Guerra nocturna

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Pov Phone Dude

Al fin llegué a mi casa… Tengo tanto sueño que me da pereza hasta cenar…
Me tomo rápidamente un yogur, me lavo los dientes y me dejo caer sobre la cama.

Scott… No me lo esperaba. No sé cómo no me di ni cuenta. ¡Si era obvio! Sabía que se parecía, pero creí que era una coincidencia. Ahora que lo pienso, cuando yo era niño me dijo que se llamaba Scott, aunque yo siempre me refería a él como "Yang"… Nunca se lo conté a nadie. Mis padres me habrían llevado a un psicólogo… Otra vez.

Empiezo a escuchar voces. Todo se oscurece. Tengo miedo.
Voz aguda: ¿Quién es ese que te ha besado hoy?
Yo: Er… Mi-mi novio…
Voz grave: Conque eres un pequeño maricón, ¿eh? Tampoco nos sorprende.
Yo: Prefiero el término homosexual o simplemente gay.
Voz grave: Como si a mí me importara lo que tú quieres, señorito diccionario de la RAE. Sabía que tener a esos tontos maricas de amigos te iba a afectar…
Yo: ¡No los llames así!
Voz grave: ¿Por qué? Es lo que son, ¿no? ¿No que los de vuestra especie os sentís orgullosos de ello? Lo único que te faltaba es que fueras la mujer de la relación…
Yo: ¡¿Y qué pasa si lo soy?! ¡Además de homofóbico, eres un grandísimo machista!
Voz grave: ¡No me levantes la voz!

Unas manos totalmente negras me empujan y caigo de espaldas, y los tentáculos de siempre me atan al suelo. Intento inútilmente soltarme.
Voz aguda: Así me gusta, quietito y calladito…

Uno de los tentáculos me tapa la boca, impidiéndome articular palabra.
Voz aguda: Tenemos mucha noche antes de acabar contigo. ¿Por qué no charlamos "amigablemente", como en los viejos tiempos?

No sé si espera a que le responda…
Voz grave: A ver si así te dejas de hacer el chulito…
Voz aguda: ¿Tú qué opinas? ¿Método tradicional o sugieres algo nuevo?
Voz grave: Mmm, que sea lo que Dios quiera… Hablando de Dios, parece ser que no te agrada mucho el tema del cristianismo…

Las voces sueltan unas fuertes risas.
Voz aguda: Pfff, animales que son dioses… Definitivamente te faltan un par de fusibles…
Voz grave: Oh, se me ha ocurrido algo…

Se oyen susurros entre ambas voces.
Voz aguda: ¡Oh, qué gran idea! Veremos si así aprende…

En la oscuridad alcanzo a ver una especie de garra (negra, como todo en el mundo de mis pesadillas) que me araña los brazos y el pecho. Doy fuertes gritos que son ahogados por el tentáculo que cubre mi boca.
Voz grave: Ohhh… ¿No te caían bien los felinos? ¿Y qué tal los reptiles?

Se me acerca algo como unos dientes de cocodrilo, que me muerden los brazos, seguidos por unos de tiburón que mastican mis piernas. Se empieza a formar un charco de sangre a mi alrededor… Que se empieza a mezclar con mis lágrimas…

Oigo un mugido y siento un inmenso dolor en el costado. Creo que ha sido una cornada de un toro. Lo siguiente son numerosas picaduras de medusas y avispas.
Voz aguda: ¿Has tenido bastante?

A ver cómo quiere que le conteste… Los odio con toda mi alma. Saben como hacerme el máximo daño sin llegar a matarme… Me cuesta respirar (sí, aunque esté soñando siento esa necesidad). Mis párpados pierden fuerza… No puedo…

Voz grave: Bueno, démosle el golpe de gracia…
Voz aguda: Nunca mejor dicho…

En medio de mi visión borrosa veo lo que creo que es la pata de un elefante. Esta se deja caer con todo su peso encima de mi cabeza, fue lo último que conseguí ver…

Me despierto exactamente en la misma posición en la que estaba atado, aún con un ligero dolor. Siento como si aún no pudiera moverme. Miro a mi alrededor. Creo que estoy en el mundo real.

Muevo lentamente mis dedos, luego mis brazos y piernas y finalmente consigo levantarme poco a poco a encender la luz. Se me ha quitado totalmente el sueño. Aún son las cinco de la mañana, me pregunto qué será lo que me ha despertado.

Me asomo por la ventana y veo unas luces parpadeantes. Parece ser que hay tormenta. Me habrá despertado algún trueno. Estoy teniendo demasiada suerte…

Amor de Telefonistas (AU Fnaf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora