Una sombría compañía

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El sol brillaba, los pájaros cantaban, las flores florecían, y en días como estos, donde carecía de pulso alguno, Daniel se sentía más que vivo. Después de una insufrible semana donde básicamente borro de su línea visual a las hermanas de Lincoln, haberles pagado una cena romántica a los señores Loud para tener tiempo con las chicas, fue buena idea después de todo, había conseguido finalmente quedar en paz con ellas, a excepción de Lynn.

Empezaba a preocuparle un poco su conducta, había gente que lo odiaba, si, y en ocasiones era un odio mutuo, con toda el alma, pero en general, él no se enfocaba en eso, no quería darles el gusto de prestarles atención, pero en este caso se trataba de una persona con la qué, quiera o no, tendría que convivir por un largo tiempo.

Mientras reflexionaba, se le cruzo por la mente un pensamiento, Pensó... en lo mucho que Lynn y Abigail se parecían, ambas eran atletas, ambas eran entusiastas, ambas eran testarudas, ambas podrían patearle el trasero relativamente fácil (teórica y físicamente comprobado), y de cierta forma, ambas tenían ese no sé qué, que le parecía muy atractivo.

Inmediatamente Daniel se levantó de su cama, dispuesto a hacer absolutamente lo que fuera, con tal de borrar ese pensamiento de su mente, al abrir la puerta se encontró en el umbral con Lisa, quien estaba a punto de tocar la puerta, Lisa estaba realizando una investigación y quería saber si él sería capaz de asistirla, a Daniel no le importaba lo que sea que quería, la ayudaría con tal de distraer su mente.

Así que acompaño a la pequeña genio a la habitación que compartía con Lily, ahí, dijo ella, haría unos estudios, al entrar se percató que Lily estaba durmiendo en su cuna, al lado de todos los experimentos potencialmente peligrosos de Lisa, decidió no mencionarle nada, tomo asiento en una silla y Lisa procedió por explicarle acerca de su investigación más reciente.

– Recientemente he encontrado un compuesto muy extraño, nunca visto y por ende un gran descubrimiento para la ciencia – se aproximaba hacia Daniel con un pequeño plato de muestras en las manos.

Si tú lo dices Lisa, yo no sé mucho de ciencia

– yo creo que si –

Al aproximarse la pequeña Loud, se percató qué en el pequeño plato de muestras, había una sustancia color negro, espesa y aun sin coagular, lo que traía Lisa entre sus manos, era una muestra de su sangre, Daniel se mostró algo nervioso, el día que Lynn le había golpeado con su bate, pensó que había limpiado todo el pasillo minuciosamente.

– por tu reacción, puedo deducir que reconociste la sustancia que tengo aquí –

Pensando rápidamente en algo que pudiera despistar a Lisa, se relajó un poco y con serenidad le respondió.

Eso es sangre, espesa, pegajosa, podrida y maloliente sangre, ¿que paso?, ¿el refrigerador con muestras se descompuso?

Lisa haciendo caso omiso a su comentario prosiguió con su explicación – En efecto, es sangre, pero pese al aparente estado de descomposición, aún posee las características de la sangre común y corriente, tiene niveles normales de hemoglobina y glóbulos rojos, pese a eso no me explico la ausencia de coloración rojiza en la misma. –

Es sangre podrida... supongo que debe verse así

– Aun intentando evadir los hechos, pensé que serias capaz de asimilarlo mejor. –

Daniel se estaba quedando sin excusas, no quería que Lisa se metiera en una investigación posiblemente peligrosa.No sé de que hablas

– Sabes que esta es tu sangre, y más importante aún... – En ese momento, Lisa saco una jeringa llena con sangre normal e introdujo una gota en la muestra, la sangre negra asimilo la gota y empezó una metamorfosis, en menos de un minuto, la sangre negra cambio su consistencia, su color e incluso su olor.

Déjalo morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora