[ the lier ]

21.7K 1.2K 1.9K
                                    

-Lo siento mucho. -escucho la voz del señor Jung.

En el espejo solo se refleja mi cara adornada por una mueca sin gracia, la sombra de una sonrisa con menos vida cada vez que escucho lo mismo.

-No te preocupes. -arreglo mi corbata, pero sus manos terminan de arreglar el desastre que intento hacer pasar por un nudo.- Tampoco te sientas mal, no es tu obligación.

Sus arrugadas manos planchan las pocas arrugas de mi camisa. Me pregunto si estaría muy fuera de sus obligaciones preguntarle si puede arreglar mi vida personal.

-Pequeño Lee, sabe que sus padres lo-

-Voy llegando tarde.

La tristeza de sus cansado ojos es uno de mis peores miedos.
Tiene la edad suficiente para retirarse, pero en lugar de eso a decidido seguir cuidándome, ¿cuanto tiempo más le voy a ser una carga? Nunca formó una familia, y la que tenía murió hace poco.

Claro, que teniendo en cuenta todo el dinero que le pagan incluso yo seguiría gustosamente diciendo blancas mentiras para proteger a un pobre chico. O eso intenta. Pero hace mucho ya no importa.

La mano de Seun no se ha despegado de la mía durantes toda la ceremonia, cosa que agradezco. Evadir la mirada llena de reproche de Jaehyun no es nada fácil, pero el delicado toque de Seun lo hace parecer menos.

Claro, porque piensa que aun estamos molestos por causa de la audición a la que fuimos y no clasificamos. Y no está del todo equivocada. En realidad, estamos molestos, pero no entre nosotros, sino con nosotros mismos.
Acabamos de perder la última oportunidad, no de nuestras carreras que no habían empezado, era la última oportunidad otorgada por la vida real. Oh, y la última de nuestras familias.

Los chistes de Ten dan tanta pena que no queda más que reírnos. En serio, ¿quiren sigue usando los chistes que usaban nuestros padres? Pero me rio porque al menos de esa forma llego a saber un poco de como era el humor de ellos en ese tiempo.

-... Así que te veré hasta en la noche, ¿te parece?

Aparto mis ojos de la pareja un par de espacios frente a mi, ¿cuantos minutos lleva hablando sola?

-Claro, amor. -le doy la razón, aunque no sé de qué demonios habla. Me acerco a darle un corto beso.

Nada. No siento absolutamente nada.

Sonrió porque ella lo hace, y su sonrisa es linda, es una de esas pocas cosas que me siguen pareciendo encantadoras de ella. La dejo que se recargue en mi hombro, la dejo llevarse mi colonia en su ropa, y dejar la suya en la mía. La dejo sentirse querida.

Y entonces la veo. ¿En que momento me dejó de querer? En algun momento todo se termina, estoy consiente. Pero me hubiera gustado que las cosas duraran más. Poder disfrutar más de auténtica compañía, auténticas caricias de una persona auténtica, de una persona que en verdad se pone nerviosa por un par de palabras no tan elaboradas, solo quizás sinceras.
Aunque en ese momento ni yo lo sabía, no sabía que la sinceridad también venía envuelta en mentiras.

La sigo viendo, porque es todo lo que puedo hacer, y se ve tan feliz y tan radiante. Se ve tan contenta de la mano de un idiota que no soy yo.

Me suelto de esta mano que nada tiene en común con la que anhelo y continuo hablando con Chiyapornkul sobre que va hacer luego de esto, me llevo la sorpresa de que irá a casa de Yuta a celebrar el cumpleaños de Eunri.

-Jae irá. -se gira al mencionado.- ¿No te dijo?

-No. Seguro lo olvidó. -elevo un poco más la voz para que escuche.

[ Don't be so rude ] [ yuta ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora