22

388 41 26
                                    








Huele a te de manzanilla. A dulce y relajante. Huele a hogar. Huele a Jimin.

Deje de hipar en el instante en que la punta de mi nariz rozó la piel en su cuello. Fue prácticamente instantáneo, y tan extraño también.

En vez de tener que morderme el labio para no romper a llorar, tenía que controlar mi necesidad de aspirar con más fuerza y de rozarme un poco más cerca.

— ¿Ya estás mejor? — susurró cerca de mi oído y me acarició la espalda sobre la tela de la bata que suponía me habían dado las enfermeras.

Mi plan era responderle aún cuando tenía un nudo pequeñito en el centro de la garganta, pero honestamente su cuello olía tremendamente bien y no podía sentirme más seguro justo así. En esa posición. Mientras él acariciaba mi espalda y yo restregaba sutilmente mi nariz en la curvatura de su cuello.

— Mmm — respondí sin despegarme de su cuerpo. Estaba tan calientito.

Escuche su nariz olfateando mi cabello y después dijo — Hueles a medicamento Jungkook — con sus labios pegados en mi frente.

No dijimos nada después. Me quede así y deje que su calor corporal tranquilizara mi acelerado corazón aunque sinceramente lo volvía más alocado.

No se en que momento había dejado de darme miedo estar tan cerca de alguien. Es decir, yo le tenía miedo a que me tocaran. Pero por alguna extraña razón, oír la respiración de Jimin y el latido de su corazón pegado a mi propio pecho me hacía sentir completamente seguro.

— ¿Quieres que llame a tus padres o algún do...? — negué con la cabeza muy rápido antes de que terminara de hablar.

No quería a nadie. Yo lo quería a él. Solo a él.

Oí como la manija de la puerta se movía indicando que alguien iba a entrar a la habitación pero tome la decisión de ignorar el sonido y seguirme meciendo con la sensación de la respiración de Jimin.

— Jimin, el doctor dijo que ya... — asome la cabeza desde mi posición en el cuello de Jimin y vi a Yoongi sosteniendo la manija con los labios ligeramente separados y a mis padres con los ojos bien abiertos. Confusión directamente plasmada en sus pálidos rostro.

— ... uhm que ya tenias que salir. Sus papas quieren estar con él — dijo señalando a mi mamá quien solo estaba ahí parada toda ojos saltones y respiración atascada en lo que parecía la expresión más confusa que yo había visto en ella.

— Oh uh si... si ya voy — Jimin quito los brazos de mi cuerpo y se alejo de mi. Inmediatamente tuve nuevas ganas de llorar. — Adiós Jungkook... — susurro agitando su manita hacia mi.

Apenas lo vi alejarse se me acumularon las lágrimas en los ojos y de un segundo a otro ya estaba hipando con la vista pegada al suelo. Lo quería cerca otra vez. Lo quería cerca para siempre.

Estire el brazo hacia su dirección. Justo ahora ni siquiera me importaba si parecía un completo tonto llorón ahí. Quería que regresara.

— Jimin... — no era capaz de decir nada más pero él alcanzó a oír mi débil susurro y se giro instintivamente con una sonrisita que hinchó mi corazón.

— ¿Mhm?... ¿Jungkook?... oh no, no Kookie no llores... — dijo acercándose a mi otra vez y sosteniendo la mano que me había pegado al ojo para que no vieran mi patética forma de llorar.

A través de la nube de lágrimas acumulada en mis ojos noté la mirada de mis papas. Ellos parecían tan confusos y desconcertados.

Siendo sincero yo lo estaba también. No le permitía a nadie tocarme y ahora ellos me veían llorándole a un extraño para que viniera y me abrazara otra vez, seguro tenían un montón de preguntas.

ᵀᵒᵘᶜʰ ᵐᵉ ⤷  ʲⁱᵏᵒᵒᵏ ♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora