[ Don't be so rude ] [ yuta ]

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-¿Uva o fresa? -pregunta jugueteando con mi mano para tomarla mejor.

-¿Qué? -parpadeo un par de veces para darme cuenta que no estamos en el supermercado, estamos en la heladería.

-¿Uva o fresa? Ya no hay de limón ni de sandía.

-¿No ibas por pasta?

-¿No estabas por llorar?

Suelto el aire que contenía. -Uva.

-Que bien, la fresa no es tan buena.

Suelta mi mano y se acerca al mostrador y pide dos paletas. Mi ceño se frunce. ¿Por qué estoy por comer paletas con Yuta? No, más importante aun; ¿por qué me tomaba de la mano? No, no, más aun; ¿Cómo me encontró? Se fue antes que yo, mis pasos iban demasiado lentos para poder decir que en algún momento lo alcancé o sobre pasé.

-Toma. -me entrega la paleta y la observo con el ceño fruncido. -No le puse nada raro, viene sellado, ¿ves? -dice tocando el empaque y rodando los ojos.

-¿Qué haces aquí Yuta?

-Le doy una paleta a una niña tonta que no sabe decir gracias, ¿y tu? -tono irónico de nuevo. Lo quiero golpear.

-Primero: gracias. Segundo: ¿qué hacías por acá? Te vi irte.

Camina y se sienta en una de las mesas desocupadas, una pegada a la pared y con asientos cómodos. -Resulta que iba para mi casa, no había nada importante por hacer, Ten llamó y cuando venía de camino te vi. Iba a molestarte pero estabas por llorar y bueno.

-... -No sé cómo tomarlo, algo me dice que es muy dulce eso que acaba de decir... pero viene de Yuta, no sé cómo tomarlo.

-Eso me gano por hacer buenas obras en mi día libre.

Me siento a su lado, es el lado de las bancas afelpadas, no me sentaría en las sillas de metal teniendo esas.

-Pues gracias.

-Uhum.

Abro mi paleta y en hace lo mismo, empezamos a comer en silencio. Hay pocas personas en el lugar, lo cual es mejor, menos ruido. Creo que por una vez Yuta no es mala compañía.
Lo observo un segundo pero soy descubierta en el acto y me codea con una sonrisa ladina.

-¿Si? -dice cogiendo su teléfono al descolgar la llamada. -Um, claro Tae. Estoy en la heladería.

Me cago en todo.

-Si, te espero. -cuelga la llamada.

-¿Qué pasa? -pregunto ya con los nervios en modo máximo.

-¿Estás sorda? -su humor cambia de bromista a defensivo. -Viene Tae.

¿Que tan popular tiene que ser este chico? Todos quieren estar con él. ¿Qué tan mala es mi suerte?

-Mejor me voy Yuta.

-Como gustes. -tira su cabello hacia atrás con despreocupación.

Me levanto de la banca con mi paleta en mano y acomodando mi bolso. Así es la vida, estás por olvidar algo que pasó pero viene la linda vida y te tira lodo en la cara. Abro la puerta del local y el calor de ambiente no es lo único que choca con mi cara, sino también el pecho de alguien.

-Oh, perd-... ¡Eun Ri! -dice el chico. Levanto la mirada y me encuentro con el tailandés de la vez pasada.

-Ten -me forzo a sonreirle.

-¿Amiga tuya?-pregunta un chico rubio detrás.

-De Yuta, futura amiga mía, vamos. -me toma del brazo y comienza a arrastrarme a la mesa de la cual ya me había levantado.