Besos Robados [ChenMin]

06

— Yeol —pronunció MinSeok finalizando el beso con el ceño fruncido. El más alto por su parte bufo llevando ambas manos hacia el bulto en su pantalón con el objetivo de ocultarlo—. Por Dios, ¿en qué piensas cuando nos besamos? 

ChanYeol, su novio, se encogió de hombros completamente avergonzado. MinSeok comenzaba a cansarse del problema que causaba en cuanto se besaba con su novio, pero los labios del más alto simplemente le encantaban que era casi imposible no besarle. Lastimosamente provocaba que cierto amiguito despertara y por más que insistiera el alto, jamás le ayudaría con eso.

Se acomodó en su asiento y miró a su alrededor un tanto curioso ya que sus compañeros murmuraban un par de cosas, era bastante extraño verlos así, casi todo el tiempo gritaban pero quizás la mayoría no durmió bien y venían cansados, ¿no?. El profesor entró al salón después del timbre y todos se fueron a sus asientos, o al menos la mayoría. Un chico de piel levemente morena se levantó y caminó con lentitud hacia el profesor quien parecía haberlo llamado. En ese momento captó lo que ocurría, un estudiante nuevo. Escuchó como el profesor le indicaba que se presentara y en cuanto el chico volteó hacia el frente su corazón empezó a ponerse intranquilo de repente.

— Buen día, soy Kim JongDae y espero cuiden muy bien de mi —lo miró hacer una reverencia regalando una sonrisa, ¡parecía un gato!. Escuchó un par de suspiros por parte de algunas de sus compañeras y observó cómo el chico volvía a su asiento manteniendo su mirada en el suelo.

No podía ser él, claro que no...

Kim JongDae...

Chennie...

💓

Tanto ChanYeol como sus amigos habían salido del salón en busca de comida a la cafetería aunque esta aún se encontrara llenisima. Él, por su cuenta decidió mantenerse en el salón una vez miró como el que parecía ser su mejor amigo de la infancia desaparecía por la puerta rodeado de chicas flechadas por él. Simplemente absurdo. Aunque, deseaba caminar hacia JongDae y decirle un "Oye, tanto tiempo" u "Hola, soy MinSeok y tú JongDae, jeje, ¿sabes quién soy?" Realmente no quería hacerlo, estaba asustado, ¿qué tal si no lo recordaba y lo hacía pasar vergüenza? Ni siquiera sabría qué decirle entre tantas opciones que había creado en su mente.

Optó por tomar el desayuno que preparó su madre y olvidó por completo, así que estaba más o menos horrible, asqueroso. Haciendo una mueca ante tal sabor para nada agradable en la boca se levantó y caminó hacia al basurero completamente asqueado.

"Nota mental; preparar mi propio desayuno."

Deshaciéndose del resto de su comida sintió como alguien chocaba contra él una vez entró al salón a toda prisa. Su espalda chocó contra la pared y miró con el ceño fruncido a la persona recargando su cuerpo en el escritorio mientras escuchaba cómo intentaba regular su respiración.

— Yo... Lo... Lamento.

— Idiota —murmuró. Sus miradas se encontraron y su corazón no tardó en acelerarse.

Permanecieron en un silencio bastante incómodo, y es que sólo ellos se encontraban en el salón haciendo de la situación aún peor. Segundos después, JongDae se dignó a hablar mostrando una pequeña y bonita sonrisa que contenía cierto rastro de tristeza a la vez.

— ¿Me... recuerdas?

Sí, era él.

Sonrió—. Por supuesto, Chennie.