Ya había dado unas cuantas vueltas por la planta, y estaba llegando la hora de la terapia.
Se fue a la biblioteca para leer algo y a la vez esperar a los de la terapia.
Ya eran las 16:45, y la biblioteca estaba vacía.
Le gustaba la tranquilidad que se respiraba allí.
De repente llego un hombre de unos 25 años. Venía acompañado chico más o menos 2 años menor que el, unos 14 años.
El chico tenía un peluche de un conejo sujetado con un brazo, y con el otro estaba agarrado al brazo del hombre.
El tenía el pelo medio largo y negro. Piel pálida. Ojos verdes oscuro. Llevaba un pijama de dos partes con botones, de rallas azules y blancas. Iba solo con calcetines.
Para ser un niño de 14 años tenía un carácter infantil como de 6 .
Andrés al ver a ese chico, se quedó embobado de lo mono que era, le dio como un flechazo así de repente. Pero volvió a la realidad.
-¿Co-como me puede gustar un chico?, eso es ridículo. ¿Un chico a otro chico?- susurraba.
El se acerco a ellos para preguntarle si sabía algo de la terapia.
-Perdonen, ¿lo de la terapia de la 17:00...?- pregunto
- Ah, tu eres el chico nuevo. Vaya. Hola, yo soy Samuel, encantado de conocerte.- le sonrió.- este pequeño de aquí es Daniel-
Andrés le sonrió. Daniel, al verle, se escondió detrás de Samuel.
-Es un poco tímido. Cuando te conozca, ya no lo será tanto, te lo aseguro- le sonrió de nuevo- Bueno, tenemos que esperar a los demás a que vengan. Vamos a nuestro sitio. Es por aquí, sígueme.-
Subieron por unas escaleras que estaban un poco escondidas entre las estanterías llegando así al piso de arriba. En el había un pos sillones y una mesa en el medio. Estaba todo rodeado de estanterías.
En toda la ida hasta allí, Daniel, se giraba todo el rato para ver a Andrés, aunque el no se daba cuenta, ya que estaba contemplado todos los libros que había allí.
-Es aquí- dijo
-Esta biblioteca mola muchísimo- estaba super emocionado viendo todo
-Venga siéntate y ponte cómodo mientras los demás vienen, que estos chicos siempre con unos tardones-
Andrés se sentó en un sillón casi en frente en el que estaba sentado Daniel. Se quedaron unos segundos mirándose hasta que Daniel desvío la mirada al notar que se ponía un poco rojo.
-¿Cuantos somos en la terapia?- pregunto Andrés.
-Pues... Andrea, Alexander, su hermano pequeño, Daniel y... tu, nadie más-
-Somos pocos, ¿no?-
-Bueno, no hay más chicos de vuestra edad con traumas o problemas aqui- mientras decía eso, le daba un zumo de piña a Daniel.
Al ver el zumo, la carita sería que tenía, se convirtió en una preciosa sonrisa, como la de un niño abriendo su primer regalo de cumpleaños.
- Y ¿cuantos años tiene Daniel?-
-Tengo 14 años. Se que parezco más pequeño pero bueno, soy como soy...- dijo
Era la primera vez que Andrés escuchaba su voz. Era una voz ni demasiada dulce ni demasiada varonil. Se podría decir que ese niño era casi perfecto.
-Y porque estas aquí?- pregunto
- T-tengo alucinaciones y tendencias suicidas- dijo con la mirada baja y temblando.
Andrés le cogió de la mano. El levanto la mirada sorprendido.
-No estas solo, ¿vale? Te puedo ayudar- le dedicó la sonrisa más dulce que nunca le uniera hecho nadie.
-Si!- le dijo con una sonrisa de oreja a oreja- Y, ¿tu que haces aquí? Eres nuevo, nunca te había visto.-
-Pues, estaba a punto de suicidarme. A si que de supone que yo tambien tengo tendencias suicidas.- lo dijo de la mejor gana que pudo.
-¿Que hiciste para casi suicidarte?-
-Me corte las venas. Pero no recuerdo nada, e perdido toda la memoria.-
- Eso es bueno!- le dijo super feliz.
-¿Por que?-
-Eso significa que la vida te a dado una segunda oportunidad para que la vuelvas a crear, aquí, en este centro, conmigo- se tapó la boca sorprendido- Di-digo, con nosotros.- Se puso super rojo de repente.
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Cicatrices
RandomAndrés tiene un accidente, y termina dentro de un psiquiátrico. El quiere volver a hacer su vida. Allí conoce a sus nuevos amigos y quizá a alguien más....