Amor de Telefonistas (AU Fnaf)

El duelo

Pov Phone Dude

He estado casi todo el día dormido, despertándome solamente cuando tocaba comer. Subconsciente, por su parte, no se ha despertado en ningún momento. Sus heridas casi han sanado por completo.

Van a las dar doce y veinticinco de la noche cuando Bill entra, seguido de Scott, quien trae una bolsa con ropa.
Bill: Bueno, amigo, han venido a recogerte.

Scott se acerca mí, me da un beso en los labios y me da la bolsa con ropa.
Bill: Te dejamos solo para que te cambies.

Ya, solo... Miro hacia el rincón donde está Subconsciente, aún dormido en el regazo de Yin. Este último ha comenzado a reírse a carcajadas.
Yin: Pfff, claro, "solo".

Scott lo fulmina con la mirada.
Yin: Vale, vale, yo no miro.

Scott y Bill salen de la sala. Corro las cortinas y me escondo detrás de uno de los biombos del hospital, lugar donde me cambio.

Acabo rápido de vestirme y me acerco donde Yin y Subconsciente.
Yo: ¿Qué tal estáis?
Yin: Bien. ¿Y tú?
Yo: Bien, pero por alguna razón sigo teniendo sueño.
Yin: Normal, estaréis los dos agotados.
Yo: ¿Y tú?
Yin: ¿Yo? Qué va, jamás me canso. Aunque la verdad tampoco me molestaría tener la cama para mí solito durante una semana entera... Os vais ya, ¿verdad?
Yo: Querrás decir que "nos vamos".
Yin: Eso quise decir. Una pena que tenga que despertarlo, se lo ve tan tranquilo dormidito...

Yin agita suavemente a Subconsciente.
Yin: Venga, pequeñín... A levantarse...

Subconsciente se espabila.
Subconsciente: ¿Hmm?

Tocan a la puerta.
Bill: ¿Ya has acabado?
Yo: ¡Sí!

Bill y Scott entran.
Bill: Bueno, pues ya os podéis ir.
Yo: Gracias por todo.
Scott: Eso.
Bill: Nada, para eso estamos. Vuelve pront- Bueno, tú ya me entiendes. Y saluda a Garrett de mi parte.
Yo: Ok...

Acabamos de despedirnos y nos dirigimos caminos nuestra casa. Yin rompe el silencio.
Yin: Bueno, ¿y quién es ese "Garrett"?
Yo: El del psiquiátrico.
Yin: Ah, ya, no me acordaba.
Yo: Scott, ¿a qué día estamos?
Scott: Lunes, 28 de mayo de 2018. Ah, perdón, son más de las doce. Martes, 29 de mayo. Y, por si se te ha ocurrido la idea, ha dicho el jefe que mañana, oséase hoy, que no vayas a trabajar.
Yin: ¡¡¡Wiii, fiesta los tres chicos de la casa!!! :'D
Scott: ¡¿Excuse moi?! ¡¿Qué insinúas?!
Yin: Ce n'est rien. Solamente digo lo que todos sabemos.
Yo: Y cuando lleguemos a casa-
Scott: Derechito a la ducha.
Yin: Hala. Qué directo el chico.
Scott: ¿Qué? Lleva una semana sin ducharse.
Yo: Os he echado tanto de menos... Scott, ¿cómo está la casa?
Yin: Ufff, este desastre te ha caído un par de cosas un poquillo frágiles al suelo mientras no estabas.
Scott: No le creas, ha sido él cuando ha llegado, no me jod-, ejem, fastidies.
Yin: Se dice no me j*das, Scotty.
Scott: A la próxima te hago tragar la espada entera sin vaina ni nada.
Yin: Te quiero ver intentándolo.

Ay, estos dos... En cierto modo extrañaba estas peleas entre ellos.
Yo: Yin, ¿qué ocurrió mientras estabas por ahí?
Yin: Ah, ya tardabais en preguntar... Bien, pues llegué al lugar de la cita unas semanas antes de lo acordado, y me encontré con el fantasma de ese amigo del que tanto os he hablado a vosotros. Nos saludamos y esas cosas, y apareció el espíritu del rey a fanfarronear, diciendo que yo iba a perder y todo eso. Se largó al bosque hasta que llegó la fecha de la cita. A mí, por mi parte, me tocó entrenar. Por suerte parece que, al estar muerto, aunque hayan pasado seis siglos, aún no he perdido mi destreza con el manejo de la espada.
Scott: ¿Y cómo narices os íbais a batir en duelo si sois fantasmas inmortales?
Yin: Ah, ahí viene la parte interesante. Resulta que existe un terreno oculto que es utilizado cuando dos almas quieren recuperar su honor por medio de un duelo. Una vez se entra allí, ambos son "revividos", es decir, recuperan su cuerpo físico, pudiendo morir. No se puede salir de la zona, que era un cuadrado de unos pocos metros de lado, hasta que uno de los dos muera. Y ahí, si te mueres, desapareces. Ni más allá ni nada. Fuera de la existencia.
Scott: Ufff, suena demasiado a cuento de hadas eso, ¿no?
Yin: A ver, a ver. ¿Me estás diciendo que ves fantasmas, que me has visto meterme en las pesadillas de este chico, y por último pero no menos importante, me estás diciendo que tú mismo has revivido después de muerto y ahora no te vas a creer lo que os digo?
Scott: Está bien.
Yin: De todos modos tengo ahora unas cicatrices preciosas para la colección que ya luego os enseñaré. El caso, continuemos. Llegó el día del duelo y entramos en la zona. Él llevaba una espada algo más corta que la mía, pero obviamente más ligera. Parecía casi una daga. Para mi suerte, su vida fue la de un monarca tirano acomodado, que prefiere mandar a sus súbditos a la guerra antes que pelear él mismo al frente de todos el muy hijo de p*ta...
Scott: Hala, hala, no te emociones. Ibas por cuando estabais a punto de iniciar el duelo.
Yin: Ah, sí, disculpa. El caso, realizamos los saludos y todo eso. Mi amigo animándome desde fuera de la zona. Y en ese momento el rey se puso a decirme que con qué mano debía de pelear, y a reírse en mi cara. "¡Pelea con la derecha, ¿o no sabes esgrima?!"; decía el muy cabrito. "¡Me niego a pelear con alguien que no sabe ni sujetar su propia espada con la mano correcta!". Por el amor de Dios...
Scott: Yo ahí le pegaba.
Yin: Y eso hice. Me cegó la ira y me lancé contra él. Pero me esquivó y me encerró en un rincón, presionando su espada contra mi cuello.

Yin muestra una cicatriz en su nuez de Adán, bajo la luz de una farola.
Yin: Y comenzó otra vez con su palabrería: "¿Qué? ¿Te corto esa mano para que no te vuelvas a confundir o te mato directamente? Qué pena, me hubiera gustado que esto hubiera sido más largo...". Tras un rato de discurso, conseguí darle un codazo en el estómago y tirarlo al suelo. Me quedé apuntándolo con la espada.
Scott: Mátalo ya, ¿no?
Yin: Ya... Por un momento sentí compasión por él...
Scott: Venga ya.
Yin: Es culpa tuya si me he vuelto débil.
Scott: ¡¿Qué?!
Yin: Él aprovechó ese momento para-
Scott: Ahora me explicas eso de que te he vuelto débil.

Yin continúa, sin hacer caso a Scott.
Yin: ...Aprovechó para-
Scott: ¡Que no me ignores!

Yin se detiene y suspira.
Yin: Lo siento, pero yo no fui el que me prohibió defender a este chico de sus padres.
Scott: ¡¿Qué querías?! ¡¿Como aquella vez que casi te los cargas con tu espada?! ¡¿Pretendías dejar dos cadáveres en la casa de un chico de doce años?!
Subconsciente: Por favor, no os peléis ahora...
Yo: Se supone que ese asunto quedó zanjado hace tiempo.
Yin: Ya... Lo siento. Pero aún me siento culpable porque tuvierais que vivir con esos monstruos durante dieciséis años y que nosotros nos tuviéramos que quedar mirando.
Yo: Ya, no es culpa vuestra.
Yin: Sí... Scott, perdón por el comentario, aún-
Scott: Nada, nada, no importa, no te preocupes. Anda, sigue contando.
Yin: Iba por...
Yo: Aprovechó ese momento para...
Yin: Ah, sí. Ese maldito aprovechó para clavarme su espada en el muslo y levantarse.
Scott: Ish, qué dolor.
Yin: Y tanto. Me aparté, intentando no caer al suelo, y él aprovechó para atravesarme el abdomen con su arma. Ahí caí al suelo de rodillas.
Scott: Qué memoria para los detalles, ¿no?
Yin: En esos momentos todo pasa muy rápido y muy lento a la vez. Intenté levantarme, pero me apuntó con su arma a un palmo de mi cara, riéndose otra vez. Intenté levantarme, pero no era capaz. Usé mis escasas fuerzas para levantar mi espada contra él. Él siguió riéndose, pero... Conseguí ignorar el dolor por un momento, y le hice un ataque sorpresa, lanzándole numerosos cortes profundos en el estómago. Eso lo echó hacia atrás, con lo que conseguí levantarme con dificultad y lo encerré en un rincón. Él me hizo un corte en la cara, pero yo conseguí atravesarle el pecho.
Scott: Qué dulce venganza, ¿no?
Yin: No lo dudes. Se quedó paralizado, con la boca abierta. Jamás olvidaré la expresión de su cara en ese momento. "¡Pide clemencia!", le exigí mientras le sacaba la espada. Él parecía que se iba a caer. Lo ensarté en el estómago y lo tiré al suelo. Ahí caímos los dos a la tierra. Él no era capaz de moverse, así que aproveché mis últimas fuerzas para dejarlo bien muerto a base de estocadas. Al cabo de unos segundos desapareció. Estaba muerto.
Subconsciente: Olé.
Yin: Y luego vino la parte difícil: Salir de allí. Había perdido mucha sangre y, si moría antes de salir del terreno, yo también desaparecería. Así que me arrastré como pude siguiendo la voz de mi amigo, quién me recogió cuando conseguí salir de allí. Según él, tardé tres días en despertarme.
Yo: Wow.
Yin: Sí... Las heridas que te haces allí, aunque vuelvas a ser fantasma, tardan un tiempo en curarse y dejan marca. Pero, en cuanto pude levantarme, me despedí y emprendí mi camino de vuelta.

Llevamos un rato hablando en el portal de mi casa. Cojo mi llave, abro la puerta y entramos.
Yin: Os he echado mucho de menos.
Scott: Nosotros también.

Yin se tumba en el sofá, con las piernas en el respaldo de este, la espalda en el asiento y la cabeza colgando boca abajo, mirándonos. Subconsciente se sienta en el suelo a su lado. Voy a unirme a ellos, cuando...
Scott: Oh, nonono, ahora derechito a la ducha.
Yo: Pero-
Scott: No.
Yo: Está bien...