Premonición ® (2 Colección Trastornos Mentales)

Capítulo Dieciséis

—Hay algo que no me cuadra — le dije a Cecilia subiéndome los pantalones.

Ella permanecía tumbada desnuda boca abajo en su cama, con la cabeza apoyada entre sus manos. Me miró curiosa.

—A Carla se la llevó en un coche un policía —

Se incorporó despacio. Seguí.

—Tú misma le llamaste para que lo hiciera. Si se supone que se hizo cargo de ella, ¿por qué acusan a Raúl de su violación? —

Cecilia tenía los ojos muy abiertos, me escuchaba con atención. Me aplaudió.

—Bravo— se le veía alegre —Eres bueno chiquitín. Podrías ser investigador—

Sonreí.

—Siéntate anda. Te voy a explicar todo—

Allí, sentados frente a frente, ella todavía desnuda y yo a medio vestir, me enteré de toda la trama sin tiempo para pestañear ni para dejar de sorprenderme.

Me contó que el policía que cogió a Carla era Yagüe, el policía de confianza del inspector Suarez. También me contó que ella creía que ellos dos eran los que habían llevado a cabo la violación de Carla, ya que deberían haberla llevado al depósito de cadáveres de la comisaría y nunca ocurrió, se la encontraron en el parque, pero no lo sabía seguro y no los podía acusar sin ninguna prueba.

Después me contó que Tati le dijo a Luis que tenía el don de tener "memoria fotográfica" y que había hecho mal ya que Luis seguidamente habló con su tío, el inspector Suarez, y se lo dijo porque estaban todos en el mismo ajo. Cualquier amenaza de acordarse claramente de algo que les pudiera inculpar de aquello debería ser eliminado.

La conclusión que saqué fue que Suarez, Yagüe, Luis y Cecilia estaban metidos en una trama en la que estaban fabricando una droga nueva y metiéndola en el mercado para después hacer negocio con ella. Cada uno en sus funciones, claro está, y sin olvidar a Diego, que era su primer camello oficial.

No dejé de suspirar ni de dar grititos de sorpresa durante todo el relato. Estaba enterándome de una historia digna de una película estadounidense.

—Por eso hay que avisar a Tati, ¿lo entiendes? Van a ir a por ella. Van a ir a por todo lo que haga tambalear su plan y su delito—

Al fin me levanté. La miré extrañamente, no sabía cómo mirar a alguien que me gustaba pero estaba metida en un lío delictivo y lleno de falsedades.

—Espera que me centre— le dije respirando hondo. —¿Quién más sabe esto?—

—Es complicado — puntualizó ella

Me reí. Llegados a este punto que más daba ya el punto de complicación al que se refiriera.

—Venga— le animé a seguir —Cuenta, estoy preparado—

Empezó a nombrar tocando sus dedos y enumerándolos.

—Luis, Diego, Suarez... Yo, tú, Yagüe y su hermano gemelo. ¡Ah! Y Sánchez —

—¿Qué hermano gemelo? ¿Quién es Sánchez? —

—Te explico. Se han hecho dos bandos— yo le miraba sin dejar de asombrarme cada vez más —Suarez y Yagüe por un lado. El inspector es quien ideó la idea de fabricar y pasar el "D.C" y además quien violó, supuestamente, a Carla con ayuda de Yagüe y vete tú a saber con qué fin. Ellos van con Diego que no sabe nada y por eso sigue en su bando. A parte sabemos que tienen una jefa, pero no sabemos quién es y, por supuesto, alguien que les fábrica la droga—

—Vale— hice yo una pausa —Suarez, Yagüe, Diego, socia y socio—

—Sí— confirmó —Y por otro lado estamos Luis y yo, que al desmadrarse esto hemos decidido desenmascararlos, el hermano de Yagüe que siempre ha sido un buen policía antidroga y su compañero Sánchez. Y ahora, si tú quieres, puedes unirte a nosotros —

Me lo pensé. No quería participar en algo tan enrevesado, me daba miedo. Por otra parte sentía unas irresistibles ganas de seguir a Tati y averiguar qué había de cierto en mis "premoniciones" con ella.

Finalmente pudieron mis visiones.

—Trato hecho— le tendí la mano, ella la cogió y sonrió muy alegremente, yo la atraje hacia mí y le di un efusivo beso en la boca.

—Ahora llama a Tati—

Asentí con la cabeza. Saqué el móvil de Carla y desde su agenda marqué su número. Seis tonos, no lo cogió. Probé de nuevo, lo mismo.

—No contesta— le dije a Cecilia encogiendo los hombros.

Se tocó la barbilla, me quitó el móvil de la mano y sacó el suyo. Marcó el número y esperó los tonos.

—Nada, he probado con mi móvil por si no se atrevía a contestar al ver el número de Carla— explicó —Imagino que, a estas alturas, ya le habrán comunicado la noticia—

Estrellita si te ha gustado el capítulo