[ Don't be so rude ] [ yuta ]

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Última semana. Última semana. Última semana.

Solo esta semana y puedo tener vacaciones. Vacaciones, me la merezco. Quiero tiempo para dormir y para mi. Cosa que será difícil considerando que mamá de va empeñar en hacerme pasar tiempo con ellos, o que voy tener tareas y trabajos. Pero no me importa, conforme pueda dormir más tiempo, todo va estar bien.

-¡Despierta! -grita Yuta moviendo mi pupitre.

-Yuta. -me quejo.

-¡Joder, cállate! -dice Park.

Levanto mi cabeza solo para presenciar como le pega con su sweater. Le agradezco en silencio.

-¿Por qué siempre son las primeras en llegar? ¿Les gusta dormir en el pupitre o algo?

Ya está. Mi sueño se fue.

Me giro para intentar matarlo con la mirada. Él sabe por qué he venido más temprano de lo normal.

Tuve que pedirle a papá que me trajera muy temprano para poder correr sin zapatos al salón, intentar no ser castigada por eso y poner mi maleta sobre mis pies para que nadie sospeche. ¿Por qué? Porque odio dar explicaciones y la cara de lastima de la gente.

-Tu cállate, japonés miedoso. -le digo solo para ver que deja de sacar sus libros para verme con cara de no puedo creer que lo dijeras.

-¿Miedoso?

-No es nada. -dice mirándome fijamente.- Es sólo que Eunri tiene mal humor por las mañanas.

-Cierto. -acepta sin más la traidora de Park acostándose de nuevo en el pupitre.

Aunque claro no tiene mucho sentido puesto que ella no sabe que ayer Yuta casi me tira al piso al separarse de mi, todo porque escuchó a mamá llegar. ¿Tanto miedo dan las mamás en Japón? Cabe recalcar que dicho miedo le duro tan poco como me dura el buen humor en las mañanas, empezó a contarle a mamá sobre la cocina japonesa y casi quedo de lado; mamá quedó encantada. Claro que no sabe que el interesante chico japonés que me ayudó a llegar a casa, sale conmigo; tampoco cómo me ayudó a llegar a casa o que teníamos al menos treinta minutos solos en la misma.

-No lo vas a superar nunca.

Recargo mi cara sobre mi muñeca y niego. ¿Por qué olvidar a un Yuta nervioso y con la cara roja?

-Jamas.

-Jimis. -hace una cara infantil y se inclina desde la esquina de su pupitre para darme un corto beso.

-¡Wow! -es lo primero que escuchamos.- ¡Hul! ¡¿Qué fue eso y por qué Eunri no te está moliendo la cara?! -Park salta de su asiento y ve hacia la puerta.

Sé que es señal de peligro cuando hace unas señas llamando la atención de alguien que pasa por ahí. Tanto drama y hasta ella me había dicho que yo estaba en algo con él. 

-¡Ten, rápido! -dice la muy impaciente saliendo a su encuentro y poniéndolo al tanto.

-¿Por que siento que somos usados para que Ten entre al salón y hablar entre ellos, de nosotros como excusa?

-Espera lo que viene. -se sienta sobre la mesa de su pupitre.

La cara de Ten lo dice todo. El par de chismosas están juntas.

-¿Desde cuando? -pregunta dudoso- ¡No me digan, no me digan! Aun no viene Jae ni Taeyong. -niega repetidamente y apoyándose con gestos de sus manos.

Taeyong. No me acordaba no de su existencia. El fin de semana fue tan bueno que no tuve tiempo para pensar en nada. Lo único que puedo agradecerle a la vida es que dejó de molestarme, no más mensajes ni acercamientos.