EXTRAS: Nilak y Silene. La promesa

94 8 0
                                    

Mi boca traidora había mencionado las palabras de mi corazón, solía mofarme de que era una tempestad de que nada me hacía dudar pero ahora me encontraba corriendo hacia mi casa, quería que la tierra me tragase por completo, que me ocultase para ahorrarme la vergüenza de tener que asomar mi rostro en toda la reservación, pero ese olor a fresias me volvía loca, lo sentía cerca mío y para cuando termine de darme cuenta que el me seguía en su forma lobuna intente transformarme pero el salto sobre mí y me tumbo al suelo haciendo que ambos terminaremos en el suelo del patio trasero con el sobre mí, con su hocico recorrió todo mi cuello tomando cada parte de ese aroma que lo hacía sumirse en sus más bajos instintos.

-Ajshhh... tu hocico esta frio deja de hacer eso. Dije tratándolo de apartar, pero el lamio mi rostro, y luego se transformó aun estando en esa posición.-...¿Que ... qué diablos haces quítate?.

Su cara roja como una manzana me daba ternura, no cesaba de maldecirme y decirme que me quitase de encima de él mientras se tapaba los ojos enojada.

-Haces semejante declaración de amor y ahora te muestras vergonzosa por verme desnudo. Dijo seductoramente tomando sus manos para sentarse a horcajadas sobre ella.-Hmm si te quitas la ropa ... no hace más que invitarme aunque aquí afuera... admito que es algo pervertido cariño. Mi corazón daba miles de tumbos al ver que ella se zafo de una mano para comenzar a quitarse la camisa que llevaba sobre la remera, mi sangre hervía y mi lobo estaba más que inquieto rezongaba por haberlo sacado y haber tomado yo el control, me incline hacia ella porque ya no resistía más las ganas de besarla cuando siento un fuerte dolor en el estómago, era ella que tras haberse sacado su camisa la había colocado en mi estómago para que me tapase.

-¿Tengo que tirarte al agua helada para que te calmes?.

-Vamos... todo estaba yendo perfecto.

-Uno de los tuyos está desaparecido... ¿No crees que tendrías que enfocarte en eso?. Él se veía apenado, salió de encima mío, genial ahora me sentía culpable.-Oye entra primero, te daré algo de ropa de mi hermano, porque así no eres serio en nada.

Entramos y él se cambió tan rápido como le alcance un par de jeans y una remera, admito que para mi propia pervercion se veía muy sexi con esos abdominales marcados y esos músculos.

-Necesito de ti. Dijo todo desprotegido como si fuese un niño asustado.

-Siéntate... escucha, no sé por dónde diablos empezar con esta relación, se me salió de la boca sin querer...yo... yo quería lidiar con eso... con tranquilidad. Dije muy nerviosa, apenas podía mantener claridad en mis palabras.

-¿Te quedaras conmigo?.

-Yo... creo que si... pero... no me iré sin mi hermano... no quiero estar en este lugar... yo no sabía. El me abraso con fuerza y yo me perdí en ese abraso, extendí mis manos es hice lo mismo.

-Haremos que funcione, pero primero se lo que quieres, pero por ahora te quiero en la parte media de la reservación, ellos te quieren a ti y no te entregare por nada del mundo.

-No soy débil y no pienses que hare lo que pides, quiero ir contigo. Dijo enojada.

-De ninguna manera, piensa por un segundo le estaremos dando lo que quiere, no, no iras.

-En el bosque fuiste completamente inútil cuando tocaron esa flauta, aun con los tapones, ir allí solo le dará más gente para experimentar.

-No... .

-Escúchame, y escúchame bien lobo idiota. Dijo sujetando con fuerza la oreja de Nilak.-Iré y ni tú ni nadie me impedirá ir... ¿Entendido?.

-Entendido , entendido... entendido... dios mujer, casi me arrancas la oreja.

En el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora