-Dime "Carla" - respondió Tati al teléfono.
Me quedé en blanco. No esperaba que respondiera, ni siquiera que diera tono.
-¿Tati?- sólo acerté a decir
Hubo un par de segundos de silencio en los que la tensión podía cortarse con un cuchillo.
-¿Quién eres? ¿Por qué me sigues?- preguntó tajante y directa al grano.
No me salían las palabras. Nunca me había sentido así, con ese profundo miedo.
-Te he visto varias veces. Tú ibas con Diego ¿verdad?. ¡Responde joder!- empezaba a perder los nervios.
-¿Quién es?- le dijo una voz a Tatiana a su lado del teléfono.
Se oyó un sonido en el auricular. Imagino que Tati tapó con su mano el altavoz del móvil para que yo no pudiese escuchar lo que hablaba con esa otra persona. Lo logró, nada pude entender.
-Jaja, me cuentan por aquí que eres novio de Cecilia- soltó muy risueña. -Lástima de mujer. Intentaba salvarme sin imaginar siquiera que yo prefería el otro bando-
Si alguien le acababa de comunicar que yo era novio de Cecilia sólo podía haber sido Yagüe bueno, ya que nunca apareció su cadáver. La última pista que se tuvo de él, según Sánchez, fue dentro del recinto del laboratorio, después de ayudar a escapar a Tatiana. Debieron capturarle y convencerle. Ya no era tan bueno ese Yagüe. Igual que sus dos herman@s.
-¿Estás con Yagüe? - dije por fin.
Tati rió.
-Escúchame bien Sebastián o como coño te llames- comenzó a hablarme muy autoritariamente -Vamos a quedar, tráeme el puto móvil de Carla y te prometo que no te pasará nada...-
-Está bien- le contesté.
-O por el contrario tendré que...- se quedó callada un momento -¿Está bien? ¿Eso has dicho no?-
-Dime hora y sitio-
Tati volvió a tapar el auricular.
-¿Conoces Rivas-Vaciamadrid?-
Pensé un momento, me sonaba mucho el sitio. Creía recordar que era un lugar deshabitado, donde incluso se han hecho varias investigaciones paranormales y sacado alguna psicofonía.
-Sí- le contesté, no lo sabía bien pero quería parecer seguro, además, ya lo buscaría en el google maps.
-En el matadero, mañana, 21:00 horas-
-Ok-
-Ven solo- apuntilló Tatiana.
-Tú también - hice lo propio.
Después de colgar tiré el móvil a la cama y con mi cuerpo hice lo mismo. Tenía que relajar la tensión que llevaba en los músculos por la conversación con Tati. Hablar con ella provocaba que ni un centímetro de mi cuerpo se sintiera seguro ni relajado. Era fría, muy fría.
Pasados quince minutos me incorporé, era incapaz de relajarme. Decidí ir a hacer algo de runing, cogí mi ropa deportiva y salí hacia el parque.
Enchufé unos auriculares a mi mp3 y busqué la carpeta "temazos". Pulsé Play. Comencé a correr intentando mantener mi atención al camino y a la música. Sonaba Lithium de Nirvana. Poco a poco me fui sumergiendo en las notas y olvidando aquello que me ponía tan nervioso. Evanescence me introdujo en un estado de melancolía que luego acentuó Linkin Park. Iba mirando el paisaje mientras trotaba por él.
Fui desviándome del sendero del parque sin darme ni cuenta y acabé entrando a un polígono. Las fábricas y naves industriales daban un color gris apagado a las calles estrechas que las acotaban. Durante todo el trayecto sólo me crucé con algún camionero y con bastantes prostitutas postradas en la acera, insinuantes, a la espera de algún cliente que satisfacer.
Me quedé mirando a una de ellas en concreto. Me llamaba la atención porque parecía menor de edad y vestía una minifalda y un escote que poco dejaba a la imaginación del que la viera. Mientras corría me fui acercando a ella y al pasarla le miré a la cara. Frené en seco. Esos ojos, esas facciones... Dio un vuelco mi corazón.-Son 30 el completo, guapo- me dijo con voz aniñada.
Yo estaba perplejo, no sabía si decirle algo, pero tenía que salir de dudas.
-Perdona que me haya parado así, pero me recuerdas muchísimo a alguien- le dije yo.
-Déjate de mierdas chato- me increpó -Si no quieres follar te largas que me espantas a los clientes-
Me acerqué a ella y le puse la mano en la cara instintivamente.
-Tati- me salió decirle.
Ella dio un paso hacia atrás, puso su mano sobre la mano que tenía en su mejilla y comenzó a llorar.
Le cogí de la cintura y nos encaminamos al bar que había al lado. Presentía que íbamos a charlar largo rato. Después de pedir sendos cafés rompió el silencio.
-Me llamo Nora...-
Estrellita si te ha gustado el capítulo
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Premonición ® (2 Colección Trastornos Mentales)
Bí ẩn / Giật gânLibro dos de la Colección Trastornos Mentales. Si quieren el primero: -Memoria Fotográfica. Nota: Para entender este libro recomiendo leer primero el libro 1 de la Colección Trastornos Mentales, llamado Memoria Fotográfica, ya que guardan relación e...