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-Es que sinceramente no entiendo cómo puedes salir con alguien como él-pusiste los ojos en blanco al escuchar a tu madre repetirte aquello una vez más.

-¿Con alguien como él? ¿Con alguien que me trata bien, me respeta y me ama? Perdón mamá no sabía que eso te molestaba.-Y dicho aquello saliste de la casa hecha furia, subiste al auto y recargado la cabeza contra el volante dejaste que un suspiro brotara de tus labios, ¿Por qué tú madre tenía que ser así con tu novio? ¿Por qué no podía entender que Remington no tenía nada de malo? A tus ojos era la perfección en persona. Soltando un suspiro más encendiste el auto y manejaste en dirección al departamento de Remington, al llegar bajaste del vehículo y diez segundos después de tocar la puerta Remington abrió la misma con una sonrisa manchada de chocolate–que probablemente era nutella– y sin camiseta, un suspiro brotó nuevamente de tus labios pero esta vez era provocado por la ternura.

-Hola amor-te saludó él alegremente mientras se inclinaba para dejar un beso en tus labios-No pensé que fueras a llegar tan temprano.

-Lo siento , discutí con mi madre y no soportaba estar un minuto más ahí.

-¿Por qué han discutido?-Cuestionó curioso; mordiste tu lengua para no contarle el porqué de la discusión y rápidamente buscaste cambiar de tema, pero él pareció intuir qué había ocurrido-Fue por mí ¿No es así?

-Rem...

-No Maxime, no me gusta que discutas con tu madre por mí-murmuró jalando su blanco cabello en señal de frustración, de forma rápida te recargaste sobre su regazo y besaste sus labios.

-Oye no importa, mi madre algún día entenderá que te amo y eso es lo único que importa-intentaste asegurarle, de todas formas aunque tú madre nunca aceptará a Remington te daría igual, lo amabas y no pensabas terminar tu relación con él solo porque a ella le parecía que Remington era demasiado afeminado.

-Quizá puedo, no sé, dejar de usar maquillaje en los conciertos y...-Besaste sus labios interrumpiendo la estupidez que estaba por decir, por supuesto que no ibas a permitir que él cambiara su forma de ser para poder agradarle a tu madre, su forma tan libre de ser era lo que te había enamorado de él en primer plano.

-Oye, estás loco si piensas que te dejaré cambiar solo por qué a mi madre no le agrada que mi novio use maquillaje-una ligera sonrisa se formó en los labios de Remington, volviste a picar sus labios pero esta vez él no te permitió separarte apretándote contra su cuerpo para profundizar el beso.-Pienso que no le agradas a mi madre porque haces mejor delineado que ella.

-¡Oh, cielo santo!-Remington recargó la cabeza sobre tu pecho, escondiendo su rostro mientras reía; con ambas manos tomaste sus sonrojadas mejillas e hiciste que te mirara.

-Te amo, ¿Lo sabes?

-Claro que lo sé, espero que tú sepas que yo también te amo-respondió rozando su nariz con la tuya provocándote un cosquilleo en el estómago, cruzaste tus brazos sobre su cuello y besaste su mejilla.

-Y así como sé que me amas, sé que también me maquillarás para la fiesta de hoy ¿Verdad?Remington estampó su mano contra su rostro y dejo escapar una larga y sonora carcajada.

-Por supuesto que sí, vamos a hacer que tu madre me odie más cuando vea lo bien que rockea tu delineador.

Ambos se dirigieron hacia su habitación, él se sentó en el piso y tú sobre sus piernas de manera que parecían entrelazarse. Justo en esa posición, Remington comenzó a aplicar la base en tu rostro; en ese momento, reafirmaste que no existía otro lugar en el mundo, en el que desearas estar más que en ese preciso lugar, con tu chico "afeminado".

Maquillaje || Remington Leith ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora