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Gracias por darle la oportunidad a la historia, espero te guste. 

🤘🏻

Estaba sudada e hiperventilada y demás está decir que estaba cansada. Llevaba media hora corriendo y repitiendo la acción y aunque era algo que me gustaba, estaba aborrecida de repetirlo una y otra vez.

—¡Corte! — escucho la voz por el auto parlante del director de escena — ¡No, no y no! No me convence la escena, están siendo muy superficiales. Tu doble, lo has hecho bien, pero los extras no. ¡Tienen que brincar luego de pegarle el puñetazo y no lo han hecho!

Esta era mi vida desde que salí por aquella puerta, aquella puerta que era la entrada y salida de mi hogar, pero que para mí, solo fue la salida. Necesitaba dinero de emergencia y caminando por las calle vi los anuncios que necesitaban dobles y extras para una película. Que aunque era una película de baja calidad, la paga era razonablemente buena y era algo para empezar mi propio hogar.

—Tomen su lugar — me sobresalto al escuchar el autoparlante tan cerca — Posiciones. ¡Uno, dos, tres! Acción.

Una vez más vuelvo a hacer la escena sin protestar, lo menos que puedo hacer es eso. Y el director no acepta quejas, de una, los desecha. Sin importarles el extenso contrato para "dobles" que debemos de firmar, aceptando cada clapsula del mismo. Todo quedaba bajo tu responsabilidad, ello solo se encargan de llevarte al  hospital y de paso, darte tu carta de despido.

Gracias a este desagradable trabajo, que no es lo que jamás aspiré a tener, es como me he mantenido viva hasta ahora. Poco o mucho lo que me daban semanal, era con lo que sobrevivía en un barrio de mala muerte en Los Ángeles. Me costó una puta el viajar hasta acá, pero necesitaba salir del entorno que me recordara a mi madre. Y bien, que pude haber sido una prostituta famosa de acá, preferí algo más humilde.

—¡Corte!

Gire mis ojos al escuchar la exasperante voz del maldito director, no lo soporto, es irritante la voz femenina que quiere tener a toda costa.

—¿Cómo quedó esta toma? — digo limpiando mi sudor y tomando un poco de agua. Realmente estoy cansada, he hecho la escena más de diez veces en el día de hoy.

—Pues no es lo quería, pero me funciona — acerca el auto parlante a su boca y de inmediato entrecierro mis ojos, va a gritar exageradamente — ¡Tomen un descanso! Y tu, ve a comer algo que no has desayunado.

Suspiro cansada. ¿Por qué es tan difícil entender que no me gusta comer mientras trabajo? A demás no tengo hambre. Pero realmente agradezco que se preocupe un "poco" por mí ya que eso no le interesa a él, el contrato lo dice. Todo lo que suceda queda bajo mi responsabilidad, si muero y mis órganos no se ven afectados, se encargan de donarlos. ¡Qué magnifico!, ¿no? Al menos se preocupan de que alguien le de uso a mis órganos. Eso es lo único conciliador del trabajo.

En la lejanía comienzo a escuchar música y de inmediato mi cuerpo se mueve lentamente. Esa es mi fuerte: bailar. A pesar de mi madre se encargó incontrolables veces de decirme que no sabía hacerlo y que tenía dos pies izquierdos, eso es algo que me gusta y que hago cuando puedo; ella también me dijo que era una buena para nada, pero no decía nada cuando llegaba con dinero semanal para ayudarle a sufragar los gastos del hogar. No, eso no lo decía. Por culpa de ella es que todo se fue a la borda, fumaba y bebía tanto que por su propia culpa perdió dos bebés, y mi padre terminó por quitarse la vida. Ella tiene la culpa de mi mala suerte: me la pasó. Es una maldita mal agradecida.

—Comenzamos en cinco.

Quito la peluca que llevo en mi cabeza para luego amarrar mi cabello en una cola que no tiene éxito ya que todos los cabellos cortos, se salen. Tomo asiento para observar a la actriz principal hacer lo que debe. Yo solo me encargo de hacer lo peligroso y arriesgado, nada más, a sus "joyas" deben de mantenerlos a salvo.

Perfect Illusion | Jesse Rutherford - The NBHDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora