—Iré con Jaha —afirmó Clarke cuando Bellamy y Zaria se acercaron al grupo.
—Está bien —contestó él, pasando los ojos desde Jaha hasta la rubia—. Me quedaré aquí —añadió, echándole un vistazo a Zaria, quien estaba concentrada en observar la reacción de cada uno.
Clarke asintió y se giró para mirar a Jaha, con un movimiento de cabeza le indicó que subiera a la camioneta y ella pasó delante de esta para ocupar el lugar del acompañante. Cuando el vehículo comenzó su camino hacia el exterior, la morena se acercó con los brazos cruzados y un semblante indescifrable. Zaria la observó, sin saber bien qué hacer. La respuesta la obtuvo cuando la muchacha la observó unos segundos antes de concentrarse en Bellamy.
—Estaré dentro —dijo Zaria, girando sobre sus talones antes de que Bellamy pudiera detenerla. No dudaba que había abierto la boca para decirle algo, pero oyó que la morena susurraba algo indescifrable, así que siguió su camino.
Dentro, decidió que no iría a la habitación sino que debía buscar a Luna para mantener una conversación antes de que se le ocurriera contarle quién era Zaria a la primera persona que se le cruzara.
Caminó por los pasillos grises, ignorando la dirección que tomaba, simplemente sabía que no se dirigía a los dormitorios. Cruzó a varias personas en el camino, pero la mayoría estaban ocupados llevando herramientas de aquí para allá y los pocos que notaban su presencia, seguían de largo. No había momento en que a Zaria no se le detuviera el corazón mientras se preguntaba qué haría si alguien le cuestionaba quién era y qué hacía allí. ¿Qué respondería? O peor aún, si ya sabían que era una Terrestre y estaba buscando caber en su grupo, ¿cómo reaccionarían? ¿La echarían? ¿Bellamy la defendería? Estaba segura que...
Se detuvo. Un umbral ancho llamó su atención. Se trataba de puertas corredizas con un vidrio transparente que le dejó ver lo que había del otro lado: camillas ocupaban ambos lados y, en una de ellas, se encontraba Luna sentada con la cabeza agachada. Sonrió cuando notó la pequeña victoria. Sus ojos buscaron con rapidez la forma de ingresar, había un botón junto a una de las puertas, presionó sin dudarlo y las puertas se abrieron.
Luna levantó la cabeza, lo suficiente para ver a Zaria. Las puertas se cerraron detrás de ella. Ninguna habló hasta que estuvieron lo suficientemente cerca. Luna tenía su rostro rojo pero no tanto como cuando la encontró fuera de la Estación.
—Bueno... —Fue ella la primera en hablar. Se acomodó en la camilla, que chirrió bajo su movimiento—. De todas las personas que esperaba encontrarme aquí, tú eras la menos probable. —No había ningún tono de malicia o diversión en su voz, sino todo lo contrario. Zaria se encogió de hombros.
—Las circunstancias me trajeron aquí.
—¿A vivir con Skaikru? —preguntó. Zaria abrió la boca para responder pero la sonrisa de Luna hizo que se abstuviera—. Estás huyendo, ¿verdad? —afirmó. Esta vez, ni siquiera se molestó en pensar qué decir, sabía que Luna leería a través de ella—. Ni siquiera puedo imaginar cómo tu familia habrá hablado de mí —dijo, sin quitarle los ojos de encima—, incluso tú —añadió, enfatizando cada palabra—, sobre mi «incapacidad» de comprometerme con mi pueblo.
Cuando se detuvo, Zaria supo que era su momento de hablar, pero la realidad era que no tenía nada que objetar.
—Tienes razón —admitió. Esperó a que Luna dijera algo, pero ni siquiera se inmutó, casi como si no le sorprendiera que Zaria había tomado el mismo camino—. Pero no estoy aquí para juzgarte, ni para que me des una lección de vida, estoy aquí porque...
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El Viaje → Bellamy Blake
Fiksi Penggemar«I survived through rainstorms, sandstorms I fought the war, now it's time to go home» FanFiction basada en la cuarta temporada de la serie The 100.