Jimin tenía la mirada al frente. Observaba con determinación un punto invisible, yo apenas si podía contener las lágrimas.¿Qué había hecho?
Él esperaba mi respuesta y solo podía limitarme a mirarlo. Sus alguna vez nobles y dulces ojos, estaban llenos de confusión, enojo, negación. Él no podía creer lo que yo había dicho y no lo culpaba. Su hermano, su amado y admirado hermano, no podía ser un violador. Él no podía.
— Jimin... — su voz me daba náuseas. Ahora era más ronca y sonaba tan madura. Mi cuerpo temblaba del coraje solo con pensar en cómo su vida se había vuelto tan perfecta, con el rostro pulcro y la voz suave. Él tenía la vida que yo solo podía soñar y a él realmente no le importaba — no creerás lo que él dijo ¿verdad?, soy tu hermano, él está paranoico y seguramente me confundió con alguien...
Este era el colmo.
— Yo no te confundí con nadie, Taemin. Tú me violas-...
— ¡Basta!. Por favor solo... cállate, Jungkook.
Nunca me sentí mas miserable. No cuando me encontré en el hospital después de que un maldito me violara, no cuando mis padres entraron llorando, no cuando nos mudamos, no antes, solo ahora. Ahora que Jimin me juzgaba con sus ojos. Él no me creía. Y yo me sentía miserable.
Arrugue las cejas una última vez en su dirección. Yo no mentía. No sobre esto, no sobre nada. Negué con la cabeza y deje caer una última lágrima antes de caminar hacia la puerta.
En cuanto salí, las lágrimas se me agolparon en los ojos. Jimin era la única persona que anhelaba, desde lo que me había pasado, que no me mirara con lastima. Sus ojos siempre eran reales, siempre eran honestos y cuidadosos. Pero por un milisegundo, antes de salir por la puerta, me llamaron mentiroso y desbordaban la lástima que yo suplicaba nunca ver.
***
Se suponía que todo iba a ser más fácil.
Estaríamos en un lugar nuevo. La gente no sabría lo que me había pasado y todo se resolvería con el tiempo. Pero no era así.
Me dolía el pecho con frecuencia. El recuerdo de aquella vez se repetía una y otra vez en mi cabeza y me sentía tan culpable. Pero no era justo. Nada era mi culpa. Me habían herido y lastimado y me habían arruinado la vida y no era mi culpa.
Y no importaba cuánto quisiera a Jimin, ni si el no me creía. No era mi culpa.
No había visto a nadie desde hace una semana. Mis padres fueron a la escuela y explicaron todo pero por alguna razón ya no me importaba si todo el mundo lo sabía porque no era mi culpa.
Tae no llamó, Yoongi no llamó, Jin no llamó.... Jimin no llamó. Y aunque sentía como si nadie se preocupara, sabía que yo mismo me estaba alejando.
Nadie externo a mis padres entró ni salió de mi casa por cinco días y cuando finalmente me había resignado a que esta era la realidad que me perseguía, tocaron a la puerta.
En ese momento camine con desgane los cinco metros desde la sala hasta la puerta y anhele. Anhele que todo fuera diferente... o que todo fuera igual. A este punto ya no lo sabía.
Cabello naranja fue lo que me recibió en la entrada. Y de nuevo, como un golpe en el estómago, vi ojos reales.
— Hola, Jungkook — Todo se veía igual... pero nada se sentía igual. Me dolía el corazón. Y de repente esa historia de las arterias que se rompen cuando estás triste parecía mi más cercana agonía, porque tenía roto el corazón.

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ᵀᵒᵘᶜʰ ᵐᵉ ⤷ ʲⁱᵏᵒᵒᵏ ♡
Fanfiction> ❀Contenido Homosexual, duh ❀jm¡ Top | jk! bottom ❀ Historia 100 % mía. ❀Si quieren adaptarla porfavor preguntar primero. ❀Angst ❀Finalizada ♡︎