[ Don't be so rude ] [ yuta ]

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El sábado a las 9 am, me llevo el primer golpe.

-¡¿Cómo se te ocurre pensar en hacerle eso a tu padre?! -mamá se toma la muñeca y yo me tomo la mejilla. Pero no lloro.

-Solo te estoy avisando, mamá. Le diré hoy por la noche.

-¿Qué te pasa, Eunri? No puedo creer que quieras demandar a tu padre. -toma su bolso, enfurecida.- ¿Sabes siquiera que implica eso, niña irresponsable?

-Qué va a ten-

-¡Que puede ir a la cárcel! -interrumpe con un grito casi ahogado.- ¿Has considerado eso? Si haces que tu padre vaya a juicio...-

-¡No es como si yo en verdad quiera que vaya a la cárcel! -me defiendo.

-¿No? -me mira de mala manera.- ¿Crees que puedes simplemente amenazar legalmente a una persona? 

-¿En serio quieres hacer eso? -escucho su tono de burla. Le veo avanzar lentamente, bajando las gradas con aires de grandeza y superioridad.- No va hacer falta, Eunri.

Avanza hasta mi con parsimonia. Escondo mi asombro de verlo con una cara de desprecio; se supone que no estaba en casa, debería haber llegado hoy por la noche.

-¿Escuchaste todo? -pregunta mamá tomándose el puente de la nariz.

-Creo que es tiempo de decirle. -se quita su chaqueta y la deja en el sofá. Su tranquilidad me asfixia. Pero el ver que no me toma en serio, me pone peor.

-¿Decirme qué? -me cruzo de brazos.

-No va hacer falta que te separes de mamá. -habla como si con una niña tratase.- Ya no tienen porqué separarse. -sonríe.

¿Sonríe? Veo a mamá y una mágica sonrisa se ha pintado en sus labios.

Mi corazón brinca.

¿No hace falta?

¡Eso quiere decir que no van a enviarme a China!

-¿Eso quiere decir qué..? -mi voz sale con más anhelo que asombro.

-Sí. -su sonrisa se ensancha.- ¡Pueden estar juntas en China! -extiende los brazos esperando de lo abrace.

Siento como si recibiera el impacto de una caída de cincuenta pisos.
No hago más que verlo: esperando que corra feliz a abrazarlo y alabarle.

Que tonta fui. Por un momento en verdad creí que iba a decir que se había equivocado, que quedarme acá era lo mejor. Que tonta, tonta. Que tonta niña.

-¿Eh? 

-No hace falta que se preocupen de nada. Ya estoy buscándoles una casa que esté lo suficientemente cerca para que puedas movilizarte con rapidez a el campus. -por fin cierra los brazos.- ¿No es genial?

-Genial mi culo. -su cara se deforma ante mi delicada expresión verbal.

-Señorita. -me advierte.

-¿También vas a mandar a mamá a China? -tengo que obligarme a cerrar la boca.- Sí. Tú si eres increíble. 

Su rostro recobra su sonrisa.- No es para tanto. -sonríe complacido.- No es tan difícil, es solo un par de papeleo, conocer a las personas correctas y-

-Increíblemente estúpido. -interrumpo su alarde. Veo su cara decaer, de nuevo.- ¿De verdad te piensas que te estaba haciendo un cumplido? Estás mal de la cabeza, papá. -suelto con indignación.

-¡Cuida la manera como hablas conmigo! -amenaza poniendo nuevamente esa cara que pone cada vez que hago algo fuera de sus planes.- ¿No era eso lo que querías? ¿No era eso por lo que llorabas? -su tono de burla me hace daño.