19.

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   Clarke, Bellamy y Zaria habían acordado que debía quedarse en el cuarto hasta que el Cónclave terminara, aún no sabían de qué era capaz Roan cuando la viera pero a Zaria no le importaba. Luego de convencerlos a ambos que estaría bien encerrada, sacó la ropa del armario y volvió a vestirse como una Terrestre, como quien era en verdad.

   Cuando bajó, sintió los nervios escalar por todo su cuerpo. No sabía qué esperar ni cómo iba a reaccionar, pero en cuanto salió de la torre se encontró con gente amontonada, hablando entre ellos mientras una muchacha que reconoció como Gaia, la Fleimkepa, trataba de hacerse oír. Su corazón se detuvo cuando vio que sobre la tarima se encontraba su hermano, junto a Octavia e Ilian y los otros representantes de los Clanes.

   Zaria se apuró a abrirse paso entre la multitud, nadie la detuvo y cuando dio el primer paso sobre la tarima el silencio inundó Polis. Notó la transpiración cubrirle el cuerpo mientras los susurros comenzaban a expandirse. Sus ojos se posaron en Bellamy, quien se mostró más atónito que nunca de pie junto a Clarke.

   Volvió su mirada al escenario, Roan parecía igual de desconcertado pero pronto se recompuso y dio un paso hacia delante, listo para atacarla, pero se vio interrumpido cuando Octavia lo detuvo con el filo de una navaja en el cuello.

   —¿Por qué no la dejamos hablar, eh? —susurró, pero Roan no le quitó los ojos de encima. Sabía que la odiaba, pero no creía que tanto como para querer asesinarla en plena vista.

   Entonces, Zaria llenó sus pulmones de aire, miró al público, algunos se notaban atónitos, otros enfadados y otros con ganas de que esto terminara de una vez por todas. Menos Bellamy, quien si antes estaba sorprendido, ahora se lo veía dolido.

   Carraspeó.

   —Ai laik Zaria kom Azgeda, y estoy aquí para reclamar mi lugar en el trono.

   Los susurros volvieron a expandirse con rapidez.

   —Te marchaste cuando debías tomar responsabilidad —habló Roan y todos callaron. Octavia se había alejado tan sorprendida como el resto—, ¿ahora vienes a reclamar lo que ya no es tuyo?

   A pesar del miedo que sentía Zaria, dio un paso hacia delante y no dejó que su hermano la intimidara.

   —¿Qué pasa, hermano? ¿No quieres acabar con esto de una vez? Solo uno vive y se queda con el trono. —Se detuvo antes de que su voz fallara, por un momento pensó que Roan acabaría con ella ahí mismo pero recordó que no le gustaba cuando lo desafiaban y Zaria había llegado solo para eso.

   —No creo que... —empezó Gaia pero Roan la cortó:

   —No, está bien —dijo, sin quitarle los ojos de encima—. Solo uno vive —repitió. Se llevó su mano al collar que colgaba del cuello y trató de entregárselo a Zaria, quien se rehúso a tomárlo.

   —Quédatelo. No lo usarás por mucho tiempo —respondió. No esperó la respuesta, sino que pasó por su lado y se posicionó junto a Ilian, que estaba al final de la fila.

   —No creí que te encontraría aquí —comentó en voz baja. Zaria miró a Bellamy, quien ya no estaba mirándola. Su mandíbula tensa y el ceño fruncido dejaban ver lo dolido que estaba. Zaria carraspeó alejando cualquier sentimiento que pudiera afectarle en un momento tan culminante.

   —Yo tampoco.

   El aquel instante, cuando creyó que ya habían acabado las presentaciones, alguien más se subió a la tarima. El corazón se le detuvo cuando Luna tomó el collar de su Clan de las manos de Gaia.

El Viaje → Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora