[ Don't be so rude ] [ yuta ]

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-Esto no cuenta como cita, Yuta. -me rio terminando de comer la brocheta.

-¿Por qué no? -termina de tomar su Sprite y deja la lata junto a las demás, en el suelo.- Estamos afuera, hay música de fondo y el lugar es lindo.

-Es el patio. -me río. Sabe que le estoy haciendo broma. La verdad no importa mucho  que nos hayamos quedado. Hay música, como él dijo; la comida estuvo deliciosa, y lo mejor de todo, no en cualquier cita puedo verlo sin camisa.

Levanta una ceja.- No. Es la piscina. 

-¿Qué?

Se acerca corriendo, me levanta de la silla tomándome por la cintura y doblándome como saco sobe su hombro. Trato de  aferrarme a él lo más rápido que puedo. ¡Joder, no! 

Y sí, lo siguiente que siento es nuestros cuerpos sumergirse en el agua. ¡Agua helada! ¡En medio de la noche!

-¡Yuta! -grito saliendo del agua y pasando mis manos por mi desastroso cabello. Creo que podría empezar a titiritar ahora mismo.

-¡Presente! -levanta la mano y se echa hacia atrás, tendiéndose en el agua. Esa carcajada de niño pequeño se queda presente.

Me río también.- No tenías ni la certeza de que sabía nadar. -me muevo y busco lugar en los escalones al lado mío, con medio cuerpo aún en el agua. El croptop se pega a mi cuerpo, estoy toda congelada.

-No es profunda. -habla mirando a la luna.

-Tampoco lo sabías. -levanto también mi mirada y luego la poso en la playa que se abre a nosotros; una excelente vista. -Pude haberme ahogado.

Levanta la cabeza y nada hasta mi. -Nunca lo hubiera permitido.

¿Por qué luce tan guapo con la luz amarilla de la casa y la luz de luna? No lo sé.
Pero lo que sí sé es que es mejor cuando se queda parado frente a mi, con todo su ser mojado y con su torso lleno de gotas de agua. Toma mis manos y les da un apretón. 

-Kawaii-desu. 

Sus mejillas se ponen rojas y sus ojos se abren.- ¿Qué?

-Aprendí japonés. -miento. Recargo mis brazos en el muro, me arrepiento al darme cuenta que mi pecho queda demasiado expuesto con ese gesto; algo inútil, porque aun me cubre la tela y en verdad no me estaba observando.

-Lo sacaste de algún anime. -achica sus ojos y se inclina sobre mi. -Pero gracias. -besa castamente mis labios y toma asiento junto a mi.

-Sabelotodo. -me quejo. Me doy vuelta y saco la mitad de mi cuerpo, doblándome sobre parte de los escalones para acercar la hielera. -¿Quieres una..?

Desvía su mirada y se aclara la garganta. -Mgm. Ten más cuidado.

-¿Con qué? -pongo la helera a mi lado y saco una cerveza. La destapo y me recargo en la pared de la piscina.

Compartiendo un juego de miradas, doy un sorbo al helado líquido y relamo mis labios. ¿De quién ha sacado tanta intensidad en ese par de grandes ojos marrones?

-Conmigo. -se dobla para alcanzar una cerveza, pero ese no es su objetivo. Mientras su mano llega a su objetivo, sus ojos siguen directos en los míos, dejándome aún más helada. ¿O sería lo contrario?

Se endereza en su lugar y abre la suya. Definitivamente estoy muy sensible. 

Y, definitivamente, necesito quitarme el maldito croptop.
¿Cómo se le ocurre tirarme al agua así? Admito que tener puesto un sweater cortado por la mitad para venir a la playa no es la mejor idea, pero no es mi culpa que haga frío en la noche. Esto no es una de esas películas donde la protagonista usa un corto vestido veraniego para salir a caminar por las noches de la mano de su amado. Esto es mas bien una trágica comedia en donde me estoy quitando un empapado sweater y tiritando del frío, ya que a mi inteligente chico se le ocurrió que mojarme era le mejor opción.