Maratón 2/2
Qué difícil es dormir sin Jesse a mi lado. Extraño su caliente y su típico olor que tanto me encanta. Lo extraño tanto, pero tanto que no he podido cerrar los ojos ni un segundo. Son al rededor de las tres de la madrugada y yo ando desvelada.
Por enésima vez voy al baño, ya estoy harta de levantarme a orinar, pero es algo que tengo que hacer. Una de las cosas que también odio, es que me de hambre a esta hora de la madrugada porque no sé que comer. Los dulces no me han llamado tanto la atención últimamente y cocinar a esta hora es un caso perdido. Quizás un sándwich de jamón, queso y lechuga, pero eso me dejaría con hambre.
—¡Diossssss! — alargo la S para darle dramatismo a mi hambre. La nevera está llena, pero nada llama mi atención lo suficiente — Me hace falta Jesse — digo reprochando al aire. Si él estuviera aquí yo no tendría esta hambre tan inmensa que llevo.
—Así que, ¿te hago falta? — su voz hace que pegue un salto que casi llegue al techo de la cocina.
—Mi amor — le encaro y corro hasta donde está — No he podido dormir, te extraño Jesse.
—Eso es evidente — besa mis labios haciendo que mis hormonas se revuelquen, encendiéndome hasta la médula. Alargo el beso pasando mis manos por su cuello, pegándolo lo más que puedo — Axel...
—Jesse — gimo su nombre.
—No quiero hacerte daño — lo callo con un beso igual que el primero.
—Sabes que la doctora pidió que lo hiciéramos y por favor, quita ese pensamiento de tu cabeza.
—Lo sé, pero tengo miedo. No quiero ser muy brusco y sé que la doctora lo indicó hace días.
Quito su chaqueta besando su cuello, haciendo que sienta esta misma excitación que yo ahora mismo. No es justo que me deje con las ganas de tener sexo, soy una mujer necesitada que no ve un miembro desde hace más de seis meses.
La batita que llevo la quita dejándola caer en el suelo de la cocina.
—Vamos al cuarto — amasa mis tetas mientras lo dice.
—A donde tú quieras mi amor.
Con delicadeza acuesta mi cuerpo en la cama y de paso quita la braga que tapa mi vagina. Un cosquilleo inmediato arropa mi cuerpo, es como un fuego innovador.
—Jesse...
Me pone al cien el que me toque de esa manera. El vello de mi cuerpo está erizado, siendo testigo de la sensación que siento ahora mismo.
—Pon tu puto miembro en mi vagina, no aguanto... por favor — le suplico de manera tortuosa. Necesito hacer esto antes de que llegue al orgasmo solo con caricias y que me den ganas de orinar, como siempre.
La ropa ya no estaba en su cuerpo y podía apreciar una vez más los tatuajes que tenía al rededor en los muslos y parte de las nalgas. Era como ver a un dios, como ver un angel para mí. Es como ver un pote de nutella con fresas al lado. Es... glorioso.
Decido adelantarme y al verlo acercarse, decido utilizar mi poca experiencia en introducir su masculinidad en mí.
—Oh Jesse — gimo al sentir esto rozarme. Solo está la punta.
—¿Lo saco? — pregunta preocupado sin moverse.
—¿Estás loco? ¿Cómo se te ocurre?
—¿No te hago daño?
—Solo tienes la puta puntita, nada más. Entra completo ahora mismo o te corto el maldito miembro — le grité algo alterada. Estaba al cien y él se preocupa por si me hace daño.
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Perfect Illusion | Jesse Rutherford - The NBHD
FanfictionUn fanfic. Una banda. The Neighbourhood. 〰〰〰〰〰〰〰 No había lugar que no visitara ni momento que se perdiera aquella música. Ella escuchaba, rockeaba y bailaba hasta que su cuerpo no aguantaba más. No dejaba oportunidad de apreciar aquella música q...