Dake llego a la puerta de la habitación de Daniel. Se paro, y bajo a los dos que tenía en sus brazos.
-Gracias por traernos Dake.-le dijo Kevin.
-De nada hermoso.- le respondió Dake acercándose a Kevin para darle un beso.
Estos se empezaron a besar, como si no hubiese nadie delante.
Daniel hizo un pequeño gruñido para llamarles la atención, y recordarles que no estaban solos.
Ellos al escuchar eso, se separaron.
-Dani, antes no te molestaba que no besasemos. Que pasa, ¿hechas de menos a tu novio?- le dijo Kevin.
-Tonto, no es mi novio.- le regaño Dani.
-¿A si? ¿Que te tendrá que decir esta noche?- le recordó.
-¿Co-como sabes eso Kevin?-
-Estaba al lado cariño, se oía todo.- le dijo mientras le sonreía picaramente.
-Pu-pues no se que me tendrá que decir...- costesto nervioso.
-Seguro que es algo muy bonito. ¡Yo quiero ir!- dijo Kevin con actitud de niño pequeño.
-Oye, es un momento a solar de ellos dos, Kevin, como los nuestros, dejarles ser felices.- le contesto Dake a Kevin.
-Valeee, pero después me tendrás que contar todo lo que pase ahí, en esa biblioteca. Solo te digo que lo que mancheis lo tendréis que limpiar, porque a mi también me gusta la biblioteca, y no me gustaría encontrarme con líquidos extraños- dijo Kevin.
-Agg. No vamos a hacer nada maldito pervertido.- le respondió Dani mientras sacaba la lengua y ponía cara de asco.
-Ya sabes como soy.- cogió a Dake de la mano.- Vamos Dake, dejemos que el pequeño uke se prépare para su hermoso seme.- no dejaron que Dani contestará y salieron directamente dejandolo solo en su habitación.
Pasaron las horas, y ya faltaban 15 minutos para que llegase la hora.
Dani cogió a Yuki y se puso en camino.
Llego a la puerta de la biblioteca, y ya era la hora.
Normalmente, Andrés solía ser muy puntual, pero ese día, se estaba retrasando bastante, y eso a Dani le empezaba a preocupar.
Ya habían pasado 20 minutos de la hora en la que quedaron.
Dani estaba sentado en el sillón de siempre, esperando a Andrés impaciente mientras jugaba y hablaba con su conejito de peluche Yuki.
De repente se vio una sombra en la puerta de la sala. Era Andrés. Pero venía acompañado.
Andrés estaba regañando a su acompañante. Esa persona era Andrea.
No se podía escuchar nada de lo que decían desde la distancia en la que estaba Dani, pero si que se podía notar que Andrés tenía un cabreo importante.
En un momento, se llegaron a escuchar unas cuantas frases, ya que los dos empezaban a levantar la voz:
-¡Que no Andrea!¡No insistas!¡Ya te lo e explicado cuatrocientas veces!- dijo Andrés.
-Pero entiendeme, tu eres el único que de parece, ayúdame por favor.-
-¡No! Me parecere, pero no soy el, y tampoco puedo sustituirlo. ¡A si que ahora vete!¡que e quedado!-
Andrea le miro, se vio como una lágrima caía sobre su mejilla, desvío la mirada, y se fue corriendo.
Andrés suspiro y se puso una mano en la nuca, giro su cabeza, y vio a Dani.
El estaba de pie delante del sillón, abrazando a su conejo.
El se acerco a Dani.
-¿Q-que pasaba?- le pregunto Dani.
-Nada importante.- le respondió Andrés mientras le ponía un mechón de su pelo detrás de la oreja.
-Va-vale... me lo tendrás que contar de todas formas. Cuando estés preparado, ¿vale?- le dijo Dani.
-Vale, te lo prometo.-
Hubo un silencio en el que se quedaron mirándose el uno al otro, pero no era de esos silencios incómodos.
-¿Que era eso que me querías decir?- le pregunto Dani.
-Eh... Lo que te quería decir era que si...- tomo aire.- ¿Quieres ser mi novio?-
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Cicatrices
AcakAndrés tiene un accidente, y termina dentro de un psiquiátrico. El quiere volver a hacer su vida. Allí conoce a sus nuevos amigos y quizá a alguien más....