Maquillaje || Remington Leith ||

25

Llevabas alrededor de quince minutos caminando y Remington seguía detrás de ti rogándote que lo escucharas, te negaste una y otra vez esperando que se cansara pero el chico parecía imparable.

-No voy a escuchar una palabra de lo que digas Remington, tú y yo terminamos hace meses, supéralo, no hay nada que puedas hacer sobre eso-dijiste dándote la vuelta y encarándolo.

-¿Por qué eh? ¿Por qué en la primera oportunidad que tuviste corriste a Andy?-Tu mandíbula se tensó y sentías como tu corazón latía fuertemente, nadie debía atreverse a cuestionar el amor que tenías por tu novio.

-¿En serio Remington, lo dices tú? ¿Quién se consiguió otra chica mientras estaba en una relación? ¿Quieres hablar sobre quién olvida más rápido? Porque tengo una idea de quién saldría perdiendo.

-Yo... yo... yo termine con Anna-murmuró rascándose el cuello y mirándote, con que de eso se trataba todo, internamente rodaste los ojos.

-Lo siento mucho Remington, parecía una buena chica que lástima que le rompieras el corazón, pero seguramente ya tienes a su reemplazo, porque es lo qué haces ¿No?-Antes de siquiera obtener una reacción continuaste con tu camino, al no escucharlo más asumiste que se había dado por vencido y que había entendido que no querías nada que ver con él.

Tu celular vibro y sin ver la pantalla contestaste la llamada.

-¿Hola?-Dijiste siendo consciente de lo dura que tú voz sonaba por la rabia que estabas conteniendo.

-¿Max? ¿Todo bien por allá?-Tú cuerpo se relajó al escucharlo, tomaste aire mientras te debatías internamente en si contarle lo que había pasado.- ¿Amor?

-No Andy, nada está bien por aquí-sentiste como tus ojos se llenaban de agua, no estabas triste y ya no te sentías enojada, quizá era la manera en que tu cuerpo quería soltar toda la tensión que acumuló en tan pocas horas.

-¿Qué pasa amor?

-¿Recuerdas cuando te conté por qué no podías conocer a mi madre?-Andy emitió un sonido que te invitaba a continuar-Pues resulta que de ese amorío nací yo y James es mi padre.

-Max, lo siento tanto, ¿Estás bien? ¿Quieres que vaya? Puedo tomar el primer vuelo que encuentre a Toronto-sentiste una sonrisa dibujarse en tu rostro, su preocupación por ti te agradaba, te limpiaste las lágrimas con el dorso de la mano.

-Andy, no, la gira acaba de empezar no puedes cancelar los conciertos, sería una injusticia para todos los demás, mejor regresaré a casa de Alex tomaré mis cosas y me iré contigo-te mordiste el labio contemplando lo que acababas de decir y que además te habías auto-invitado al tour- claro, si no te molesta, de ser así puedo ir con Sebastian y JJ.

-Yo estaría encantado de tenerte conmigo, pero necesitas aclarar las cosas Max, sé que es difícil pero mereces saber toda la historia, no puedes huir de esto-resoplaste, sabías que tenía razón y apreciaste que te lo dijera aun sabiendo que existía la posibilidad de que te molestara su respuesta.

-Bien, estoy yendo a casa de mi hermano, te llamaré en un rato-ambos se despidieron, cortaste la llamada y te guardaste el teléfono en el bolsillo, te diste la media vuelta para buscar un taxi pero chocaste contra una persona, te alejaste pidiendo disculpas hasta que te diste cuenta de quién era.

-Tienes que estar bromeando-chasqueaste la lengua y cruzaste los brazos-creo haberte pedido que me dejaras en paz hace seis calles.

-Necesito hablar contigo-lo miraste fijamente, sus ojos imploraban que lo escucharas al igual que su tono de voz.

-Pues yo no quiero hablar contigo-hiciste la parada a un taxi y abriste la puerta del carro, antes de subirte lo miraste-Respeta eso no hagas lo mismo que con nuestra relación.

Y te fuiste, pensando en cómo Remington había sido tan sin vergüenza como para siquiera acercarse a ti, otra vez, te recogiste el cabello en una coleta para después recárgate contra el vidrio. Dios mío, ni siquiera te dejó disfrutar de tu hamburguesa, su presencia te incomodo tanto que solo atinaste a aventar un billete de veinte dólares a la mesa para después levantarte y salir de ahí, con el chico pisándote los talones.

Lo alejaste de tu mente y pensaste en Andy, tú bello novio, que aunque él deseaba tenerte a su lado no quería que fuera de esa manera, no quería verte huyendo de tus problemas te armaba de valor para enfrentarlos, aún recordabas como te hizo hablar de nuevo con Alexander.

-Sé que no te gusta hablar de eso, pero lo haré de todos modos porque me importas-tu mirada confundida hizo que Andy sonriera, había sacado el tema de la nada, apareció en su mente y consideró que era momento de decirlo.-De Alex.

-Andy...

-No. escúchame, necesitas hablar con él, Maxime es tu hermano, imagina la preocupación que debe de estar sintiendo por no saber dónde estás o si estás bien-soltaste un suspiro y Andy sujeto tu mano, haciendo que lo miraras a los ojos-Solo llámale, dile que estás bien y ya, hazlo por tu propia paz mental.

-Odio que tengas razón-murmuraste tomando tu celular de la mano para salir al balcón de la habitación para hacer una de las llamadas más difíciles de tu vida.

El taxi paro frente a la casa de tu hermano, le pagaste, bajaste y te dirigiste directo a la puerta, antes de que siquiera pudieras tocar la puerta se abrió, tu madre salió corriendo y te envolvió en sus brazos a la vez que te pedía disculpas entre sollozos, inhalaste y exhalaste con fuerza sintiendo como tus músculos se relajaban en el abrazo.

-¿Hiciste qué?-rodó los ojos, no quería que sus hermanos le dieran un sermón, quería su apoyo.

-Fui al restaurante al que siempre íbamos cuando éramos pareja, sabía que en algún momento terminaría yendo y agradezco infinitamente el que haya sido sin Alex o tendría la cara partida en este momento-dijo mientras rebuscaba en los cajones, escuchó a Sebastian resoplar, se giró y lo miró-¿Qué?

-Déjala en paz Remington, ella está con Andy, todos hablan de lo bien que se ven, no le arruines la felicidad una vez más.

-Sí, bueno, todos decían lo mismo cuando estaba conmigo-susurró entre diente mientras seguía buscando entre los cajones-Estoy seguro que lo dejé aquí.

-¿Qué buscas?-Preguntó Emerson al ver como su hermano estaba tan desesperado por encontrar lo que sea que estaba buscando.

-Esto-dijo triunfal a la vez que sostenía el objeto en sus manos, Emerson lo miró con los ojos bien abiertos y Sebastian simplemente negó con la cabeza, se dio la vuelta y dejó la habitación.

-¿Para qué carajo quieres eso Remington?-No le contestó, solo sonrió observando el objeto en sus manos, esa cosa lo iba ayudar a que regresaras a su lado, estaba seguro.

-Eres un idiota si crees que funcionará.

-Valdrá la pena intentar-sonrió guardándoselo en el bolsillo del pantalón, camino directo a la puerta.

-Espero que pronto entiendas qué lo que estás haciendo está mal.

Pero Remington no lo entendía y probablemente no lo haría en un buen tiempo, porque él sólo pensaba en cuanto te necesitaba de regreso.