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Sus dedos tamborilearon contra la pequeña mesa de madera, observó el autobús intentado distraerse con algo para que los recuerdos o la ansiedad no plagaran su mente, Remington se sentía bastante impaciente por contarles a sus hermanos la decisión que había tomado después de hablar con Andy. Se pasó la mano por la cara y justo en ese momento la puerta del autobús se abrió dejando ver a sus hermanos que entre risas y jugueteos subían al autobús, se levantó de la mesa y esperó a que ambos chicos lo vieran.

-Hola Remington-dijo Sebastian a punto de dirigirse a la parte trasera del camión, Remington le tomo el brazo, deteniéndolo y los ojos azules de su hermano observaron el agarre y luego levanto una ceja, preguntando de manera no verbal qué le pasaba.

-Necesito hablar seriamente con ustedes-los hermanos intercambiaron miradas entre sí y después de unos segundos ambos se encogieron de hombros y se sentaron alrededor de la pequeña mesa para poner atención a Remington, quien ya no parecía tan decidido como al principio, el chico se mordió el labio, soltó un suspiro y una vez más repaso mentalmente lo que iba a decir.

-Bien, eh, lo que quería decirles es que sé que les he estado complicando la vida los últimos meses desde mi rompimiento con Maxime y quiero pedir una disculpa por eso-Emerson y Sebastian se miraron entre sí confundidos y un poco desconcertados por las palabras de Remington.

-Pues si has sido un idiota, pero te perdonamos-dijo Emerson levantándose y dándole unas palmaditas en el hombro, cuando procedió a irse Remington, al igual que a Sebastian, le tomó la mano e hizo que parara.

-No he terminado aún-las mejillas de Emerson se tiñeron levemente de rosa mientras se sentaba y se sintió mal por querer abandonar tan rápido la conversación, se volvió a Sebastian quien lo veía como diciendo "¿Qué le ha picado a Remington?" a lo que Emerson solo se encogió de hombros-¿Recuerdan cuando estuvimos en Toronto? Pues conseguí hablar con Maxime y darle mi anillo.

-¿Hablas en serio?-Dijo Sebastian golpeándose en la cara con su mano-Te dijimos que la dejaras en paz, ¿Por qué simplemente no la dejas ser feliz con Andy?

-Remington, ella está bien con Andy, para de hacerle daño, estas siendo muy egoísta-Remington observó cómo sus hermanos desbocaban contra él defendiéndote, sin siquiera darle tiempo para explicarse.

-¡Por una vez en sus vidas pueden callarse y escucharme!-Pidió en un grito que sintió le desgarró la garganta, ambos chicos lo miraron con sorpresa, la mayor parte del tiempo Remington era muy pasivo, incluso solía disculparse por cosas que no hacía pero ahora estaba ahí gritando mientras intentaba no morirse de los nervios.

-Está bien, lo sentimos.

-A lo que iba es que he hablado una vez más con ella y me ha abierto los ojos sobre algo que sabía pero no quería aceptarlo-Remington sintió como un nudo se alojaba en su garganta impidiéndole respirar o hablar correctamente, pasó saliva e intercaló miradas con sus hermanos.-Después de dos semanas, cuando regresamos a Los Angeles, he hablado con Andy porque necesitaba saber que ella realmente estaba feliz y Andy me ha dicho algo que no he podido sacarme de la cabeza durante estos últimos días...

Ambos chicos lo miraron esperando que continuara, pero podían ver el miedo en los ojos de su hermano, ¿A qué? Aún no lo sabían pero tenían la sensación de que pronto lo diría.

-He pensado que sería buena idea que tomemos un descanso por un tiempo, mientras yo voy a, a... terapia-murmuró la última parte en un tono tan bajo que de no ser por la falta de ruido en el autobús Sebastian y Emerson no le habrían escuchado. Cuando el cerebro de los hermanos proceso lo dicho por Remington ambos se miraron pasmados sin entender realmente que acababa de pasar, un profundo silencio inundo el autobús por varios minutos, haciendo que los nervios de Remington aumentaron con cada segundo que sus hermanos permanecían callados.

Maquillaje || Remington Leith ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora