✘38✘

24K 1.6K 967
                                    

Las semanas han pasado, una tras de otra, sin descanso alguno para nadie. No es broma que en el último año solo puedes dormir cuatro horas. Entre trabajos, exposiciones y exámenes, el tiempo se ha ido volando de manera que nadie comprende como tenemos una de las mayores decisiones de nuestras vidas a la vuelta de la esquina. Los ánimos de todos están por la borda, el estrés se puede sentir en cada persona a la que te acercas, el malhumor no es algo que afecte a nadie; o estas de malhumor o te ponen de malhumor, se está de la mierda.

-No te muevas. -se queja.

-¿Has pensado que podría ser incomodo estar así durante mucho tiempo? 

-No es mi culpa, eres mi novia. Vive con ello. -Ruedo los ojos y aparto su cabeza de mis piernas, las pongo fuera de su alcance.- Yah. -se queja como un nene.

-No estoy para ser una almohada.

-No. Estás para subir los ánimos de Senpai, pero tampoco es posible; ser mi almohada es lo más razonable. -habla como si fuera el razonamiento más obvio.- Anda, Jaemin me tuvo cuidándolo toda a noche. -su labio hace un puchero y con los ojos cerrados mueve su cabeza de un lado a otro.

-Bebé. -ruedo los ojos y acerco nuevamente mis piernas y lo dejo acomodarse.

-No sabía que los berrinches te ponían cariñosa. 

-¿No que estabas cansado a muerte? Si ya te sientes mejor me voy.

-¡No, no! -toma mi mano y le da un beso.- Si te vas ahora nos delataras y el de historia no lo va a dejar pasar. -pone mi mano sobre sus ojos para cubrir la luz del sol.- Además llevamos mucho sin estar solos.

-Sí... -con mi mano libre juego con su cabello. Quizá no hemos podido estar relajados desde hace un mes, cuando académicamente todo se descontroló.- Agh, ya quiero terminar esto. 

-Lo sé, yo igual. -suspira con pesadez.

-Tu... -me aclaro la garganta.- ¿Ya sabes que vas hacer?

-¿Con qué?

-Al terminar esto. -me animo a preguntar.- Con la universidad.

Destapa sus ojos y mira directo al cielo y luego a mi.- Entraré en esta universidad. 

Muerdo mi labio, que bien le queda la luz natural.

-Oh. -vuelvo a acariciar su cabello y lo veo sonreír, como un gato al que le gusta el afecto. Su suave risa me hace verlo de nuevo.

-¿Estás esperando a que te diga que iremos juntos? -sonríe arrogante.- Es algo obvio, no por nada he estado estudiando más. Además, ¿qué lógica tendría haber venido a Corea si no quiero entrar en la mejor universidad, eh? 

Aparto la mirada. Eso no debió sentirse tan dulce, eso no debió sentirse tan amargo, eso no debió hacerme sentir mal.

Una de las tantas peleas que tuve con papá regresan a mi mente. Si bien mamá no se opone a mi desición, no hace nada para secundarla. Me siento en una pelea con las manos atadas; ellos son los padres, controlan el dinero, yo soy la hija que debe pedirlo.

Es una locura siquiera pensar que teniendo un trabajo de medio tiempo podre pagar la universidad. Se puede, sí, pero eso cubriría solo la matrícula, las universidades son ridículamente caras. Los gastos diarios serían algo que no podría permitirme, además de materiales a utilizar o cualquier cosa.
Pero aun así, esa fue la sugerencia de papá. Si quiero hacer lo que sea debo pagar por ello.
Claro que fue una burla de su parte, sus ojos danzaron llenos de burla y regocijo al tener por seguro que no lo podría hacer; tendría que haber empezando a trabajar hace meses.

[ Don't be so rude ] [ yuta ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora