Maquillaje || Remington Leith ||

18

-¿Cómo es que...?

-¿Quieres pedirle a tu staff que limpien, por favor?, porque al parecer les causa mucho conflicto el dividirse y hacer lo que les corresponde-lo interrumpiste, tenías que hacerlo, tenías que hablarle duro, sí esto fuera tu decisión ni siquiera le habrías vuelto a ver la cara, pero claro, a la vida le gustaba reírse de ti.

-Eh, claro, chicos hagan lo que ella pide, después de todo estaba en el contrato-su voz temblaba, sus ojos no te abandonaron ni por un segundo, ¿Cómo hacerlo? Habían pasado meses desde que supo de ti, durante los primeros días fue un desastre completo, no se concentraba en nada, la culpa se lo estaba comiendo vivo, pero ahora, ahora te tenia frente a él y no iba a desperdiciar la oportunidad para confrontarte y tratar de explicarte lo que había sucedido un par de meses atrás-Maxime ¿Podemos hablar?

-Remington...

-¡Max! ¿Qué está pasando? JJ me dijo que estabas teniendo problemas con... ¿Qué pasa aquí?-Viste la oportunidad y la tomaste, pusiste el portapapeles en las manos de Bastian y le sonreíste susurrándole "es tu turno de hacerte cargo" y caminaste a grandes zancadas para alejarte lo más rápido posible, no querías hablar con Remington, no necesitabas escuchar una disculpa que te recordara el que te había engañado frente a tu nariz y que además de todo te había negado como su novia.

-Oye preciosa ¿Estás bien?-negaste con la cabeza a JJ y pasaste de largo hacia donde estaba el autobús, entonces lo escuchaste gritar tu nombre y sin pensarlo dos veces corriste, corriste con todas tus fuerza intentado llegar al autobús donde los guardaespaldas jamás lo dejarían pasar, pero repito, a la vida le gusta reírse de ti.

Tu pie se impactó contra una roca lo que en consecuencia te llevó al piso, perdiendo así tu ventaja sobre Remington y lo poco que te quedaba de dignidad. Te hubieras levantado, pero siendo sincera la idea de quedarse en el suelo sonaba más tentadora, porque de igual manera Remington te iba a alcanzar, era más alto que tú por lo que tenía piernas más largas que le permitían caminar más rápido sin siquiera poner mucho esfuerzo y además ahora sabía que trabajabas para Killing Dreams, de una u otra forma te iba a encontrar.

Así que te quedaste tirada ahí hasta que un par de brazos rodearon tu cintura y te separaron del piso, pero aquellos brazos eran demasiado fuertes para ser de Remington.

-Cielo santo, ¿Estás bien? ¿Estás despierta?

-¿Eres idiota acaso? Si estuviera despierta no te respondería-JJ contestó a Remington, subiste tu mano a tu cara y palpaste tu frente buscando algún corte o un chorro de sangre.

-Tienes que estar bromeando, no puedo dejarlos solos por unos minutos porque regreso y todo es un desastre-soltaste un risita al escuchar a Bastian tan molesto, te incorporaste ayudándote de JJ y miraste a los tres hombres frente a ti, bueno, en realidad solo dos, el otro no estabas muy segura de sí podías llamarlo hombre en realidad, no después de lo bajo que había caído.

-¿Y ustedes son?-La pregunta fue tan de repentina y fuera de lugar que desconcertó a todos, pero JJ levantó una ceja y se cruzó de brazos.

-¿Qué tal si empiezas por decir quién eres tú?

-Yo pregunte primero-y bueno lo que había podido ser una conversación tranquila se convirtió en una discusión sin sentido que sólo pretendía demostrar quién era el idiota más lleno de testosterona.

-¡Cállense! Dios mío-dijiste tocándote las sienes, dirigiste tu mirada a los tres chicos frente a ti y apuntaste a Remington con tu índice-Este es Remington Leith, vocalista de Palaye Royale, estos dos son JJ y Sebastian, técnico de sonido y director de mercadotecnia de Killing Dreams, bien ¿Todo comprendido? Genial, ahora vámonos.