Capitulo 12

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Perrie se movió entre mis brazos haciéndome despertar.

-¿Pez?- Murmuré contra su oído- Despierta.

Ella soltó un suspiro y se volvió a acomodar, yo sin aún abrir los ojos la abracé más y me relajé.

-¡Despierten!- Gritó Daniel de repente, amabas nos sobresaltamos, hasta el punto que sin querer la rubia me pegase cuando levantó su mano

-Auch- Dije en voz baja

Ella me miró preocupada y me abrazó disculpándose varias veces. El niño se acercó y beso mi mejilla donde había recibido el golpe.

-Una vez me dijiste que cuando me golpeara te diera un beso, y así te sentirías mejor- Yo le sonreí ante tan tierno acto

-¿Eso es verdad?- Preguntó Perrie, yo asentí, ella me sonrió y beso mi mejilla- Lo siento, Jade, ¿Te sientes mejor ahora?

Yo reí.

Los 3 nos arreglamos y salimos a desayunar, el día estaba fresco, no hacía tanto frío

-¿A qué hora viene papá?- Preguntó el pequeño jugando con las manos de Perrie y las mías

-No lo sé, cariño. Supongo que me llamará antes de venir- Perrie tenía la mirada perdida en el restaurante en el cual desayunábamos

-Te extrañaré mucho, tía- Dijo el niño cabizbaja

-Yo te extrañaré mucho más, pequeño- Sus pequeñas perlas negras se nublaron de lagrimas

-No llores, corazón- Le susurré apartando las gotitas que empezaban a bajar por sus mejillas

-¿Dónde vives?- Preguntó Perrie

-Windtown

-Te visitaremos más a seguido, lo prometemos- Yo la miré confundida y el niño ilusionada

-¿En serio?- Preguntamos al mismo tiempo Daniel y yo

-Si, en serio, me has caído muy bien, y ahora que Jade es libre podemos ir de vez en cuando- Explicó

-¡Gracias Perrie!- El niño se lanzó a sus brazos sonriente, ella me miró y sonrió disculpándose

Mi teléfono vibro, un mensaje de Matt

"Pasare por el en 20 minutos"

No me tomé el trabajo de responderle. Cada vez que pasaba tiempo con mi familia era tan importante que cuando se iban en verdad mi ánimo se iba al piso

-Iré a pagar, Matt vendrá pronto, así que termínate eso rápido, Daniel- Hablé con una severidad más notable de la que hubiese deseado. Ante el anterior comportamiento Perrie frunció el ceño.

Pagué todo y volvimos a mi casa, le indiqué al niño que recogiese todo y mientras lo esperaba me senté en el sofá.

-¿Qué pasa Jade?- Ella puso una mano sobre mi pierna y en su voz se notaba ligeramente un toque de preocupación

-Es solo que...- Suspiré- Nunca paso tiempo con mi familia, Pez- Sonreí con tristeza, ella tomó mi mano- Aunque sea poco tiempo es...- Me detuve, ella me sonrió tiernamente y me abrazó

-Entiendo, todo estará bien- Susurró para luego besar la coronilla de mi cabeza

Nos quedamos un rato así, hasta que el sonido de la puerta nos obligó a separar. Perrie apretó un poco mis hombros como muestra de apoyo y yo le agradecí.

-¡¿Cómo está mi prima favorita?!- Fue lo primero que dijo Matt al abrir la puerta

-Hola Matt- Le dije mientras me acurrucaba entre sus brazos

-Te extrañe mucho, Jadey

-Yo a ti- Él se separó y sus ojos se fueron a los de la rubia y luego me miró con una sonrisa de oreja a oreja

-¿Ella es...?- Iba a preguntarlo

-Perrie Edwards- Le dije yo antes de dejarlo terminar la frase, Perrie rió ante mi infantil acción

-Perrie Edwards- Dijo esta vez ella brindándole su mano

-Matt- Dijo el sonriente- ¿Y Daniel?

-¡Papi!- Gritó el niño lanzándose a su padre

Perrie me tomó por la cadera y me acercó a su cuerpo- Los veremos pronto, lo prometo- Susurró contra mi oído, Dios, que bien se sentía

Hablamos un rato y luego los despedimos en el aeropuerto. Fue menos duro ya que Perrie en todo momento estaba a mi lado, brindándome apoyo. Ya habían pasado por el pasillo para entrar el avión, nos íbamos a ir pero un niño gritó a mis espaldas y vi a Daniel correr en mi dirección evitando gente.

-¿Qué pasó, Daniel?- Pregunté confundida

Me obligó a agacharme para así estar a su altura- Dijo que le encantas- Susurró en mi oído

Quedé estática mientras veía al niño correr contento, miré a Perrie y su vista estaba dirigida al niño negándole con la cabeza, pero siempre estando esa hermosa sonrisa en su rostro.

-Lo siento, Perrie- Gritó pasando por el pasillo

Yo aún sorprendida la mire- ¿Pez?- Pregunté

-¿Podemos hablar en tu casa?- Yo asentí dudosa y me llevó de la mano a su auto

"Me encantas" ¿En verdad ella había dicho eso? ¿Esa rubia preciosa con unos ojos los cuales podrían aprisionar a cualquiera en la cárcel de los deseos? ¿Aquella que me dio el beso más intenso que he tenido? Las preguntas que me formulé aquella noche junto a la luna volvían a hacerse presente. Aunque todas esas preguntas asaltaran mi cabeza, una sonrisa de satisfacción no abandonaba mis labios. Lo que me confesó aquel niño fue sorprendente para mí, pero también fue una de las cosas más gratificantes que he escuchado.

El camino hasta el apartamento estuvo acompañado por un silencio infernal, caminábamos en silencio, todo en silencio, y cuando menos lo pensé ambas estábamos sentadas en los sillones del balcón. Ya se había hecho de tarde, así que la puesta de sol era el único fenómeno testigo de nuestra conversación.

-Me encantas, Jade- Dijo de repente sin despegar los ojos del cielo- Y estoy segura de que sientes lo mismo por mi

La miré confundida y una sonrisa se formó en sus labios- ¿O acaso no le sigues el beso a alguien porque te gusta?

Quedé boquiabierta y ella rió- Por muy borracha que esté, no se me olvida nada, Jade- Dijo sin borrar su sonrisa- ¿Acaso no hablarás?

-Perrie- Acaricié mi entrecejo- Esto es nuevo para mí- Admití- Yo nunca he tenido una novia- Su sonrisa se volvió más radiante y podría jurar que sus ojos brillaban

-Sal conmigo, Jadey- Tomó mi mano y yo solo me quedé viendo a nuestros dedos jugar- Lo de anoche fue verdad, te quiero enseñar todo, quiero aprender cosas contigo.

Yo desvié mi mirada y su mano abandonó la mía, luego se agachó frente a mí y tomó mi mentón con sus dedos, cuando nuestros ojos se encontraron no pude evitar sonreír, ella rió ante mi gesto.

-Mírame- Dijo entre risas, yo la miré y presioné mi boca para no reír, pero fue imposible- Mira que linda sonrisa tienes, Jadey

-Cállate, Pez- Dije riendo

-Sal conmigo, nada serio- ¿Su sonrisa nunca se borraría? Porque espero que no, era definitivamente lo mejor que habían visto mis ojos- Te haré muy feliz, lo prometo- Yo le sonreí era demasiado hermosa, y el crepúsculo le favorecía, convirtiéndola en una obra de arte- Pero dime que si- Hizo un puchero y ahí me rendí

-Está bien, Pez- Le dije pasando mis dedos por su mejilla

-Pues prepárate para pasar los mejores días, meses y años con la persona que se encargará de hacer tu vida mejor

Y no sabe cuanta verdad había en sus palabras 

Aprendiendo a vivir, Jerrie ThirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora