Para ser pequeño, el interior del carruaje de Weindirus era espacioso. Las paredes eran negras, y el techo tenía un tragaluz para iluminar el lugar. Tenía varias repisas con frascos, cofres, y unos cuantos libros. En una esquina había una caldera negra, y en las esquinas colgaban un par de raíces o plantas medicinales. Pegado a una de las paredes, había un sofá que se podía convertir en cama. Allí estaba reposando Azazel.
Su cuerpo por completo estaba vendado, lleno de cremas y represas para curar sus huesos rotos. Weindiruw le había enseñado a Rita su mágica crema curativa. Gracias a ella Azazel volvería a estar de pie en un par de días. Aun así no pudo hacer nada con su dolor. Le costaba respirar demasiado. Le dolía hasta parpadear. Tenía que estar sumamente quieto para que la medicina surtiera efecto. Si movía un solo dedo, todas sus heridas se abrirían y volvería a sangrar.
Bacchus entró al carruaje y se sentó al borde de la cama. Bebió un poco de su botella antes de hablar.
-Te lo dije.
Azazel se limitó a gruñir.
-Weindirus no es alguien para tomarla a la ligera. Tienes suerte de que haya sido suave contigo.
-¿Suave?-dijo el demonio, molesto. -¿Estás diciéndome que eso no fue toda su furia?
-Claro que no. Todavía sigue molesta contigo. Estuvo varias horas tratando de calmarse antes de empezar el entrenamiento con Nina.
Azazel todavía recordaba cuando lo estaban atendiendo. Nina le ayudaba en lo que podía a la zombi pasándole las herramientas y haciendo los menjunjes. Tenía que cubrirle la boca al demonio con una tela para evitar sus gritos cada vez que le recolocaban un hueso. Recordaba la expresión en los ojos de la muchacha. Estaban llenos de preocupación y miedo. ¿Era por él que estaba así?
-¿Cómo está Nina?-se atrevió a preguntarle al dios.
Este se sorprendió un poco por la pregunta.
-Está un poco afectada aún. Cuando salió del carruaje no paraba de temblar. Pero con un par de vómitos y mucha agua pudo recuperarse. El entrenamiento la está manteniendo ocupada.
Dio un sorbo a su botella, saboreando el licor. Le ofreció al demonio, pero este se negó.
-Hay algo que todavía no entiendo-dijo Azazel. -Esa... paliza que me acaba de dar Weindirus no es si quiera una décima parte de su verdadero poder, ¿cierto?- Bacchus asintió. -Eso significa que es sumamente fuerte. ¿Entonces por qué ella misma no mata a Chorice?
Bacchus dio un profundo respiro. Todavía recordaba ese día tan lejano.
-Ella tuvo una vida un poco difícil, chico-dijo el dios. -El día en que nació ya fue marcada por la deshonra y la vergüenza. Ella es... la nieta del señor Zeus.
-... ¡¡¿Qué?!!
-Su padre, el hijo del señor de los cielos, se enamoró de una humana. Estuvo tan enamorado que se casó con ella, y luego tuvieron una hija. Sabía que a su padre no le iba a gustar esto, así que las mantuvo ocultas. Pero cuando Zeus se enteró de esto, mató a la madre de Weindirus. Para salvar a su hija, el Príncipe de ofreció como prisionero para protegerla. Aun así se llevó a la pequeña a la Tierra de los Dioses para enjuiciarla. Yo mismo presencié la escena... y no me arrepiento de lo que hice.
...
Todos los dioses y ángeles fueron al Gran Palacio para asistir al juicio. Había cientos de hileras de asientos en la Gran Sala. Todos los dioses asistieron. Bacchus estaba sentado cómodamente en su asiento, bebiendo una copa de vino cuando su amigo Hamsa apareció.
![](https://img.wattpad.com/cover/109951645-288-k320023.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Me enamoré de un demonio (Azazel x Nina)
FanfictionAzazel quiere recuperar la gloria de los demonios, y para eso planea controlar el corazón de Nina, el Dragón Rojo. El problema es que ni ella misma sabe cómo controlarse. En eso llega una mujer misteriosa que decide ayudarlos para cumplir su cometid...