Parte 55: Lastimando su corazón

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Ver o más bien escuchar a Nila llorar a través de la puerta, simplemente no podía soportarlo, ella era la luna de mi manada, pero me sentía culpable, no entendía por que, no pude hacer más que desplomarme en el piso, apoyándome en la puerta y sentirme completamente inútil... Dasha estaba adentro ayudando, Anika parecía estar aceptando a Aaron y yo... estaba aquí sentado siendo lo más inútil que podía llegar a ser.

-Ve con tu luna o como sea que la consideres... .Dijo Nilak a los pies de la escalera.

- ¿Qué?... ¿Escuchas lo que dices?. Dije indignado, como diablos podía el pedirme eso a mí.

-Esta es tu primera manada real, cuando la luna se establece en la manada el como ella se sienta dictara como tú te sientas y si Nila es una luna fuera de lo común te sentirás peor, resumiendo... el cómo te sientes ahora es causa de que estas muy cerca de la luna de tu manada.

- ¿Y me mandas a ver a una Rouge?.

-Te mando a juzgar si en verdad ella cambiara por ti, no soy tu alfa, pero tú necesitas hacerte fuerte, un beta no solo sirve como mano derecha de un alfa si no para ayudarlo a no perder el control cuando no tiene una luna o cuando la tiene y la luna y él se desbordan.

No quería ir con ella, y no tendría por que hacerle caso, pero era lo único que podía hacer en ese momento, a cada paso que daba me miraban como si fuese un traidor por ir con ella, pero no los dejaba incomodarme, no eran mi manada, al llegar veo que la había pasado a una celda un poco más cómoda, la puerta era de madera con una pequeña ventana de barrotes de plata, ella pareció percibirme porque se acercó a la puerta, lucia más delgada de cuando llego. Le di la orden a los guardias de que me abriesen y ella se retiró unos pasos para dejarme pasar, se veía mal estaba pálida.

-Déjenos. Espere que se retirasen.

-Estuve pensando, tal vez algo se me paso y ... . Ya no parecía la mujer sanguinaria y cruel que me describían.

- Ya basta... no tengo deseos de pensar en eso... . Era cierto, no sé por que me metí a su habitación ni porque, yo no sentía calma a su lado o deseo, allí comencé a entender por que Nilak me había mandado, cuáles eran sus segundas intenciones.

- ¿Por qué viniste aquí entonces?. Un tibio brillo en sus ojos me dejo ver que deseaba con ansias que haya ido a verla solo porque lo deseaba, me senté en una precaria silla y ella se sentó a mi lado, pero en la cama.

-Uno de los alfas me dijo que me convenía venir aquí, pero... no se para que... lo siento, será mejor que me vaya. Ni bien dije eso me pare, pero una fuerte opresión se formó en mi pecho y vi como dos delgadas manos cruzaron por mi pecho, lo sabía era toda una trampa de ella, la tome con fuerza para atacarla, pero ella beso mi cuello y se refugió en él y lloro desconsoladamente hasta que su cuerpo no aguanto más y cayo de rodillas junto conmigo al suelo.

Nilak quería que entendiese el dolor de Nila y así descubriese la situación de Alistar su frialdad le dolía y ella lloraba por su lejanía, como pude me zafe de su agarre y entre mechones opacos de cabello castaño y rizado un par de ojos de alfa me miraban suplicantes pidiendo perdón por todo aquello que yo desconocía que ella había hecho, sabia entonces que había verdad en sus palabras, eso era también parte del plan de Nilak, solo entre mates se podía saber la veracidad de las palabras del otro.

-... .

-Oye, tranquila... no ... no me gusta que se me cuelguen encima incluso Dasha. Ella se abalanzo sobre mí y prácticamente me tubo, quiso besarme. -Hey enserio, puede que seas alfa, pero eso no te da derecho a hacer lo que se te dé la gana.

En el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora