¡HOOOLA CHICAS! ¿Cómo estáis? ¿Bien, sí? ¡Eso espero! Esta notita viene a cuento de que creo (CREO) que quedan pocos capítulos para terminar los extra, así que... ¡WII! Y por cierrrrto... Tengo una noticia que daros, que quizá os guste o quizá no, es vuestra total elección: una cuarta y última historia, sobre dos personajes que ni siquiera os podéis imaginar (O quizá uno de ellos sí, pero el otro no... Jejejeje) Hablo de uno que lleva muuucho tiempo olvidado (¿adivináis quién puede ser?), y de otro nuevo... ¿Qué os parece? Os daré más información cuando termine los interminables extra, ¿os parece?
Bueno, y ahora... ¡Que disfrutéis del capítulo! <3
TOBÍAS.
Intenté ocultar una sonrisa mientras veía como mi pequeña Lucy apuntaba en una pequeña libreta todas las cosas que le contaba sobre las hadas y que le parecían importantes. Embobado, miré el pequeño mechón que se escapaba de su coleta alta y que rozaba su mejilla mientras escribía con máxima concentración.
–Entonces, ¿no debo mirarles a los ojos a menos que sea igual de poderosa que ellas? Y entonces, ¿qué pasa con la reina? ¿No debo mirarla nunca? ¿Y si me habla, entonces qué hago? ¿La ignoro, o le respondo sin mirarla? ¡Joder, esto es muy complicado!
Contuve una carcajada mientras la veía llevarse las manos a la cara para ahogar un profundo sonido de frustración.
–No es tan difícil como crees, y no deberías apuntarte nada... No es como si fuera a hacerte un examen sobre esto –mi sonrisa se amplió cuando me miró con mala cara. Por unos segundos pensé en lo mucho que me gustaba verla enfadada, y lo enfermo que era en realidad eso–. Vamos, después de dos horas tirados en el suelo de este gimnasio, seguro que has aprendido algo de ellas, ¿no?
Lucy hizo una dulce mueca con los labios y apartó la libreta de ella mientras se cruzaba de brazos y miraba hacia el techo, recordando lo que le había estado contando.
–A ver, pues... No puedo mirarlas a los ojos a menos que sea más poderosa que ellas... Cosa que has puesto en duda varias veces, por lo que según tú no debería levantar la mirada del suelo –ella puso los ojos en blanco cuando me eché a reír ante lo que le había dicho con la única intención de molestarla–, si por algún casual comienza una pelea, debo salir del bosque cuanto antes... –asentí, agradeciendo mentalmente que hubiese estado atenta a la parte más importante–, y ya que no pueden mentir, no debo por ninguna razón preguntarles nada. Eso es lo único que he entendido de todo lo que me has dicho sobre ellas.
No pude evitar contener el suspiro que salió desde lo más profundo de mi alma. Después de pasar toda la mañana hablándole sobre la historia de las hadas, sobre cómo habían abandonado esta dimensión y el por qué, me irritaba saber que mi preciosa princesa había estado más en ''otra dimensión'' que aquí, escuchándome.
–No puedo creer que eso sea lo único que recuerdes de todo lo que te he dicho –dije con un falso lloriqueo en la voz.
–¡Oh vamos, no es como si hubiera podido estar atenta a algo más! –ella me miró con irritación, pero en el fondo su voz sonaba divertida–. No sé tú, pero no suelo recibir clases de historia mientras mi profesor intenta patearme el culo.
Me eché a reír mientras recordaba las dos primeras horas de entrenamiento que habíamos tenido, y que había aprovechado al máximo.
–Yo no intentaba patear tu culo, princesa malhablada –le respondí en un susurro, mirándola a los ojos mientras me inclinaba sobre ella, haciendo que se recostara sobre el suelo. Un precioso sonrojo se empezó a extender por su rostro mientras hablaba–. Yo intentaba robarte un beso... Que tú me dejabas coger sin ninguna defensa, ¿recuerdas?
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LUCHA DE IGUALES. || LB#3 ||
WerewolfTercera temporada de LOBO BLANCO. Todo había cambiado entre nosotros. Todo. Desde que Rick me encontró en el bosque, todo se había convertido en un revoltijo de emociones crudas y violentas, de deseos gritados en silencio y de sentimientos callados...