Capitulo 22

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-¡Ni se te ocurra dejarme caer!- Le dije a Perrie mientras me montaba en la parte delantera del carrito

-Si no te caes no sería divertido- Yo la miré con un gesto asesino y ella rió- Era una broma, amor- Yo me volteé y dejé que ella se moviera por los pasillos del centro comercial

-¿Qué vinimos a comprar exactamente, Pez?- Pregunté mientras rápidamente veía las categorías de los estantes

-No lo sé- Dijo dudosa- ¿Qué crees que le guste cenar a mis padres?- Preguntó

Yo reí- Son tus padres, Perrie, no creo que me debas preguntar eso a mí- Ella resopló y siguió manejando

Los padres de Perrie hoy regresaban de su viaje, y le pidieron a su hija su asistencia a una cena y raramente también pidieron la mía, es decir solo los conocí aquel día y aunque me caen muy bien me resulta raro que vuelvan a querer verme. Recuerdo que cuando fui a casa de sus padres a ellos les pareció rara mi asistencia, y habían dicho que era porque la rubia no llevaba casi personas a su casa, supongo que les llamó la atención mi lazo con ella.

-Amor- La llamé

-¿Sí?- Preguntó

-Hemos pasado por este pasillo 3 veces- Yo reí y ella rió conmigo. Me bajé del carrito y fui a su lado- Estás nerviosa ¿no es así?- Negó con su cabeza evitándome la mirada- Perrie- Le dije sonriéndole y tomando sus mejillas para que me mirara- Todo estará bien, calma- Ella se inclinó para besarme y yo castamente le correspondí.

Compramos empaques de lasaña y varias carnes, luego a petición de Perrie pasamos por la sesión donde estaban mecatos y dulces, y tomamos varios de ellos. Luego de que pagamos fuimos a la casa de Perrie, donde nos esperaban Leigh y Jesy.

-Demoraron mucho ¿Qué pasó?- Preguntó la morena rizada sin quitar sus ojos del televisor

-Perrie dio muchas vueltas por el mismo pasillo- La miré y ella me dirigió un gesto como "No tenías que decir eso, Jade" y yo reí.

-Jesy ¿Qué tal te la llevas con la lasaña?- Preguntó la chica de ojos azules

-Nos llevamos bien ¿Comeremos eso?- Los ojos de la morena brillaron, pero Perrie rompió sus ilusiones

-Esto es para mis padres, nosotras pediremos comida- Pude escuchar el suspiro de las dos castañas y no pude evitar reír- A la cocina, niñas, hay mucho que hacer.

-Como mande, capitana- Dijo Leigh levantándose

Cuando las cuatro estábamos en la cocina lavamos nuestras manos y al instante Jesy le indicaba a Perrie que debía poner a hervir las pastas, a la rubia se le veía cual niña aprendiendo algo nuevo, su mirada estaba atenta y a la vez suspiraba como gesto de que se le hacía difícil entender eso, pero Jesy era paciente y le ayudaba a comprender todo.

-Cortemos los tomates y así vamos adelantando la salsa, Jadey- Dijo Leigh, yo me limite a asentir- Ve cortando estos- Me pasó unos tomates y un cuchillo- Con cuidado, no te cortes.

Empecé a cortar los tomates con cuidado y la mayor precisión posible, sentía la mirada de Leigh puesta en mí supervisando que un acto de torpeza no me la cobre muy caro, pero todo salió muy bien. Al rato de que ya hubiésemos dejado la lasaña en el horno decidimos pedir esta vez nuestra comida, a todas nos rugía el estómago luego de haber preparado esa comida.

Mientras comíamos Jesy nos contaba que había conocido a un chico que le gustaba. Mientras ella hablaba todas podíamos notar la manera en que sus lindos ojos brillaban, a mí en cuanto vi eso se me acongojó el corazón y me dio la seguridad de que era un buen chico, quedamos en que lo presentaría algún día.

Aprendiendo a vivir, Jerrie ThirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora