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Tanto MinSeok como el resto de los estudiantes podían notar la distancia e incomodidad que había entre JongDae y BaekHyun. Todos aseguraban que habían terminado y MinSeok, en realidad él no era la excepción. Se sentía de cierta forma culpable y optó por no tocar el tema además de mantenerse alejado de JongDae durante las clases. Porque uno; ChanYeol empezaba a sospechar, bueno, eso ya era costumbre, y dos SeHun podía aparecer por la puerta del salón en cualquier momento e incluso si el profesor se encontraba dando la clase, aunque en el peor de los casos estaría acompañado de JongIn quien definitivamente empeoraría todo.

Para su sorpresa el día pasó con tranquilidad hasta finalizar las clases. Le indicó al alto que lo seguiría luego y en cuanto éste salió del salón, se acercó a un JongDae profundamente dormido que ni siquiera el profesor se tomó la libertad de despertar. Parecía no importarle en lo absoluto, lo pudo notar, ya que éste tenía tanta prisa como los demás de salir de ahí e irse a casa. El salón sólo contaba con ellos, nada más. MinSeok tocó el cabello de JongDae tomando asiento a su lado y sonrió regalándole un par de caricias. El trigueño con lentitud se empezó a mover en su asiento y MinSeok no se pudo sentir más feliz. Había provocado una sonrisa en él, la primera del día y eso alteró los latidos de su corazón. JongDae podía sentirse mal, pero en cuanto veía al bonito chico de mejillas regordetas que tenía como... ¿Amante? Simplemente se sentía feliz otra vez, como si él le diera color a todo.

— ¿Estás bien?

— ¿Así luce una persona que se encuentra bien? —susurró JongDae entre divertido y soñoliento mientras sostenía su rostro en ambas manos mirando cansado al mayor.

— No, pero no hace mal preguntar, supongo... Mh, sé que no debería tocar el tema pero, ¿terminaste con BaekHyun? —se atrevió a preguntar con un toque de tristeza al hablar, esta vez dejando de acariciar el cabello del trigueño para dejar sus manos sobre sus muslos y rascar su pantalón un poco. Se sentía de cierta forma molesto por el simple hecho de ver a JongDae triste por alguien más, era totalmente egoísta y estúpido, porque él aún estaba con ChanYeol y JongDae tenía toda la libertad del mundo de estar con quien quisiera, ser feliz con quien quisiera y sufrir por quien quisiera. Pero él no podía evitar sentirse inquieto, molesto.

— Sí, eso creo.

— ¿Lo querías? —MinSeok cuestionó mucho más triste que antes que incluso llegó a ser visible para JongDae, quien volvió a sonreír haciendo estremecer al más bajo.

— Lo quería como un amigo y yo... Sólo me siento culpable por haber sido así con él. Ya has visto su cambio y eso se debe a mí. He hecho infinidad de cosas malas y ésta es de la cual me arrepiento demasiado y no, no es porque estuve contigo mientras tenía una relación con él, o al menos eso fue lo que creyó y yo le permití tal cosa. Sabes, fue para darte celos, estúpido, ¿no? —soltó una pequeña e irónica risa—. Bueno, le hice daño y él no lo merecía. Eso es todo.

— Chen, sí en verdad lo quieres puedes disculparte y pedirle una segunda oportunidad. Tal vez acepte y esta vez sí puedas mostrarle lo mucho que lo sientes y amas.

— No —interrumpió—. Estaría mintiendo otra vez, ¿acaso no te ha quedado claro que me gustas? Sólo te amo a ti y, ¡joder! No podría dejar de hacerlo, nunca, en serio —JongDae aprendió una de tantas lecciones pendientes, y es que a pesar de todo nunca dejaría de amarlo. Una sonrisa se plasmó en el rostro de MinSeok que no hizo más que mostrarlo mucho más hermoso ante los ojos del trigueño. Porque le había transmitido la tristeza y angustia a él y se sintió cada vez más culpable. Pero le alegró de sobre manera el ver esa sonrisa y ese bonito sonrojo apoderándose de sus mejillas ante las palabras dichas anteriormente. Por lo que se levantó y acercó a abrazarlo con fuerza—. Te amo, Min.

— También te amo, Chen —susurró girando su rostro con rapidez para posar sus labios sobre la mejilla del trigueño—. Te he robado un beso —le hizo saber soltando una risa.

— No —JongDae le dedicó una sonrisa tomando sus mejillas para acercarse cada vez más a su rostro y sin previo aviso adueñarse de sus labios en un lento y dulce beso—. Yo lo he hecho —rieron y no tardaron en unirse en un beso nuevamente.

Pero de lo que ambos no llegaron a percatarse es de la tercera persona observándolos en silencio.

Besos Robados [ChenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora