'Empty promises'

Llevábamos varios días en la nueva casa.Las clases estaban a punto de empezar,y la verdad es que los nervios podían conmigo.Miraba el calendario y deseaba que se parara.Pero el tic-tac del reloj continuaba sonando,lo cuál significaba que el tiempo pasaba sin piedad.

Pasé mis manos por mi pelo por décima vez y resoplé.Cada vez que pensaba en ello,el corazón se me aceleraba.Después de todo,una nueva vida, en un sitio en el que hablaban un idioma distinto al tuyo, no era tam malo . Sólo había un inconveniente; el hacer nuevos amigos.Nunca he sido buena en eso, soy muy borde, hostil, es mi forma de s er y no puedo evitarlo . Necesitaba concoer gente nueva, necesitaba tener a alguien con quien compartir risas y a quien contarle las cosas.Volví a suspirar y decidí bajar a ver una película al salón.

Quedaba una semana para que empezaran las clases.Mi única compañía eran mis libros, mi música y mi twitter, extrañamente conocido.

Al fin llegó el día anterior a las clases.Miré mi habitación, en la cual se encontraba mi mochila con un cuaderno, un estuche y el abono transporte (el cuál me serviría para no llegar tarde a clase) y encima del escritorio estaba la ropa del día siguiente.

De repente escuché un ruido y me acerqué a la ventana.4 chicos se estaban bajando de un audi A1 e iban riéndose. ¿Serían mis vecinos?

-Laura!.-gritó mi madre desde la cocina.

-¡Qué quieres pesada!.-la correspondi el berrido.

-¡Toy se ha escapado, ve a por él!

Toy era mi perro . Se llamaba así por mi obsesión con esa película infantil absurda.

-¿No está en el patio?.-No tenía ganas de salir.Mi madre gritó un no rotundo.Me tocaba ir a buscarle a la calle .Abrí la puerta del garaje y salí por allí, sin querer encontrar me con esos cuatro imbéciles de abajo.

-Menuda despedida de verano.-dijo una voz.-Os dije que lo de la casa sería la caña.

-Ya ves, menudas fiestas.A mí aún me dura la resaca.-Dijo otra voz.

-Bueno, quedamos mañana en el instituto.Me voy a casa.¡Vamos mocoso!.-dijo la primera voz.

-Adiós Tristan, adios Bradley.-¿Tristan?¿E se sería el que había llamado mocoso al chaval ese? Asomé la cabeza para ver a ese chico.Los otros dos ya se habían metido en el coche.El tal Tristan tenía las manos en los bolsillos y observaba al chico que tenía al lado, debía ser su hermano.Eran los dos altos, pero el Bradley ese parecía un enano al lado de Tristan.Éste último era rubio, y no pude apreciar del todo su rostro debido a la poca luz que había.

Escuché ladrar a un perro y ahí vi a Toy, intentando buscar algo entre el césped. Le maldije por hacerme ir corriendo detrás de él con mi pijama de verano de los Looney Tonos.Salí de mi escondite atrayendo la atención de Tristan.Se acercó a Toy y empezó a jugar con él.Me acerqué y me lo dio.

-Gracias.-mi sonó tan débil que casi no la escuché ni yo.Él tan sólo admitió con la cabeza.Sus ojos eran de un azul grisáceo, y tuve que concentrarme para dejar de mirarlos 'Concéntrate Laura'.Me dije a mi misma.-Bueno eh adiós.-dije cortante.

Me puse muy nerviosa.Di un paso hacia atrás y tropecé, empecé a moverme como un flan para mantener el equilibrio. Tristan continuaba con las manos en los bolsillos y con una media sonrisilla.Me puse roja como un tomate y me fui a casa tirando de Toy. Miré hacia atrás y él ya no estaba.Gracias a dios.Entré a casa bufando y dejé a Toy de mala gana en su caseta.Descargué toda mi furia con él, si no se hubiera escapado ésto no hubiera pasado.

Fui a cenar con mi madre y con mi hermano Thomas.Hablamos un poco sobre el instituto hasta que decidí irme a la cama.

Me senté en el sillón qur había en mi habitación y me acomodé para seguir con mi lectura de Tess la de los D'Urbeville.No me concentraba en la lectura porque en mi cabeza no paraban de aparecer sus ojos, sus manos, su figura.Su voz que sólo había escuchado una vez de forma grosera, su media sonrisa....Me sentó mal que se hubiese reído de mí. Condenado imbécil.Pero joder, es tan guapo.

'Tristan...' .-su nombrr hacía eco en mi cabeza, vagaba libremente por mis pensamientos, mientras yo me abofeteaba mentalmente por pensar esas tonterías.

Le he visto una sola vez, pero siento como si todo hubiera cambiado.

Creo que todo ha cambiado.