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No es mi mejor época para tomar un examen, ni mi mejor época para siquiera presentarme en el colegio a prenteder algo que no se puede; pero de alguna manera acá estoy y no puedo irme hasta terminar con toda esta basura. Digamos que tampoco es el mejor momento para que mi cabeza se llene de tantas cosas que no son referente a la materia, pero la concentración es algo que me ha fallado en la última semana.

-Les quedan cuarenta minutos.  -avisa el señor Ho con ese tono de burla que tanto odio.- Si escucho un murmullo más les quitaré las papeletas. ¿Me escuchó señorita Eunri?

-Fuerte y claro. -levanto una ceja en su dirección y regreso la vista a mi papeleta.

Tener presión, estar al borde en cada evaluación, intentar perfeccionar todo en el último minuto, estar bajo la mirada acusadora de los profesores por solo tomar un poco de agua; todo altera los nervios. Ese movimiento de piernas del compañero de al lado, ver a la chica de en frente morderse las uñas, el tener que rascar mi cuello constantemente debido a los nervios.

Todo se junta con que ya solo quedan veinte minutos para entregar la papeleta.

Elimino los rastros de operaciones equivocas, termino de poner en tinta las últimas respuestas y me siento aliviada al saber que no dejaré este examen. Tengo la seguridad de que algún poder divino me ha ayudado a completar todas las evaluaciones.
No pude estudiar el fin de semana pasado porque a mi vida le da por ponerse difícil en tiempos de exámenes, no pude concentrarme en casi nada por el hecho que todo terminaba mezclándose en mi cabeza; es por eso que ahora cargo unas bolsas horribles en los ojos, es por eso que incluso me siento más desesperada en salir.

Salir y esperar pacientemente al día de la graduación, que es básicamente en pocos días. No esperan mucho para decirnos si seremos unos fracasados o personas promedio en el mundo. Bueno, es algo a favor, así no tengo que pensar mucho en esto y tomar el tiempo debido para estudiar para el examen de admisión o relajarme un poco. Que no es algo que haya podido hacer últimamente.

Me levanto y camino hasta el profesor Ho a entregarle mu evaluación.
Sí, señor Ho, me voy a graduar en contra de todos sus deseos. No me va a retener un día más acá, ni porque diga que mate a su perico.

-Señorita Park Eunri. -dice con poca amabilidad.

-Profesor. -suelto una risa, con toda la intención de hacer notar mi sarcasmo. Hago una referencia y dejo la sala con mis cosas.

Por fin estos malditos exámenes llegaron a su fin. Tengo adrenalina en mi cuerpo, adrenalina que me gustaría desquitar en cierto chico que no encuentro por ninguna parte.
Las desventajas de querer perfeccionar hasta en mi última oportunidad mi promedio, es que Yuta a salido con una confianza exagerada ya hace media hora o más.

Apenas he podido verlo en esta semana. Sigue molesto, o algo así. No, no le he besado ni una sola vez en esta semana. Estoy segura que estoy teniendo algún tipo de castigo por su parte.
No ayuda mucho que lo haya visto sólo veinte minutos cada día. Desde que vivimos temporalmente en casa de mi tía el tiempo es algo muy corto; muy temprano en la mañana, muy corta la despedida, poco tiempo libre y ese tiempo había sido para estudiar.

Dios, quiero sentirlo cerca. No creí que alguna vez el contacto físico fuera tan parte de mi; y el no tenerlo tan desesperante. Pero es que es Yuta; Yuta simplemente se hizo parte de mi, con todo y su manía por no tener sus manos alejadas.

La primera persona que encuentro es a Park, por la cara que tiene seguro está esperando a Ten. Me siento a su lado y golpeo mi hombro con el suyo.
Que habría sido de mamá y de mí sin la ayuda de la familia de Park. Es gracioso que ambas llevamos el mismo apellido y eso me hace sentirme más cerca a ella, como si fuéramos familia.

[ Don't be so rude ] [ yuta ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora