Acuerdos

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Lincoln había dormido durante un buen rato, al levantarse se sintió revitalizado, definitivamente necesitaba un buen descanso, por unos instantes hubiera pensado que todo lo que vivió fue solo un sueño, de no ser que se había despertado en el hospital.

Trato de recordar lo último que había pasado, y recordó su conversación con la muerte, alterado pensando nuevamente que había sido un sueño, se tranquilizó cuando encontró el panfleto que le había dado.

Al ojearlo un poco, se dio cuenta que este contaba con una foto de él, nombre completo, dirección, tipo de sangre, familia conocida, alergias conocidas, fecha de nacimiento y fecha de defunción, esta última teniendo escrito solamente N/D.

Esto hubiera escandalizado a Lincoln de no ser que ya no tenía la fuerza mental para debatirlo, tal vez era su forma de decir que no lo pensara mucho.

De repente entraron los padres de Lincoln junto con el doctor Andrew, todos con una expresión de resignación en sus rostros, a pesar de ello, la respuesta que recibió por su parte fue de lo más, "sorpresiva" por así decirlo.

-De acuerdo Lincoln, después de una charla con tus padres, pediré que te den de alta y puedas volver a casa-

Después de la conversación que habían tenido de lo que le sucedía a Lincoln y como reaccionaron sus padres, lo último que esperaba era que le dejaran ir así de buenas, sin discutir el tema prepararon a Lincoln para que se retirara.

Desconectaron las intravenosas, le dieron su ropa y le dieron de alta, mientras caminaban por el pasillo hacia la sala de espera, el doctor Andrew se acercó a Lincoln y le susurró al oído.

- Un consejo, no debatas con Daniel, será más fácil-

Lincoln no tardo en hilar lo que dijo el doctor, eso solo lo dejo pensando, ¿Cuánta gente conoce a ese tal Daniel y si están relacionados con el?, mientras andaban por el corredor no pudo evitar ver que sus padres miraban a todos lados, como queriendo encontrar a alguien, imaginó la posibilidad de que La muerte se les hubiera aparecido como a él.

Al llegar a la sala de espera sus hermanas lo recibieron alegremente, como si se hubiera ido por mucho tiempo, le preguntaron tanto a sus padres como a el si ya se encontraba bien, respondieron que si, que ya no había nada de que preocuparse.

Asique partieron todos de vuelta a casa esperando que todo este incidente se olvidara, Luna estaba pensando en la reacción que tendrían sus hermanas, puesto que les había llamado contándoles del estado de Lincoln en el hospital, Lincoln solo podía pensar en lo que se refería Daniel con los términos del trato.

Cuando llegaron a casa el resto de las hermanas de Lincoln se abalanzaron sobre él, reclamando haber estado realmente preocupadas por él, Lincoln les dijo que ya no había nada de que preocuparse, él se encontraba bien y lo mejor de todo, en casa.

Cuando la familia se disponía a cenar, se escuchó que tocaban a la puerta, los padres se encontraron algo nerviosos, en el fondo sabiendo de quien se trataba, luego se escuchó que volvían a tocar a la puerta.

-yo voy- dijo Lori levantándose de la mesa y aproximándose a la puerta

Sus padres le siguieron, esto intrigo a todos, asique sin ir muy lejos se asomaron para ver que sucedía.

Al momento de que Lori abriera la puesta los jóvenes y los señores Loud se toparon con un chico de aparentes once años, de cabello castaño, tes pálida, vistiendo una camisa negra, una sudadera a rallas, unos pantalones negros, botas y traía consigo una mochila.

Extendió su mano y dio un saludo, Lori quien era la más próxima al joven, se percató que este tenía puestos unos guantes de cuero sin puntas, como los de un motociclista, Lori no respondió al saludo, en su lugar le pregunto quién era y que quería.

Déjalo morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora