Parte 54: Envenenando su corazón

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- ¿Crees que tu alfa te quiere como tú lo deseas?.

-Tú no tienes una luna, no tienes derecho a opinar. Dijo Nila comenzando a enojarse.

-No... digamos que la diosa me quito ese derecho... cuando sus niños se portan mal halla la manera de castigarlos.

-Suéltalo, lo estas lastimando.

-Si lo soltase no me escucharías... y en verdad te conviene hacerlo, después de todo si yo estuviese en tu posición querría saber por que mi pareja me aleja, porque es tan duro conmigo. Su tono de voz era una extraña mezcla entre burla y reproche que hacían que Nila no hiciese más que querer escucharlo.

-Él no es como tú.

-Muy cierto, sus métodos son más tranquilos que los míos, pero no te engañes pequeña luna, en el fondo una criatura como nosotros sigue siendo la misma sin importar cuan sanguinarios seamos ... él puede que te quiera y te amé, ¿Pero quiere tener un hijo contigo?.

-Tú te lo llevarías.

-Si... ¿Para que mentir?, si no pude marcarte tendré lo que sea como tú, ¿Pero él ya tuvo un hijo no?, al menos eso es lo que me dicen... aun cuando te quiere tanto ¿Por qué no quiere un hijo tuyo?.

-Cállate.

-Yo tengo las de ganar aquí. Dijo apretando más fuerte al niño. -Y me escucharas ... digamos entonces que no es el momento, admito mi culpa en ello, pero apartarte no querer compartir el lecho contigo ... tal vez quiere cerciorarse de no tenerlo, después de todo sé muy bien que amo mucho a su anterior mujer, digo, el chico no era suyo y ella no era su luna y sin embargo crio al hijo como suyo ... pero a ti te alejo y por lo que veo te sigue alejando.

-Es... eso no es así.

-Hmm... si quieres tiempo con tu pareja lo haces y si no lo hay cuando la deseas sigues adelante no paras a la mitad.

-Como diablos sabes.

-Es cierto que tengo a alguien, pero no es el único cariño.

No quería escucharlo más, no quería seguir acrecentando aquel dolor, quería desmentirlo, pero eran ciertas algunas cosas sentía rabia por cada una de las palabras que salían de su boca, pronto poco a poco ya sea por desmentirlo o por la impotencia comencé a sentir cada vez más rabia hacia el hasta que ya no pude distinguir nada solo pedazos de conciencia en las cuales veía que el propio bosque furibundo lo atacaba, el niño corrió lejos de él y aquella bestia se alejó unos pasos herida.

-Seguramente te dirá que cuando todo esto acabe intenten tener un pequeño cachorro, quien no querría tenerlo cuando la madre puede hacer este tipo de cosas... y no me refiero solo a manipular los espíritus del bosque.

-El no dijo nada de eso.

-Pero tampoco te dijo que hablo con aquella perra ¿traidora o sí?.

-Tú puedes dar vida y quitarla a lobos como yo, tener más de uno ... .

-¡¡Cállate él no es así!!.

Las ramas se alzaron, el alfa se movió con rapidez evitando un golpe de gravedad, pero no logro salir ileso tenía una serie de cortes en el rostro, mismos que al darse cuenta sonrió, llevo su mano a uno de ellos miro la sangre en su mano y esbozo una sonrisa torcida.

-Mi error, pero ten esto por seguro luna que lo que te digo es verdad... un alfa ama solo una vez y tu, aunque seas la verdadera te falta algo... después de todo si fueses mía no te apartaría.

Destilando las ultimas trazas de veneno hacia la luna, se alejó lentamente internándose cada vez más en lo profundo del bosque hasta que lo último que se vio de él fue su macabra sonrisa.

En el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora