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Taehyung siguió quejándose un largo rato.

Al parecer su maestra de música le había pedido que trabajará extra para poder salvar la materia porque él no tenía un gran talento con ningún instrumento en particular y por lo tanto había evitado tocar cualquiera cosa todo el semestre, lo que provocaba que tuviera que trabajar con un tutor si no quería deber la materia.

—Y ahora tendré que quedarme una hora más en este infierno porque Minho solo puede ayudarme después de clases.

—Yo... en verdad... l-lo siento Tae.

—Oh no te preocupes Jungkook, solo estoy siendo paranoico otra vez. Lo que si me molesta es que además de eso tengo que limpiar por el estupido castigo del director, Yoongi me asesinaría si lo dejo hacer todo solo.

El transcurso del día fue tan normal como se podía esperar. Estaba impresionado la verdad. Había pasado de esconderme en un rincón a tener cinco chicos hablando a mi alrededor todo el tiempo. Taehyung aún me recogía entre clases y a él se le habían unido Jin y Hoseok, quienes eran particularmente risueños y siempre parecían muy entusiasmados por todo.

Cuando la última clase llego a su fin me sudaban las palmas de las manos. Sabía que Taehyung ayudaría a Yoongi con los pisos y luego tendría su tutoría con este chico de último año, Minho.

Pero seré realista. Lo único que me importaba es el poder escuchar a Jimin tocar otra vez. Ahora sabía que él siempre se quedaba después de clases para practicar y no había otra cosa que rondará mi cabeza desde entonces.

Taehyung llego por mi y Yoongi apareció unos minutos después caminando perezosamente mientras toda la gente desalojaba los pasillos.  Ellos comenzaron a limpiar cuando ya no había nadie e instantáneamente como un reloj el piano se escucho tan melodioso como ayer.

Estaba curioso. Tenía miedo pero realmente deseaba verlo tocar, así que di la excusa tonta y confiable sobre ir al baño y seguí el sonido atraído por el como una polilla a la luz.

Atravesé un largo pasillo y me detuve en frente de una puerta de madera con una pequeña ventanita en la parte superior. El sonido de las teclas se oía con más intensidad y sabía que Jimin estaba tocando del otro lado de la puerta.

Tome el marco de la ventana y asome un poco los ojos para divisar el cuerpo de Jimin sentado en un banquito mientras sus dedos creaban la música más hermosa nunca antes oída.

Soy alto y no tengo que alzarme mucho para ver a través de la ventana, así que me resultó sencillo mirar el perfil de Jimin mientras tocaba el piano.

Su cabello era de un tono naranja descolorado y tenía un ligero sonrojo atravesando la pálida piel de sus mejillas, por el esfuerzo supongo. Su expresión era serena; sus ojos se movían de las teclas a las partituras colgando en un pedestal frente a él y podía ver claramente que sus pastañas eran largas, incluso con la sombra reflejándose en su rostro. De ves en cuando se relamía los labios sin detener sus dedos y aveces se los mordía por la concentración en la que se encontraba.

No me di cuenta que tanto me había perdido mirando las facciones de su cara, pero sin querer me recargué demasiado en la puerta y se abrió un poco creando un chirrido que resonó en mis oídos.

Oh carajo.

Jimin detuvo sus movimiento y se quedó quieto observando sus manos mientras parpadeaba incrédulamente.

La sangre me volvió al cuerpo cuando vi como volvía a tocar aquella hermosa melodía sin voltear a verme.

Luego de ese momento de pánico me quede recargado en la pared escuchando la hermosa música que salía del salón.

***

Me alejé rápidamente en cuanto el sonido se detuvo y volví con Tae y Yoongi quien al parecer solo estaba esperando por mi, porque Taehyung se había ido a sus tutorías con Minho.

Esa noche soñé con la música que Jimin había producido cuando estaba espiándolo. Incluso recuerdo que entre mis sueños aparecían ojos marrones y largas pestañas acompañados de labios rechonchos. 

Pero eso solo estaba vagando en mis recuerdos. Tal vez solo era mi imaginación.

***

Al día siguiente hice exactamente lo mismo.

Pase todo el día pensando en lo mucho que deseaba oír a Jimin tocar y espere con ansias el final del día hasta que era hora de limpiar. O bueno, para mi de escuchar a Jimin.

Procure ser cuidadoso está vez y no recargarme demasiado en la puerta. No estaba haciendo nada malo pero de todas formas no me parecía del todo correcto estar espiando a una persona mientras hace algo importante. No suena muy bien.

Así que solo mire Jimin un momento y luego me quede sentado en la piso con los ojos cerrados, ensimismado por el sonido proveniente del salón.

Una vez más, cuando la música cesó salí de ahí disparado para buscar a Yoongi y poder irme a casa.


***



Eso sucedió día tras día durante toda la semana.

Incluso después de esa semana, le dije a Taehyung que me quedaría con él y lo esperaría cuando saliera de sus tutorías.

Él siempre decía que Minho había resultado ser realmente genial. Le ayudaba mucho y ahora Tae podía tocar una nota musical en la guitarra. Lo cual resultaba impresionante teniendo en cuenta que él no es un genio con nada que se refiera a música.

Él ver a Jimin, o en realidad oírlo, se convirtió en una parte primordial en mi día. Me causaba paz infinita y el hecho de que su música no me hiciera recordar todo lo que había pasado me intrigaba y a la vez me hacía sentir cómodo y seguro. Como un bebé cuando escucha la voz de su madre.

Seguí observándolo por varios días más durante dos semanas. Intentaba recrear su música en mi cabeza cada vez que extrañaba verlo. U oírlo. 

Todo me resultaba integrante en ese punto. Jimin no sabía que espiaba sus prácticas puesto que jamás notaba que yo me encontraba ahí.

Al menos eso creía yo.









Bye bye <3

Bye bye <3

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ᵀᵒᵘᶜʰ ᵐᵉ ⤷  ʲⁱᵏᵒᵒᵏ ♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora