Dieciocho personas murieron a causa de la lluvia.
Dieciocho que no vivirán lo suficiente para hallar la forma de sobrevivir Praimfaya.
Dieciocho menos.
Jaha estaba de pie delante de un grupo de personas, mientras Zaria y Bellamy se mantenían a un costado. Ninguno de los dos habló durante el discurso de Jaha, pero Zaria no estaba escuchando. No deseaba oír palabras de esperanza para los que quedaban de pie. Después de la terrible noche, lo único que deseaba es que todo acabara de una vez, no importaba cómo, solo que encontraran una forma de sobrevivir.
Miró a Bellamy, quien sí parecía estar atento a las palabras de Jaha, con los brazos cruzados y una mochila que cargaba con los elementos suficientes para sobrevivir la lluvia. Zaria no se atrevió a preguntarle cuál era la razón, ya que en caso de que comenzara a llover, todos podían correr hacia el refugio. Pero luego de lo que Bellamy vivió, decidió que lo mejor sería quedarse en silencio.
Cuando Bellamy llegó, fueron a su habitación y pasaron la noche juntos. Al despertar, ambos sabían que debían enfrentarse a las consecuencias de la lluvia ácida, así que dejaron el pesar de lado para prepararse.
Delante de ellos, cruzó un muchacho que captó la atención de Bellamy.
—Muchos funerales en poco tiempo, ¿eh? —comentó. Zaria lo miró pero no contestó, no supo qué decir. En cambio, Bellamy habló:
—Ten un poco de respeto —reprochó. En aquel instante, los cuerpos de las víctimas fueron prendidos fuego. El chico se dio la vuelta y Zaria lo reconoció pero no recordaba de dónde ni cómo se llamaba.
—¿Por qué? No les importa —replicó.
Bellamy miró a Zaria, quien asintió de forma disimulada. Él sonrió antes de correr hacia el muchacho.
—¿A dónde vas? —cuestionó.
—Donde el viento me lleve —respondió el otro. Zaria observó cómo Bellamy lo detenía cerca de la puerta y le decía algo que no llegó a oír, incluso antes de que la mirara, ella ya sabía que iría con él. El muchacho parecía no estar preocupado por lo que pudiera ocurrirle, así que Bellamy se vio obligado a socorrerlo.
Zaria decidió unirse al grupo que estaba de pie frente a la fogata, se quedó allí en silencio mostrando su respeto. Esperó que le dijeran que se fuera porque no pertenecía allí, pero no sucedió. Al parecer, el mismo hombre que días atrás la había atacado había desaparecido. Un pensamiento golpeó a Zaria cuando sus ojos se balanceaban hacia el resto de los cuerpos que aún no habían sido quemados, el hombre podía ser uno de ellos.
Por más que debía detestarlo, odiaba pensar en todas las vidas que se habían perdido, incluso la de su agresor. Compungida, decidió que no podía seguir allí, así que se encaminó hacia la Estación, donde caminó por los pasillos hasta chocar con una puerta abierta que daba a una oficina y dentro estaba Kane, sentado detrás del escritorio leyendo un papel. Levantó la mirada cuando la escuchó entrar y rápidamente escondió lo que leía.
—Es la lista, ¿verdad? —preguntó sin malicia. Se sentó en la única silla del otro lado del escritorio. Kane suspiró, ya sin preocuparse en esconderla. La dejó sobre la mesa y Zaria no dudó en tomarla.
Recorrió los nombres que rapidez, ya que no reconocía ninguno pero al llegar al número 99 vio escrito el nombre de Bellamy, sonrió aunque ya lo había oído. Debajo se leía el nombre de Clarke, pero escrito de una forma más rápida y desprolija, era claro que ella lo había hecho pero parecía haber sido agregado a último momento.
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El Viaje → Bellamy Blake
Fanfiction«I survived through rainstorms, sandstorms I fought the war, now it's time to go home» FanFiction basada en la cuarta temporada de la serie The 100.