7

906 81 9
                                        

Si ibas a ser realmente honesta, tenías que decir lo mucho que te preocupo ver a Alexander levantarse de las escalares y caminar directamente a tu novio, estuviste a dos segundos de meterte en el camino de tu hermano cuando lo escuchaste hablar.

-Quiero pedirte disculpas por todo lo que mi madre ha hecho-no eras la única sorprendida, Remington tenía los ojos bien abiertos y la quijada por el suelo-¿Van a decir algo? ¿Al menos podemos entrar a la casa? Me estoy congelando aquí afuera

-Si... si por supuesto que sí, vamos Rem, vamos-tus manos temblorosas sacudieron el hombro de tu novio quien sacudió la cabeza y estirando la mano le indicó a Alexander que los siguiera, abrió la puerta de la casa y dejó que tú entrarás primero siendo seguida por tu hermano.

-Entonces ¿Has venido a disculparte por lo que hizo mamá?-Cuestionaste una vez que los tres estuvieron dentro de la casa, Alexander asintió a la vez que se sentaba en el pequeño sofá de cuero, te sentaste en el sillón frente a él y Remington rápidamente se sentó a tu lado tomando tu mano entre las de él.

-Sé que es un poco inusual viniendo de mí, pero no es asunto de mi madre si te maquillas o no y valoro mucho que te hayas enfrentando a mí madre con tal de defenderla-no podías dejar de estar impresionada cada vez que Lex abría la boca para decir algo, tu estómago daba un vuelco, te sentías muy feliz de que al fin una de las personas con las cuales habías pasado toda tu vida aceptara a la persona que amabas.

-Aceptó tus disculpas, no había nada de qué disculparse después de todo-comentó Remington a la vez que se encogía de hombros-y ahora que has aceptado el hecho de que tu hermana salga conmigo y además viva aquí, tengo que decir que la llevare de tour conmigo dentro de dos semanas.

-¿De tour? ¿Con tu banda? ¿Ella sola con ustedes?-Una sonrisa brotó de tus labios al ver el lado protector de tu hermano salir a la luz, Remington se rio y rasco su cuello.

-En realidad las novias de mis hermanos irán también y dentro de nuestro staff hay varias chicas, no hay porque preocuparse-Alexander enarcó una ceja no estando complacido del todo con la respuesta de tu novio.

-¿Estás segura de todo esto? ¿Ir de tour y estar rodeada de cientos de personas enloquecidas por tu novio?

-Sí, lo estoy, tranquilízate Alex además estaré trabajando mientras Remington esté ocupado con las cosas de la banda.

-Entonces... ¿Va a ser tu jefe?

-Si.

-No.

Ambos respondieron al mismo tiempo, Remington primero que tú, miraste a tu novio sorprendida y el solo río jalándote a su lado al mismo tiempo que besaba tu mejilla.

-No literalmente-respondió el peliblanco mirando a tu hermano, después de que los tres continuarán hablando por lo que había sido una hora Alexander se levantó diciendo que tenía que irse y que le había gustado hablar con ustedes, dio un apretón amigable a Remington y le susurró que te cuidara sino el en persona iría a su casa para hacerle desear no haber nacido.

-Gracias Lex.

-¿Sabes que te amo verdad? Eres mi hermanita, no te alejaría de algo que sé que te hace feliz, solo ten cuidado.

-Ahora lo sé y lo tendré-abrazaste a tu hermano y después de un montón de peticiones de que te cuidaras mucho se marchó. Cerraste la puerta, te dirigiste a la cocina donde tu novio se encontraba preparándose un sándwich de nutella, te recargaste contra la puerta y lo observaste con los brazos cruzados.

-¿Qué?-Cuestionó tu chico con la boca llena y el labio superior ligeramente lleno de chocolate, te acercaste hacia él y limpiaste su labio con tu pulgar para después chuparlo saboreando así el dulce sabor de las avellanas.

-¿Así que serás mi jefe?-Preguntaste divertida a la vez que te sentabas en el banco al lado de Remington.

-Prácticamente, si-murmuró encogiéndose de hombros, sonreíste por lo bajo, divertida porque sabías que lo que estabas apuntó de decir confundiría ligeramente a Remington.

-Bueno entonces creo que en el tour no abra nada de sexo ni de besos-murmuraste soltando un largo y profundo suspiro a la vez que te levantabas del banco de la cocina y comenzabas a caminar hacia la sala, rápidamente escuchaste como uno de los bancos rechinaba contra el piso para después escuchar los pesados pero rápidos pasos de tu novio caminando a tu encuentro, ni siquiera habías logrado llegar al sillón cuando ya te encontrabas siendo cargada por los brazos de Remington.

-¿De qué rayos hablas? Claro que habrá sexo y besos, de hecho debe de haber besos, muchos besos, ¡Necesito que haya besos!-Te retorciste de la risa en los brazos de tu novio y de un segundo a otro ambos estaban recostados en el sillón riendo.

-Pero si eres mi jefe debemos de separar nuestra relación profesional de la sentimental-Remington río y negó mientras enterraba su rostro en tu cuello comenzando a raspar suavemente su nariz contra la piel de tu cuello provocando que la piel se te erizara-además no me vas a pagar por hacerte sexo oral.

-Podría hacerlo si es lo que quieres-murmuró contra tu cuello, lo golpeaste en el pecho y él solo se alejó riendo.

-No soy una prostituta.

-Por supuesto que no, eres Maxime mi bellísima novia que ira de tour por todo Estados Unidos conmigo-reíste atrayéndolo hacia tu rostro para besarlo.

Solo esperabas que todo saliera bien, por qué si Remington no estaba listo para dejarte ir, tú tampoco estabas preparada para marcharte.

Maquillaje || Remington Leith ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora