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Un suspiro escapó de sus labios mientras con cuidado aplicaba el maquillaje de sus ojos, se sentía fatal, peor aún, se sentía tonto, quería pensar que todo estaba en su cabeza, pero no, no era así. Debió notar los pequeños gestos que hacía cuando le veía salir con los ojos pintados, el notable nerviosismo que sentía cuando estaban en público y él tardaba horas eligiendo sombras o delineadores, el cómo su nariz se fruncía ligeramente cuando él hablaba sobre lo bien que se le veía el maquillaje, debió notarlo.

-¡Remington, salimos en cinco!-Gritó Emerson tocando la puerta del camerino, suspiró e hizo la cruz con el delineador, se acomodó en su silla y observó su reflejo, los ojos rodeados de color rojo y el prominente delineador negro, resaltaban sus facciones y le gustaba verse así, no, no le gustaba, le encantaba y eso era algo que Anna no podía entender... pero tú sí y esa era una virtud que quizá no valoro lo suficiente.

Salió del camerino y tomó el micrófono, siguió a sus hermanos a las escaleras y con cada paso que daba más inseguro se sentía, ¿Qué tal si todos pensaban que su maquillaje era asqueroso? ¿O ridículo? Dios mío, en más de tres años estas cosas no le habían preocupado, pero ahora no dejaban de dar vuelta en su cabeza.

-Ojalá estuvieras aquí-murmuró antes de que la batería comenzara a sonar y las luces iluminarán el lugar, dejándolo expuesto e inseguro.

-¡Max, por aquí!-Te giraste rápidamente y pronto visualizaste la alta y esbelta figura de Andy, jalaste la mano de JJ y ambos caminaron hacia el chico de ojos azules.

-¡Hola Andy!-Dijiste sintiendo como sus brazos se enrollaban en tu pequeño cuerpo, correspondiste con la misma efusividad. Ambos se soltaron y le presentaste a JJ.

-Ah, Juan de Jesús ¿Verdad?

-¿En serio Max? No vuelvo a confiarte nada-Andy y tú rieron mientras JJ te daba una mirada venenosa que en el fondo era totalmente juguetona.

Los tres caminaron por los estrechos pasillos del recinto que aún se encontraba solo, tenían una conversación bastante casual, Andy estaba muy concentrado en JJ y sus habilidades como técnico de sonido, no fue hasta que tu amigo vio el escenario que los dejó solos.

-Es un buen chico, ¿No?-Cuestionó Andy, te reíste y asentiste. Un silencio se formó entre los dos, no era incomodo, de hecho te sentías muy relajada, era como si Andy te transmitiera paz-¿Maxime?

-¿Si?

-Me alegra que hayas venido-giro su cuerpo hacia ti y su mano se movió para después regresar a su lugar, entendiste lo que había querido hacer y tú estómago dio un vuelco al notar que Andy no te quería presionar a nada, así que extendiste tu mano y tomaste la suya.

-Me alegra estar aquí-dijiste viendo directamente sus azulados ojos y le sonreíste-después de todo no siempre tienes la oportunidad de ver a tu banda favorita en vivo.

-Ven, sé que quieres saludar a los chicos-sus manos se enlazaron y caminaron con rumbo a los camerinos, el estadio donde estaban era algo grande por lo que les dio la oportunidad de ponerse al tanto de varios aspectos de su vida, uno de ellos fue American Satan, la película donde Andy participaba pero lamentablemente no podía usar su voz para las canciones, por su contrato con Black Veil Brides y Andy Black, ahí fue donde tu ex-novio entró, prestando su voz y canciones para la película, después de todo era una gran oportunidad para el crecimiento de la banda.

-¿Ha faltado a tres grabaciones? Vaya, eso es...

-Demasiado, lo sé, a Ash no le parece bien su falta de compromiso, lo tiene muy molesto pero a estas alturas despedirlo significaría arruinar gran parte de la película-podías sentir la frustración del chico, incluso su andar había parado, apretaste su mano en forma de apoyos, relamió sus labios y te miró con esos zafiros tan potentes que tiene y se golpeó la cara con la mano libre-mierda soy un idiota, se supone que viniste aquí a olvidarte de él y lo primero que hago es quejarme sobre Remington, lo lamento tanto...

-Oye, está bien, entiendo, estás frustrado y con justa razón, le diste esta oportunidad a Remington porque es tu amigo y él la está echando a perder, sé lo que está en juego-acariciante su rostro y sus ojos conectaron, pero esta vez de una forma diferente, no sabrías describirlo con certeza pero se sentía como si sus ojos estuvieran atravesándote, observando dentro de ti, viendo directamente a tu alma y esa experiencia solo la habías tenido con una persona a lo largo de toda tu vida y si eras honesta te asustaba un poco lo que pudiese significar.

-Max-Murmuraste para que siguiera hablando mientras lentamente te acercabas, sentías que algo te jalaba a él, era como si fueras un imán pasando cerca de un montón de metal-Tengo tantas ganas de besarte.

Tu respiración se cortó por un par de milisegundos, dependía de ti lo que estaba por suceder, solo bastaba una simple oración para incinerar todo.

Y maldita sea, estabas dispuesta a iniciar el infierno en la tierra.

-¿Y por qué no lo haces?-Las manos de Andy no lo dudaron ni un segundo y se envolvieron en tu cintura pegándote por completo a su anatomía, se miraron una última vez antes de conectar sus labios, la electricidad recorrió tu cuerpo entreno, enrollaste tus manos en su cuello y lo atrajiste más a ti—sí es que eso era posible—el beso era desesperado, no querían tomar las cosas con calma, él ya había esperado demasiado y tú estabas harta del tacto, de ser tratada como muñeca de cerámica.

Sus manos divagaron por tu torso mientras que las tuyas se enredaban en su cabello, jalando los pequeños mechones que sobresalían de su nuca, su lengua recorría tu cavidad bucal a su antojo y ocasionalmente mordisqueaba tu labio inferior, todo se sentía tan intenso que tus piernas comenzaron a temblar, fue entonces cuando ambos se separaron para recuperar el oxígeno que sus pulmones exigían.

-Eso fue mejor de lo que imaginaba-dijiste con la voz agitada, Andy se rio y pico tus labios nuevamente, juntaron sus frentes y soltaste un suspiro-No hay vuelta atrás después de esto, ¿Verdad?

-No, creo que solo compraste un pasaje de ida-sonreíste y volviste a besarlo, ¿Te estabas aprovechando? Por supuesto que sí, ni en tus sueños más locos creíste besar a Andy Biersack y ahora que lo tenías aquí, enredado en tu dedo ibas a disfrutar cada maldito segundo.

-¿Alguien ha visto a Andrew? ¡Quedan cinco minutos para la prueba de sonido y nadie lo ha visto!-Escuchaste la voz del jefe de staff y comenzaste a alejarte, Andy tenía que hacer trabajo y no eras nadie para impedirlo.

-¿Qué haces?-Preguntó Andy jalándote de regreso a su pecho.

-Tú staff te necesita-dijiste enarcando una ceja.

-Dijo que quedaban cinco minutos ¿No es así?-Sonreíste y te paraste en las puntas de los pies para alcanzar sus labios una vez más.

No pudiste evitar alejar a Remington de tu cabeza, sentiste el remordimiento escalar en tu cerebro, pero rápidamente alejaste el sentimiento, porque no le estabas fallando a nadie, eras completamente libre de hacer lo que se te viniera en gana, así como Remington lo hizo en su momento sin importarle tus sentimientos.

Sin dar indicios te separaste de Andy y lo apreciaste por varios segundos, su mirada era una mezcla de confusión y miedo, escaneaste cada centímetro de su cara para después sonreírle, era tiempo.

Era tiempo de seguir adelante, con Andy.

Maquillaje || Remington Leith ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora