Tomaste tus cosas cuando estas estuvieron acomodadas en las maletas, Remington tomo la más pesada y procedió a sacarla de la casa para así meterla al auto. Miraste por todas las habitaciones de la casa buscando a tu madre y finalmente la encontraste en el patio trasero de la casa, tomaste aire y dejando las pocas cosas que cargabas contigo saliste a decirle que ya te ibas.
-Mamá...
-Ni siquiera te atrevas-la miraste consternada por su actitud-no puedo creer que después de todo el sacrificio que he hecho para sacarte adelante me pagues de esta forma, yéndote con el primer imbécil que se te cruza por delante.
-Mamá...
-Ni te molestes en defender tu postura, mejor vete de una buena vez y desde ahora mismo te advierto, no vuelvas cuando esa cosa que se hace llamar hombre te eche a patadas de su casa.
-Lo dices por qué ya lo has vivido ¿No es así?-Hasta el momento tú madre te había dado la espalda pero al escucharte hablar dio un giro para encararte-vamos mamá, contesta, ahora entiendo por qué desde el primer momento que supiste que Remington cantaba en una banda insististe en echarlo de mi vida. Pero ¿Sabes qué mamá? Tus pecados jamás serán los míos, que tengas un lindo día.
No perdiste más tiempo, entraste a la casa y tomaste lo que habías dejado en la puerta, caminaste más rápido al darte cuenta que tú madre gritaba intentado darte explicaciones, al salir de la casa notaste que Remington tenía el auto encendido y se encontraba recargado contra el capo fumando el cigarrillo que anteriormente había llevado en la oreja.
-¡Maxime espera!-Gritó tu madre de manera escandalosa logrando que Remington se asustara y el cigarrillo se le resbalara de las manos, subió sus lentes a su cabeza y asustado se giró a dónde estabas.
-Ignórala y sube al auto-demandaste, tu novio solo asintió, ambos subieron al auto, te encargaste de lanzar las cosas a la parte trasera del auto y cuando tú madre salió corriendo de la casa tú ya te encontrabas en marcha hacia tu nueva casa.
Hacia tu nueva vida.
-Amor, sé que quizá no quieras hablar de esto ahora mismo pero ¿Has pensado en lo que dirá tu padre cuando se entere? ¿O tu hermano?-Una sonrisa cruzó tu rostro al escuchar como Remington se preocupaba tanto por cosas que a ti simplemente no te afectaban. Acariciaste su rodilla y le diste un ligero apretón a la vez que pensabas en las palabras correctas.
-Remington nos conocemos desde hace tres años, somos pareja desde hace dos y medio, sé que te oculte que tenía un hermano pero no te oculte de mi padre, él sabe todo acerca de ti, de nosotros y aunque se conocen muy poco por todos sus viajes le agradas, porque sabe que me haces feliz y que te amo-Tomaste su mano libre y dejaste un beso en ella, no te miro, no contestó, pero no hizo falta porque la sonrisa en su rostro y la forma en que sus ojos brillaban te hacía saber que se encontraba aliviado y feliz de tenerte con él.
-Iremos a cenar en casa de mi madre esta noche, Emerson y Sebastian no te han visto desde que regresamos del tour y están impacientes por verte.
-¡Oh sí! Los he extrañado tanto-chillaste emocionada por volver a ver a los hermanos de tu novio que a ausencia del tuyo se habían convertido en tus hermanos también. Llegaron al departamento de Remington y dejaron vagamente acomodadas las cosas ya que después tendrían todo el tiempo que quisieran para acomodarlas, ambos decidieron cambiar su ropa para la cena con la madre de Remington.
Como era de esperarse tu novio simplemente se colocó unos skinny jeans negros con las rodillas rotas y esa camiseta con un montón de hoyos que te gustaba tanto, tú por tú parte decidiste utilizar una falda plisada roja hasta las rodillas con un crop top negro.
-Te ves preciosa-murmuró Remington abrazándote por la espalda mientras observaba como hacías tú delineado de ojos-la línea te salió torcida
-Es por eso que desde que salgo contigo tú me delineas los ojos-comentaste divertida mientras tomabas una toalla húmeda para deshacer la línea torcida en tu ojo, le tendiste el delineador líquido a tu novio quien te obligo a sentarte en la cama, tomó tu mentón para levantar tu rostro, después de medio minuto sin sentir el contacto del pincel ibas a abrir los ojos pero los labios de Remington se unieron a los tuyos y obviamente no pudiste evitar seguirle el beso, con el paso de los segundos el beso se volvía más demandante, Remington termino recostando a ambos en la cama, con cuidado comenzó a subir tu falda para recorrer tu desnuda piel con sus dedos, un escalofrío estremeció tu cuerpo por el calor que comenzaba a expandirse por tu cuerpo y entonces tu teléfono comenzó a vibrar.
-Estoy comenzando a sentir odio a la maldita tecnología-reíste y antes de coger el teléfono para contestarlo dejaste un suave beso en sus labios, colocaste el teléfono en tu oído a la vez que murmurabas un suave hola.
-¿Por qué mamá acaba de llamarme gritando y llorando diciendo que eres una malagradecida?-Suspiraste dejándote caer nuevamente sobre la cama, Remington rodó lo ojos y se recostó sobre tu cuerpo, quedando casualmente enterrado en tus pechos, reíste tiernamente y comenzaste a acariciar su blanco cabello mientras hablabas con tu hermano sobre lo que pasaba con tu madre.
Los segundos comenzaron a ser minutos y te preocupaba que pronto se convirtieran en una hora pero Alexander no dejaba de darte sermones sobre cómo no debías desperdiciar tiempo discutiendo con tu madre ya que por lo menos tenías una, además insistía en que peleabas por una causa pasajera. Remington comenzó a aburrirse así que comenzó a dejar besos despreocupados por el torso de tu mano libre, pronto sus labios se comenzaron a mover por tu brazo y cuello, pasando por el valle de tus senos aún por encima de la ropa recorrió tu estómago haciéndote soltar risillas pero cuando sus hábiles manos se las arreglaron para subir tu falda y bajar tus bragas el asunto comenzó a preocuparte.
-Remington-advertiste a tu novio que solo levanto su mirada hacia ti y te sonrío de lado.
-Así que estás con él-ibas a replicarle a tu hermano pero en cuanto abriste la boca un suspiro salió de esta al mismo tiempo que tus caderas se elevaban de la cama, los brazos de Remington se enroscaron en tus piernas y te mantuvieron fija en una sola posición.- ¿Está todo bien ahí?
-Sí, es solo que no entiendo porque estas del lado de mamá-respondiste rogando porque tu voz no se quebrará por el placer que estabas recibiendo, tu hermano comenzó a enlistarte sus razones pero siendo sincera, no le estabas prestando atención, tu cabeza estaba concentrada en el movimiento de la lengua de tu novio y en cómo sus dedos curioseaban por tu feminidad, sin poder resistirte más comenzaste a mover tus caderas para que estas se acompasaran a los movimientos de Rem en tu clítoris.
Su lengua recorría tu feminidad lentamente, disfrutando cada segundo de ello, a la vez sus dedos se movían repetidamente dentro y fuera de ti haciendo que la humedad entre tus piernas aumentará, sin querer soltaste un gemido ronco, tus ojos se abrieron completamente y miraste a tu novio que estaba un poco peor que tú ya que él se encontraba completamente sonrosado aún entre tus piernas.
-¡Y no te quejes! Te estoy reprendiendo por tu bien y lo sabes Max-el alivio recorrió tu cuerpo al escuchar a tu hermano decir aquello, al parecer Alexander no había deducido que tu gemido era de placer, lo había confundido pensando que te estabas quejando.
-Alexander, tengo que colgar te veré mañana en la cafetería ¿De acuerdo?-Escuchaste como tu hermano murmuraba algo en respuesta y después colgaba, te alejaste del tacto inmóvil de Remington, flexionaste tus rodillas recargando tu cabeza sobre estas y lo miraste desde la cama.
-¿Quieres morir verdad?-Murmuraste divertida, viste como Remington se pasaba una mano por el cabello aún consternado por lo que acababa de pasar y por lo que podría haber sucedido si tu hermano no hubiera mal entendido el contexto.
-Casi me mando a la hoguera solo-Reíste y le tendiste la mano para que subiera a la cama contigo-lo siento es solo que me aburrí y no pensé.
-Está bien, tranquilo Remington, ve a lavarte los dientes tu madre nos espera-una sonrisa se extendió en los labios de Remington, bajo de la cama y cuando pensaste que estaba por irse al baño, jalo tus piernas al filo de la cama y se inclinó nuevamente entre tus piernas.
-¿No creerás que dejare esto a medias? ¿O sí?
Y bueno quizá iban a llegar tarde a cenar, pero solo un poco tarde, solo un poco.

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Maquillaje || Remington Leith ||
FanfictionLa vida no es fácil cuando eres novia del vocalista de una banda en ascenso y hay muchos obstáculos en el camino. ¿Podrán solucionarlo o será demasiado la presión?