Asume las consecuencias.

205 14 1
                                    

Saludos camaradas, lamento la tardanza, he estado algo ocupado con la escuela, tambien, hoy es mi cumpleaños, y como regalo de mi parte hacia ustedes, mi querido publico, me puse las pilas hoy para poder entregaros un nuevo capitulo, espero lo disfruten y los veo en el siguiente capitulo.

-----------------------------------------------------------------------------------------------

Estoy caminando por un callejón, veo a unas pocas personas pasar a mí alrededor, parecen decirme algo, pero no alcanzo a escuchar, no me paro a dialogar, cansado estoy de todo, en mis manos traigo el puñal, busco entrar en alguna pelea... Porque sé que voy a ganar.

------------------------------------

La alarma del teléfono había sonado, Lori había recibido un mensaje de Bobby, era lo típico, un saludo de buenos días con muchos besos y abrazos, cosa muy tierna y también algo melosa. Lori se había percatado de algo extraño cuando se despertó, se hallaba en su cuarto, en su cama.

Lo último que recordaba era que había ido a dormir a la cama de Daniel la noche anterior por petición de él, no recordaba en ningún momento haber salido de la habitación o haber ido a la suya a dormir ahí, por un momento pensó que todo había sido un sueño, incluido el estado de Daniel, producto del insomnio de ayer, pero se dio cuenta de algo.

La gabardina que estaba en una canasta de ropa ya no estaba, recordó que se la había llevado para entregársela a Daniel, después de todo lo que aconteció en la cocina y después de dejarlo en su cama, recordó, que la había dejado en la pequeña sala de estar que Daniel tenía en su cuarto.

Lori entonces recordó como había dejado a Daniel anoche, todo herido y mallugado, le dijo que solo necesitaba una siesta para recuperarse, se sintió como una tonta al creerle, pensó en las posibilidades de que él estuviera mal, muy mal, rápidamente Lori se levantó de su cama y salió corriendo a la habitación de Daniel.

Abrió la puerta de golpe para ver como se encontraba el joven, sin escatimar en gritos histéricos o agresión a la paz pública.

– ¡¡¡Daniel!!! –

¡¡¡AHHHHHHHHHHHH!!!

Lori y Daniel intercambiaron miradas por unos momentos, Daniel lucia exactamente... como siempre, un chico de once años con el cabello castaño y enmarañado, esto sorprendió bastante a Lori, para como lo recordaba anoche, él debió de haberse desangrado, manchando las sabanas, el suelo y a ella. pero lucia fresco como una lechuga.

Hmmmm... ¿Lori?

– Tu... ¿te encuentras bien? –

hmmm... si, ¿Por qué lo preguntas?

– ¿Qué buscas bajo la almohada? –

No se había dado cuenta, pero tenía la mano bajo su almohada, parecía estar sosteniendo algo que no quería que Lori viera.

Sera nuestro secreto, ¿sí?

Lori asintió con la cabeza nerviosa, a lo que Daniel le pidió que se acercara y guardara silencio. Al momento de sacar la mano de debajo de las almohadas, Lori palideció al percatarse de que lo que Daniel sostenía era de hecho, un arma.

Daniel guardaba debajo de su almohada una Beretta-M9, un arma corta utilizada por el ejército, Lori guardo un grito que iba a soltar del susto que le provocó ver tal cosa.

– ¿Cómo puedes tener literalmente un arma debajo de tu almohada? –

¡Por si alguien entra como loco a mi cuarto y me saca un susto como ese!, Lori, por eso tocan la puerta, para que sepa quien está del otro lado.

Déjalo morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora