JongDae llevaba al rededor de quince minutos buscando a su Minnie. No entendía, creyó que él sería el primero en felicitarlo por obtener un diez a la hora de cantar, pero en cuanto finalizó su canción y la maestra le anunció que obtuvo ese diez, Min ya no estaba.
Nadie parecía haberlo visto, ni siquiera aquel niño alto y de orejas grandes que lo seguía todo el tiempo pidiendo dulces. Optó por ir en busca del más bajo a uno de sus escondites secretos el cual era especialmente para estar jugando y aveces robarse un par de besos en la mejilla, porque sí, estos se hicieron costumbre y gracias a JongDae, MinSeok decidió devolver cada uno de ellos, con timidez, por supuesto. A JongDae le encantaba robarle besos en la mejilla, tanto como le encantaba ver sus mejillas enrojecer todo el tiempo debido a él.
— ¿Minnie? —dijo una vez se adentró en el escondite y rápidamente supo que estaba ahí, ya que escuchó un sollozo—. ¿Por qué estás aquí? ¿P-por qué lloras? —se apresuró a llegar lo más cerca posible de MinSeok para atraparlo entre sus brazos fuertemente, odiaba verlo llorar.
— ¿Por qué tú y yo no? —escapó de entre los labios de MinSeok casi en un susurro, que por suerte fue audible para JongDae, aunque lo miró confundido.
— ¿De qué hablas, Minnie? —el pequeño negó separándose de su amigo y tallando sus ojos soltó unos últimos sollozos—. Min... —insistió.
— Tienes un diez y yo un nueve —le dolía, le dolía pronunciar aquellas palabras que no hicieron más que provocar su llanto nuevamente.
— ¿Y eso que? Para mi eres y serás más que un diez, Minnie, y lo sabes —JongDae se encargó de quitar cada una de sus lágrimas. Su amigo podía ser un llorón la mayor parte del tiempo, pero eso a él se le hacía muy lindo y tierno, le encantaba todo de Min, incluso cuando se quedaba dormido en clases con la boca abierta y de su boca salían babitas.
Siempre que Minnie se encontrara triste, ahí estaría JongDae para alegrarlo y hacer de su día el mejor entre muchos otros, al igual que Min, él apreciaba todo lo que hacía su amigo por él y estaba seguro que algún día se lo agradecería por completo.
¡Si tan sólo tuviera dinero para los dulces favoritos de Chennie!
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Besos Robados [ChenMin]
FanfictionDe besos robados en la mejilla a besos robados en la boca. Algo tan bonito como la amistad de dos niños, con futuros juntos planeados y demás, se ve arruinada por la distancia. Aún así, vuelven a encontrarse, aunque no es lo mismo de antes y defini...