Tarot se cepilla los dientes frente a un espejo en un baño. Al fondo se escucha el ruido de un televisor prendido. Luego se organiza su cabello y se revisa su presentación personal. Se desplaza del baño a su habitación, y se queda contemplando su inigualable biblioteca atiborrada de películas en formato DVD. Si Drugo siempre ha sido previsible, Tarot, le gana a todos en este departamento. Por ello casi que puedo ver todo lo que hizo ese día antes de nuestro viaje de supuestos documentalistas.
Tarot siempre ha sido reservado frente a su vida privada. Escasamente nosotros, sus compañeros de cineclub, conocemos que él es un sobreviviente de accidente de auto. Él y su hermana mayor se salvaron, pero sus padres murieron en el accidente. Desde entonces fueron criados por sus abuelos.
Ahora me imagino al Tarot de esa mañana que comienza a revisar carátulas de películas frente a los peldaños de su biblioteca, seleccionando un grupo entre los cientos de cajas plásticas que conforman su colección. Cuando queda satisfecho con un título hace un procedimiento que consiste en sacar la carátula y trasladarla a un empaque plástico, de tal forma que dispone de las carátulas impresas embolsadas más no de los discos.
Con el tiempo su hermana se casó, y emigró con su esposo hacia los Estados Unidos. Aunque conversan poco, ella no ha dejado de mandarle una cajada de películas por semestre, y buena cantidad de dinero mensual a los abuelos para las necesidades de la casa.
En un principio alcanzó a decirnos que no podría acompañarnos al viaje del documental del Pipicasso, porque su hermana por fin venía al país, a enseñarle a los abuelos su primer bisnieto. Por esos días estaba muy contento con la idea de conocer a su sobrino, y claro, también porque le adelantarían la cajada de películas del siguiente semestre.
Me lo imagino saliendo en silencio, observando en la sala, al frente del televisor, donde están el abuelo y la abuela dormidos, cada uno en su silla mecedora. Tarot apaga con maña el televisor, y sale de la casa haciendo esfuerzo por evitar despertarlos con algún ruido, feliz, seguramente sonriendo, porque la idea de ser documentalista lo llenó como a ninguno de nosotros.
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LOS CINECLUBISTAS
AventuraEn una universidad pública, al inicio del semestre académico, se hace la bienvenida a los estudiantes que ingresan por primera vez. Entre los voluntarios para presentar los servicios universitarios a los primíparos, están los encargados del cineclub...