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Recuerdo perfectamente la primera vez que vi un piano. O la primera vez que vi a alguien tocando un piano.

Porque fue la primera vez que escuche el sonido de un piano.

Tenía 5 años cuando mis padres me llevaron a un recital del hijo del jefe de mi padre. Dylan. Su familia era norteamericana y el niño tenía un divertido acento cuando hablaba. Nuestros padres se llevaban bien y normalmente me pasaba las tardes de los domingos jugando videojuegos en su enorme casa.

Un día mi papá llego después del trabajo y me dijo que todos iríamos al recital de música de Dylan porque él quería que yo estuviera ahí.

Esa fue también la primera vez que mi corazón dio una voltereta triple y casi se sale de mi pecho.

Mi madre me puso un lindo traje azul y todos nos encaminamos a su amplia y cara escuela. Nos dieron lugares en primera fila y después de 20 minutos de un anciano dando los saludos el recital comenzó.

Pasaron varios niños tocando diferentes instrumentos y ninguno me había llamado la atención de manera importante. Es decir, amaba la música desde entonces y cada sonido de cada instrumento me parecía particularmente hermoso, pero a mí corta edad, durante 30 minutos sentado en una silla el doble de mi tamaño, esos sonidos no me resultaban necesariamente entretenidos, hasta que apareció Dylan.

Salió con un pequeño traje negro de pingüino, saludó con una reverencia y después se sentó en un cajón con un almohadón rojo. No sé en qué momento entraron personas para colocar el piano, pero cuando Dylan se sentó, este definitivamente se veía magnífico.

Ambos, al piano y Dylan.

Puso sus pequeñas manos sobre las teclas y comenzó a tocar. La música detuvo el tiempo a mi alrededor. Me enamore de cada pequeño sonido desde ese instante, e incluso recuerdo que en cuanto termino de tocar jale de la manga a mi padre y le exigí adorablemente que me dijera que canción era esa, luego corrí hacia Dylan y lo abrace por pura emoción.

Ese día me di cuenta de dos cosas.

Una fue que amaba el piano y que definitivamente deseaba aprender a tocarlo.

La segunda, que sentía atracción por Dylan. Tal vez fue por como había tocado pero desde entonces se que prefiero a los hombres.

Al menos lo hacía hasta que un idiota me robó el amor por el piano y el amor por los hombres.













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El sonido estaba retumbado en mi oídos tan fuerte que no podía ni siquiera escuchar mi propia respiración.

Conocía esa canción. Oh diablos que conocía esa canción.

Era First Love de Utada Hikaru. Aprendí a tocarla cuando apenas había cumplido los 16 años  y mis padres me regalón mi primer piano personal. Y esta sonando a través de los pasillos.

Desde lo qué pasó no había oído un piano en meses y ahora estoy oyendo una de mis canciones favoritas siendo tocada de la manera más majestuosa posible.

—Te apuesto 10 mil wons a que es Jimin... —Yoongi detuvo mis pensamiento y mi posible enamoramiento por quien fuera que estaba tocando esa canción, con un comentario simple mientras sujetaba una escoba.

—Seguro que sí, es el único que se quedaría aquí cuando ya todos se han ido —habló Tae mientras sacudía el polvo del piso con inmensa flojera.

¿Quién?, ¿Jimin?, ¿Quién es Jimin?

—...uhm... yo uh... ¿q-quien es Jim...? —estaba a punto de hacer las preguntas que se habían formulado en mi cabeza, pero una vez más, no me dejaron terminar.

—Oh Jimin es compañero mío en la mayoría de las clases. El maldito es jodidamente bueno en todo a lo que artes de refiere —respondió Tae a mi pregunta no formulada .—Dibuja, baila, canta, hace esculturas impresionantes, escribe y es genial con los instrumentos. Créeme, estoy con él en música, él es realmente bueno.

—Olvidaste mencionar lo más importante Tae... —habló Yoongi con una sonrisa danzarina que me incomodó un poco.

—Oh si. —continuó hablando mientras su expresión cambiaba a una mucho más dramática. —Él es sordo. 

La música no se detuvo ni por un segundo y las palabras de Tae solo sonaron como susurros que no me interesaba escuchar.

Era hermoso. Era realmente hermoso. Y quien fuera que lo estaba tocando era seguramente más hermosos aún.


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HASTA LA PRÓXIMA c:

HASTA LA PRÓXIMA c:

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ᵀᵒᵘᶜʰ ᵐᵉ ⤷  ʲⁱᵏᵒᵒᵏ ♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora