que son recíprocos.

El beso hubiera sido la guinda.

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Se podría decir que más o menos estoy de vuelta, y mi mano ya va mejor, lo demás también va curándose. Gracias por preocuparos tanto el otro día, sois amor. Espero que OS haya gustado y nos leemos en el próximo capítulo.

PD: En multimedia os he dejado como sería la última escena en visual.